¿Qué importa el nombre?
Ya no te llamarás Abram, sino que de ahora en adelante tu nombre será Abraham, porque te he confirmado como padre de una multitud de naciones. Génes is 17:5
Un matrimonio le puso por nombre a su hijo «Necio». Con el tiempo, Necio creció y se hizo adulto, y toda la vida vivió acorde a cómo se le llamaba. Conoció a alguien con quien estableció amistad, pero hizo enojar a esta persona al no reconocer su generosidad. La esposa de Necio, que era sabia, hizo lo correcto y canceló la deuda pagando lo que su marido le debía al hombre. Pero al enterarse de esto, Necio se enojó y su furia le causó un ataque. Como había sido Necio desde su nacimiento, en diez días Nabal murió.
Sí, se trataba de Nabal, el personaje del Antiguo Testamento (1 Samuel 25) cuyo nombre en hebreo significa «necio». ¿Por qué cargarían sus padres al pobre chico con un nombre tan negativo? Los padres, o cualquier figura de autoridad, ejercen un gran poder al nombrar a un niño. Cuando le damos nombre a alguien ejercemos cierto poder sobre su vida. Esa persona nos cree ¿por qué no lo haría? y piensa de sí misma según los términos que impone su nombre. Piense en est ¿Qué preferiría oír un niño que juega en las Ligas Menores de parte de su padre que lo observa desde las gradas: ¡Bien, campeón! o ¡Qué mal jugaste, tonto!?
No importa cuál sea su nombre legal, si usted cree en Cristo entonces tiene un nombre nuev cristiano, que significa el de Cristo o pequeño Cristo.Y sí vale la pena vivir según este nombre.
Los nombres pintan imágenes. Píntelas con mucho cuidado.
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