Hechos 6:12-15
Agitaron al pueblo, a los ancianos y a los maestros de la
ley. Se apoderaron de Esteban y lo llevaron ante el Consejo. Presentaron
testigos falsos, que declararon: este hombre no deja de hablar contra este
lugar santo y contra la ley. Le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret
destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dejó Moisés. Todos los
que estaban sentados en el Consejo fijaron la mirada en Esteban y vieron que su
rostro se parecía al de un ángel.
En pocas palabras estaba comenzando a llover sobre mojado. No
se conformaron con tener a unos cuantos inventando historias contra Esteban
sino que buscaron alborotar al pueblo, ancianos y maestros de la ley mientras
que él no había hecho absolutamente nada malo sino todo lo contrario. Cuando somos
pequeños nos enseñan a comportarnos bien para que nos vaya bien. Te portas mal,
te va mal. Cuando crecemos, sin darnos cuenta seguimos pensando que las cosas
son iguales: yo no hago mal a nadie, cumplo con mi trabajo, llevo una vida sana
(dentro de lo que consideras sano) y en general somos buenas personas. ¿Por qué
entonces tuvimos que atravesar por un secuestro o robo, una enfermedad
inesperada, un despido injustificado, una demanda sin fundamento, etc.? ¿Por
qué esteban tenía que estar metido en esta situación si estaba predicando a
Jesús y haciendo señales milagrosas? Porque la vida no funciona así. Todo está
sujeto a la voluntad de Dios. Ahora, para nuestro bien, Él no está buscando
jugar con nosotros sino que envió a su Unigénito al mundo para que fuera
brutalmente asesinado y pagara lo que nosotros debíamos en la cruz para poder
así ser reconciliados con Él. En ocasiones es necesario que el Señor nos sacuda
un poco para darnos cuenta de lo alejados que estamos de Él. Cuando perdemos
algo que considerábamos seguro o como un hecho, nos cambia la vida. Pienso en
aquellos padres que han perdido a un hijo. Esa noche no pudieron dormir
pensando en por qué pasó y cómo pudieron evitarlo de haber hecho tal o cual. La
verdad es que no podían haber hecho nada pues el Señor es quien nos llama a Su
tiempo. En resumen, a veces pensamos que las cosas están mal pero
definitivamente pueden ponerse peor sin que nosotros podamos hacer algo para
mejorar la situación en sí. Esteban no había hecho nada y aún así todo estaba
en su contra. Hoy es posible que tú tampoco hayas hecho nada y estés
atravesando por un momento difícil o lleves ya mucho tiempo arrastrando un
problema. Cuando el Consejo y el pueblo voltearon a ver a Esteban vieron su
rostro como el de un ángel. ¿Por qué? Porque estaba entregando su vida a Dios.
Porque no estaba gritando desesperado sobre la injusticia que estaba
atravesando ni amenazando a los que tenía alrededor. Por el contrario, estaba
en paz, quieto y probablemente gozoso. Hoy tú puedes estar igual. Hoy puedes
recibir la paz que solo Dios puede dar y dejar atrás tus rencores, odios,
corajes, temores, angustias y demás cargas que te están aplastando. No es
coincidencia que las cosas se hayan puesto más difíciles sino que es Dios
sacudiéndote para que voltees a Él. ¿Qué vas a hacer?
Oración
Padre: definitivamente no entiendo lo que me sucede pero sí
sé que me he alejado de Ti y quiero poder reconciliarme contigo. Te pido que
traigas paz a mi vida y pueda vivir tranquilo y gozoso sin importar lo que estoy
atravesando pues tengo mi confianza puesta en ti. Te pido que así como Esteban
tenía el rostro como de un ángel a pesar de todas las acusaciones en su contra,
pueda yo tener un rostro de amor y paz a pesar de lo que pueda venir. En Cristo
Jesús te lo pido
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario