Vida
bienaventurada
“Bienaventurado
el hombre que teme a Jehová, y en sus mandamientos se deleita en gran manera”
Salmos 112:1.
Como todos
en cualquier momento hemos deseado salud, dinero, felicidad y éxito, es
realmente crucial conocer de qué manera lo podemos lograr, pues son anhelos que
en muchas personas parecen imposibles, pero que verdaderamente son
completamente alcanzables.
La Palabra
de Dios en Salmo 112 inicia diciéndonos la clave, el camino para llegar a tan
anhelados deseos; es bienaventurada o prosperada la persona que reverencia a
Dios, conoce sus mandamientos y los pone en práctica. Deleitarse en los
mandamientos del Señor es sin duda ahondar en ellos cada día, estudiándolos y
pidiéndole a Dios de manera real y sincera que por medio de su Espíritu, que
mora en nosotros, nos permita no desobedecerle más y en lugar de eso nos haga
hombres y mujeres que perseveren en su Palabra no siendo oidores olvidadizos,
sino hacedores de ella (Santiago 1:25). Si así lo hacemos, la promesa de
nuestro Padre Dios es que seremos bendecidos en todo, nuestros hijos serán
benditos, habrá abundancia en nuestro hogar, la luz de Cristo guiará nuestro
caminar, obtendremos sabiduría de lo alto para tomar buenas decisiones y a
pesar de las adversidades que se puedan presentar, nuestro corazón siempre
estará en paz, confiando en la buena voluntad de Dios (Salmos 112:2-7).
Así que, si
eres una persona con estos anhelos e incluso si conoces a otras que también los
deseen, no dudes en practicar y compartir esta real y poderosa manera de
alcanzarlos, pues es Dios a través de su Palabra quien nos lo ha revelado. Oración.
«Papá Dios,
anhelo como cualquier persona tener una vida próspera y feliz, gracias por la
maravilla de tu Palabra, donde he encontrado la manera correcta de poder
lograrla. Te amo y lo quiero manifestar guardando tus mandamientos en el poder
del Espíritu Santo, amén. Difundiendo
el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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