Con solo
hablar
“Aquel día,
cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la
multitud, le tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras
barcas. Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la
barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre
un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que
perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece.
Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así
amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían
el uno al otro: ¿Quién es este, que aun el viento y el mar le obedecen?” Marcos
4:35-41.
Cuando
leemos las Escrituras, es mucho lo que podemos encontrar acerca del impacto que
ha tenido la voz de Dios cuando Él habló. Iniciando con la majestuosa creación
en Génesis 1, hasta hallar sucesos como el que acabamos de leer. En él podemos
ver cómo es calmada y cambiada una fuerte tempestad cuando el Señor Jesús le
dice “Calla, enmudece”.
Qué
maravilloso sería que personas como tú y como yo, hoy pudiéramos testificar del
impacto de la voz de Dios en nuestra vida. Contar cómo todo ha cambiado en
nosotros y en nuestro alrededor cuando tan solo Dios habló. Porque esto no es
simplemente bonitas y pasadas historias, esto es verdad y ha sido escrito para
que hoy en día también se haga realidad en nuestra vida. “Porque la palabra de
Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra
hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne
los pensamientos y las intenciones del corazón”, “El cielo y la tierra pasarán,
pero mis palabras no pasarán” (Hebreos 4:12, Mateo 24:35).
Por
consiguiente hermano, considera ahora mismo cuál es tu tempestad, ¿qué es
aquello que te está abrumando, anegando o atemorizando? No seas hombre de poca
fe, mejor, cree que Jesús está contigo, fija tu mirada en Él y busca su
Palabra. Con seguridad verás como su voz impacta tu interior y cambia todo a tu
alrededor. Oración.
«Padre, eres
más grande y superior que cualquier tribulación, todo está bajo tu poder y
autoridad. Gracias por atraerme a ti, despertar mi fe y permitirme ver tu amor
por mí. Oro para que tu voz sea mi dirección, cual oveja con su pastor. Me das
paz, seguridad y provisión, gracias mi Señor, en el nombre de Jesús, amén. Difundiendo el mensaje de Jesucristo.
¡Hasta lo
último de la tierra! Usa tus redes sociales para ese propósito
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