2 Pedro 3:14-16
Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estos
acontecimientos, esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto,
y en paz con Él. Tengan presente que la paciencia de nuestro Señor significa
salvación, tal como les escribió también nuestro querido hermano Pablo, con la
sabiduría que Dios le dio. En todas sus cartas se refiere a estos mismos temas.
Hay en ellas algunos puntos difíciles de entender, que los ignorantes e
inconstantes tergiversan, como lo hacen también con las demás escrituras, para
su propia perdición.
No dejo de sorprenderme en aquellos que niegan a Dios por
considerarlo “creado por el hombre” o que no se puede explicar científicamente.
Hablan de cuando el mundo se creó hace miles de millones de años y eso lo creen
sin ninguna dificultad. Hablan de la evolución sin tener al cien por ciento la
línea entre el simio y el homo sapiens. Pero lo dan por hecho y resulta
blasfemia el cuestionar su veracidad. Pero cuando se refiere a Dios, cuando
hablamos de un ser que no podemos encerrar en nuestras mentes ni explicar con
métodos científicos, entonces sí, ¿cómo podemos creer en eso? Personalmente me
resulta más difícil creer que la tierra tiene miles de millones de años. No
porque los tenga o no sino porque nadie ha vivido ni siquiera doscientos años
para poder confirmar que nuestro método para identificar la “edad” es correcto.
¿no te parece ilógico? Hace tiempo vi un documental sobre el ADN. Lo que
encontraron unos científicos es que todos tenemos un mismo gen que se transmite
por la madre solamente. Le llamaron Eva. Resulta que ese gen, lo encontraron en
todos los humanos y, en resumen, comprueba que todos venimos de una misma
“madre Eva”. También, el mismo ADN, según los científicos, eliminaba la opción
de que el ser humano tuviera miles de años de existencia. Los cálculos que le
daban eran sumamente similares a los que historiadores de la biblia le dan a
nuestra existencia. Aproximadamente 6000 años. A pesar de esas negaciones,
críticas e incluso burlas, la biblia nos dice que Dios es paciente. Paciente
para que abran los ojos y se den cuenta de su error. Paciente a pesar de que la
gente tergiversa su palabra. Así también nosotros debemos ser con nuestro
prójimo. Pacientes. Orando por ellos. No queriendo juzgar ni querer “convertir”
a nadie. Nuestro llamado es a compartir el evangelio y anunciar a Cristo amando
a nuestro prójimo. Del resto se encarga Dios. Por ello Pedro nos dice:
esfuércense cada día para que sean hallados sin mancha y sin defecto, en paz
con el Señor.
Allá afuera vas a escuchar muchas cosas acerca de Dios. No
todas serán ciertas. Algunas te confundirán. Por esta razón debes acudir a la
biblia. Debes corroborar lo que escuchas y no creer simplemente porque alguien
dijo. Mientras tanto, preocúpate por mantenerte santo. Preocúpate por compartir
a Cristo dando testimonio con los que te rodean. Preocúpate por estar en paz
con el Señor. No te dejes confundir ni engañar. Pide a Dios por sabiduría para
que abra tu entendimiento y te revele su palabra conforme a su voluntad.
Oración
Señor: gracias por tu palabra que está llena de enseñanza.
Gracias por advertirme que muchos usan tu nombre sin siquiera conocerte. Te
pido por sabiduría para no confundirme de lo que escucho y que siempre pueda
venir a tu palabra para corroborar lo que escucho de Ti. Perdona mis pecados mi
Dios y permite que pueda vivir sin mancha y en paz contigo. Te lo pido en el
nombre de Jesús. Amén.
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