Santiago 4:1
¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes?
¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos?
Santiago utiliza las preguntas para llevarte a meditar sobre
tu vida, tus obras, tus creencias, tu fe entre otros, y con el verso de hoy,
busca hacer lo mismo. Quiere que entiendas claramente el porqué de los
conflictos que hay, no solo a nivel internacional ni nacional, sino familiar.
En varias ocasiones me he preguntado sobre las guerras en el mundo y su
injusticia sobre aquellos que no están involucrados con los conflictos, pero aun
así se ven afectados en gran manera. También pienso sobre los países con
problemas de nutrición y falta de servicios básicos. ¿Dónde está Dios para
ayudarlos?
La respuesta la encuentras en este versículo. De sus propias
pasiones surgen las guerras y los conflictos entre ustedes. De ti y de mí. No
hay un tercero involucrado. De tus pasiones. De las mías. ¡Dios no está
involucrado! Sé que es fácil echarle la culpa a alguien más y pensar que están
peor que tú. Puede ser cierto, pero eso no quita tu parte dentro del problema.
A veces las guerras y los conflictos tan grandes que sufre este mundo, te
llevan a perderte dentro de tantas telarañas que hay y dejas de poner atención
al “micro” mundo que existe a tu alrededor. Este versículo no es para corregir
las guerras y conflictos internacionales, es para que corrijas tus guerras y
tus conflictos personales. ¡Cuántas familias están peleadas por herencias!
¿Cuántos hermanos se han dejado de hablar por conflictos y desacuerdos?
¿Cuántas amistades se han acabado por dejar que las “guerras” acaben con lo que
habían formado? ¿Cuántos hijos han crecido con un solo padre o tal vez sin
ninguno de los dos a causa de conflictos entre ellos?
¿Te das cuenta de lo grave que son tus acciones equivocadas?
¿Puedes entender que, al dar paso a tus pasiones internas, desembocas una
cadena de malas decisiones? Las guerras y los conflictos ¿no surgen de tus
pasiones internas? Si no quieres analizarlo así, utilizaré la versión de Dios
habla hoy: tus pleitos y conflictos surgen de los malos deseos que están
luchando en tu interior. Deja a un lado el pensar que los demás tienen la
culpa. Entiende que tú eres causante de grandes problemas por tus propias
pasiones. Mejor aprende a entregarlas a Dios.
Oración
Padre: quiero entregarte mis pasiones y pedirte que corrijas
mi camino pues no quiero llevar una vida de guerra y conflictos. Guíame para
aprender a escuchar y pedir perdón por mis malas decisiones. Ayúdame a
transformar mis pensamientos egoístas y entender primero mis errores. No me
dejes seguir solo Señor. Te lo pido en el nombre de Jesús
Amén
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