1 Pedro 1:10-11
Los profetas, que anunciaron la gracia reservada para
ustedes, estudiaron y observaron esta salvación. Querían descubrir a qué tiempo
y a cuáles circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en
ellos, cuando testificó de antemano acerca de los sufrimientos de Cristo y de
la gloria que vendría después de éstos.
Hoy en día, algunas personas dicen que el antiguo testamento
es muy distinto al nuevo testamento. Cuando Pedro escribe estas palabras, los
judíos cuestionaban el evangelio y por ello explica con detalle cómo lo que
estaba escrito no tiene diferencia con el evangelio sino al contrario, cumplía
con todo lo que se había anunciado. Por esta razón, resulta de suma importancia
que leas y estudies la biblia. Ojo, no estoy diciendo que lo importante es ser
un erudito en ella. No. Todo ese conocimiento debe estar de la mano de
transformación en tu vida. De nada sirve conocer y memorizar infinidad de
versículos si tu corazón no es renovado. Necesitamos nacer de nuevo y entregar nuestra
vida a Aquél que se entregó por nosotros. De Él es a quien Pedro se refiere y a
quienes los profetas se referían. Anunciaron una salvación. Anunciaron que
vendría gloria y buenos tiempos. Pero también anunciaron sufrimientos. En otras
palabras, anunciaron la vida de Jesús. Nos trajo testimonio. Sufrió por cada
uno de nosotros siendo santo y perfecto, pero lo más importante, es que
entendamos que no se quedó en la cruz. Su sacrificio dio fruto. Ahora está
junto al Padre. Ahora hay gloria y su sufrimiento nos ha librado de las cadenas
del pecado. Juan 8:32 dice que la verdad nos hará libres. Cristo es la verdad.
Su vida, su muerte y su resurrección nos han dado la oportunidad de ser libres.
Debes saber también que no todos son libres. Solamente aquellos que reciben a
Jesús y entregan sus vidas a Él. No lo digo yo. Lo dice Dios en su palabra. Hay
gente allá afuera diciendo y pensando que todos son hijos de Dios y que todos
participan de su gracia. Si bien, todos tienen la puerta abierta para ser
reconciliados por lo que Cristo hizo, solamente aquellos que confiesen Su
nombre y lo reciban podrán tomar parte en la comunión con Él.
Los profetas anunciaron la gracia de Dios. Ellos tenían al
Espíritu diciéndoles lo que habría de ocurrir. Hoy esa gracia está disponible
para tu vida. No conozco lo que estés atravesando en estos momentos. No sé si
ya has recibido o no a Jesús. Pero si de algo estoy convencido es que Él es el
único que puede llevarte por el mejor camino posible. Él es el único que puede
sacarte de esa oscuridad. Él es el único que puede renovarte y llenarte de su
amor y consuelo. Él es el único que no te va a fallar. Él es el único que te
perdonará y estará siempre con los brazos abiertos esperando tu regreso. Él ya
se entregó por ti. Él ya sufrió por ti. Es inimaginable lo que tuvo que sufrir.
Su cuerpo estaba prácticamente irreconocible. Lo hizo por ti y por mí. Lo hizo
porque nos ama. Te ama. Es tiempo de acudir a Aquél que nos ama y quiere lo
mejor para nosotros. Reconcíliate. Renuévate. Deja que Dios te guíe conforme a
su palabra.
Oración
Señor: gracias por haber mandado a Jesús a morir por mis
pecados. Te pido perdón por todas mis faltas. Te pido que pueda recibir tu
gracia y participar en la salvación que Cristo ofrece. Te pido que dirijas mi vida.
Te pido que ilumines mi camino. He tomado malas decisiones y no quiero dar más
pasos que no sean conforme a tu voluntad. Te lo pido en el nombre de Jesús.
Amén
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