Mantengamos la calma y la compostura - Parte 2
“Y estos tres varones, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cayeron
atados dentro del horno de fuego ardiendo. Entonces el rey Nabucodonosor se
espantó, y se levantó apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a
tres varones atados dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh
rey. Y él dijo: He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio
del fuego sin sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo
de los dioses.” Daniel 3:23-25
El decreto del rey Nabucodonosor, obligaba a todos a adorar
una estatua o ídolo, levantado por él al oír el sonido de cualquier instrumento
musical. Esta práctica era para todos los pueblos, naciones y lenguas (Daniel
3:4-5), sin embargo, tres hombres no obedecieron este mandato porque iba en
contra de Dios y su Palabra, prefirieron obedecer a Dios antes que a mandatos
de hombres.
Lo más importante, es que confiaron en Dios, aun en medio
del fuego, prefirieron entregar sus cuerpos antes que servir y adorar a otro
dios y en recompensa a esta confianza Dios los libró y los mostró como ejemplo
a todas las naciones de ese tiempo para mostrar su gloria y poder. (Daniel
3:28-29).
El mismo rey Nabucodonosor reconoció que no hay dios que
pueda librar como el Dios de estos jóvenes y este es el Dios que tenemos, todos
los que hemos creído en Jesucristo. Ahora, ¿cómo reaccionamos cuando estamos
sometidos a una situación extrema? Una deuda, un insulto por parte de otra
persona, una enfermedad, un rechazo, todas son situaciones difíciles que nos
quieren quemar o ahogar, pero, tomando ejemplo de la situación descrita en
Daniel capítulo 3, debemos ser como estos jóvenes y demostrar con valentía
nuestra confianza en Dios.
Ellos demostraron con hechos y determinación, su confianza
en Dios, por tanto, tengamos nosotros la misma actitud y correspondencia ante
un Dios todopoderoso que nos promete que: “Cuando pases por las aguas, yo
estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego,
no te quemarás, ni la llama arderá en ti.” ( Isaías 43:2) Oración.
«Padre, puedo confiar plenamente en ti en toda situación,
aunque sea extrema y ésta alcance los límites de mi vida, sé que allí estarás
para darme la salida y valor, no me dejarás, ni me abandonarás. Amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo último de la tierra! Usa tus redes sociales para
ese propósito.
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