La bendición de la congregación
“¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es Habitar los hermanos
juntos en armonía! Es como el buen óleo sobre la cabeza, El cual desciende
sobre la barba, La barba de Aarón, Y baja hasta el borde de sus vestiduras;
Como el rocío de Hermón, Que desciende sobre los montes de Sion; Porque allí
envía Jehová bendición, Y vida eterna.” Salmos 133:1-3
Es sorprendente y debe ser conmovedor para nosotros el poder
ver y entender que el Señor ha hecho de cada creyente un miembro de su cuerpo y
todos juntos somos el cuerpo de Cristo (1 Corintios 12:12-13, 27); y como
miembros de un mismo cuerpo nos necesitamos unos a otros, pues “Ni el ojo puede
decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo
necesidad de vosotros.” (1 Corintios 12:21).
Somos tan importantes y necesarios todos y cada uno de
nosotros, porque somos únicos y especiales, el Señor a cada uno en particular
nos ha dado un don para que como buenos administradores de la multiforme gracia
de Dios lo pongamos en servicio de los demás, y así ayudándonos mutuamente
según la actividad propia de cada miembro, recibamos nuestro crecimiento para
ir edificándonos en amor (1 Pedro 4:10, Efesios 4:15-16).
Hermanos, la meta, como dice Efesios 4:13, es que todos
lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a hombres y
mujeres perfectos, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, y es
una meta que nos lleva toda la vida, pero también es una meta que obtenemos
habitando juntos en armonía. Así que, como dice Hebreos 10:24-25, no seamos
como aquellos que tienen por costumbre dejar de congregarse, sino todo lo
contrario, animémonos unos a otros a reunirnos juntos, estando también
pendientes los unos de los otros para exhortarnos al amor y a las buenas obras,
pues allí como dice el Salmo, enviará el Señor su bendición. Oración.
«Padre, gracias por la bendición de cada uno de mis hermanos,
son la familia espiritual que tú me has dado y a través de quienes tu gracia
veo obrando; gracias por la congregación que continuamente nos has concedido
tener y te pido por aquellos que no he visto volver para que nos concedas la
gracia de volverlos a ver y por la unidad de tu Espíritu en Cristo Jesús,
crecer, amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario