Preparados
para resistir el día malo. Parte 2
“Estad,
pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de
justicia,” Efesios 6:14
La armadura
de Dios no se trata de un ritual místico donde nos cubrimos del poder divino,
sino de disponer nuestra vida para aplicar y obedecer unos principios bíblicos
precisos, los cuales harán que estemos preparados en todo tiempo, especialmente
para resistir en los días difíciles.
Ceñir
nuestros lomos con la verdad, significa guardar y andar en la verdad que Cristo
nos enseñó (Juan 14:23-27), pues el enemigo intentará desviarnos a través de
mentiras, pero si nos mantenemos en la verdad de su Palabra, no seremos
engañados.
Vestirnos
con la coraza de justicia, significa estar revestidos de Cristo que es nuestra
justicia, porque sin esa justicia seríamos condenados, no aptos para la
batalla. El enemigo intentará atacar nuestra identidad, haciéndonos creer que
no hemos sido justificados e intentará tentarnos a actuar de manera deshonesta,
pero como hemos sido justificados por la fe en Jesús (Romanos 3:25-26) y debemos,
por tanto, actuar con rectitud e integridad en todas las cosas, esto nos
protege del enemigo (Salmo 25:21)
Esta
armadura, se trata de revestirnos de Cristo (Romanos 13:14), para que nuestra
mente, corazón y voluntad estén protegidos y preparados para resistir las batallas
espirituales, las cuales inician en la mente, se ganan en el corazón y se
recoge la victoria en nuestra acción. ¿Estás revestido de Cristo? Oración.
«Señor, ya
que he sido justificado con Cristo, quiero que mis actos sean llenos de toda
rectitud, que mi forma de actuar sea íntegra y justa en todas las cosas. Amén» Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito.
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