Dios es suficiente en medio de las dificultades
“Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos,
aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las
ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo,
yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el
Señor es mi fortaleza, el cual hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas
me hace andar”. Habacuc 3 :17-19
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de
Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío, primeramente y también al
griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe,
como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”. Romanos 1:16-17
Habacuc nos ofrece un relato de la jornada espiritual de un
hombre que transita de las dudas a la fe. El profeta, en el principio está
abrumado por las circunstancias que lo rodean, no puede pensar en otra cosa que
no sea iniquidad y violencia que ve en medio de su pueblo, aunque se dirige a
Dios, cree que Él se ha ido, que sus palabras han sido olvidadas y que su mano
no se manifiesta. Como si Dios no pudiera ser hallado en ninguna parte. Los
hombres malos están en control de todo y, lo que es peor, actúan como se
esperaría de quienes no tienen ningún freno de Dios, (Habacuc 1:2-4).
Qué diferente es el panorama cuando Habacuc deja de mirar los
problemas y ya no está bajo el control de las situaciones o ansioso por ellas,
porque ha alzado la vista para mirar a Dios. Ya esos acontecimientos no nublan
su mente, porque se ha elevado por encima de ellos. En lugar de dejarse dominar
por todo eso, ha puesto su esperanza en el Señor, ha comprendido al fin que Él
se preocupa por los hijos y que es la fuente de su gozo y fortaleza. Se da
cuenta que ha sido llamado a propósitos más altos. (Habacuc 3:17-19); así que
Habacuc ha pasado de la queja a la confianza, de la incertidumbre a la fe y que
ese remanente de justos que confían y dependen de Dios serán liberados y
vivirán.
Con esta porción de la Biblia, el Señor quiere que aprendamos
a elevarnos por encima de las circunstancias y aun regocijarnos con ellas.
Porque Dios es suficiente en medio de las dificultades. Cuando hacemos esto
pasamos de la queja a la confianza, de la duda a la fe, de un hombre vulnerable
y necesitado a la seguridad de tener un Dios omnipotente, del valle de las
necesidades a la cima de la plenitud de Dios; entonces habrá una transformación
en nuestro interior y entenderemos totalmente lo que dice Habacuc 2:4b “más el
justo por su fe vivirá”.
Somos parte del remanente que confía y depende del Dios
soberano y esta es una declaración de confianza y fe que se convierte en
evidencia del poder del evangelio, “el justo por la fe vivirá”, para darnos la
certeza de la salvación eterna, por eso debemos regocijarnos en el Señor y
decir como Habacuc: “yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi
salvación”.
El apóstol Pablo considera este principio de Habacuc 2:4 como
la piedra angular del evangelio de Cristo. Porque Él es la respuesta a las
necesidades humanas, incluyendo el perdón de pecados, la relación con Dios, una
nueva vida en el Espíritu y la esperanza del futuro. Oración.
«Gracias mi Señor, porque mi gozo no depende de las
circunstancias, sino de mi fe en un Dios soberano y bueno. Aunque a veces las
situaciones de la vida pueden abrumarme cuando veo tanta maldad y violencia a
mi alrededor, sé que estás allí en el silencio de mi corazón animándome. Quiero
alzar mis ojos a ti, y que tus pensamientos invadan mi mente, porque creo en tu
Palabra y que todo lo tienes bajo tu control, porque he puesto mi esperanza en
ti, eres la fuente de mi fuerza y alegría. En el nombre de Jesus, mi Señor y
Salvador, amén.
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