Recordemos las bendiciones de Dios
Salmo 9.1, 2
Cuando pusimos nuestra fe en Jesús, recibimos ciertos
privilegios. Recordar estas promesas es una buena manera de mantener un corazón
agradecido, incluso cuando enfrentemos problemas en otros aspectos. Examinemos
cuatro bendiciones.
1. El regalo de la salvación en Cristo. No importa qué prueba
estemos enfrentando, ella es microscópica al lado del sacrificio de Jesús a
nuestro favor. La cruz fue un precio muy alto a pagar, pero el Salvador tomó
voluntariamente nuestro lugar para ofrecernos perdón y vida eterna.
2. La seguridad del amor de Dios. El Señor nos ama
incondicionalmente (1 Jn 4.16). Lamentablemente, las tormentas de la vida
pueden llevarnos a dudar de esto, pero Romanos 8.31-39 nos dice que nada puede
separarnos del amor de Dios.
3. La respuesta a las oraciones. Tenemos el maravilloso
privilegio de hablar con el Padre sobre cualquier cosa que nos agobie, y Él
jamás se cansa de escuchar a sus hijos. Nuestro Dios omnipotente y omnisciente
no solo es capaz de ayudarnos en cualquier situación, sino que también sabe la
mejor manera de hacerlo.
4. Un plan personalizado. El Señor tiene una determinación,
un plan y un propósito para nuestras vidas que Él llevará a cabo si le
obedecemos. Nadie está exento de la adversidad, pero podemos confiar en que
Dios usará todo para nuestro bien.
Las adversidades, las tentaciones y las pruebas nos tocarán a
todos, pero el Señor permite las dificultades por una razón, incluso cuando no
entendamos por qué (Ro 8.28). Por tanto, sométase al Padre, dele gracias por su
sabiduría, y tenga la confianza de que Él cumplirá sus propósitos para usted.
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