1 Pedro 2:1-2
Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño,
hipocresía, envidias y toda calumnia, deseen con ansias la leche pura de la
palabra, como niños recién nacidos.
Recuerdo un comercial de televisión que decía: se dice fácil
pero se requiere de un gran esfuerzo. Creo que era algo relacionado con
electricidad. La frase lo dice todo. A veces podemos hablar mucho y actuar
poco. Podemos conocer mucho y tener poco discernimiento. El versículo de hoy no
creo que contenga palabras nuevas para alguien. Dudo que alguien piense que el
engaño, la hipocresía y la calumnia son características que debamos promover.
Lo que resulta interesante es lo que sucede en la vida diaria. Si bien, todos
sabemos que debemos evitar la maldad, ¿por qué vivimos rodeados de tanta
calumnia, engaños y envidias? Porque se dice fácil pero se requiere de un gran
esfuerzo. ¿Cuál esfuerzo? El entregar nuestra voluntad a Dios. La mayoría de
nosotros no tiene dificultad en tratar de llevar una vida “buena” mientras que
no involucre compromiso alguno. Pero, en el momento en que hay algo más de por
medio, la hipocresía, las mentiras, la maldad, el engaño y todo lo que no
agrada a Dios toma un lugar más importante. Mientras todo sea fácil, podemos
decir que obedecemos a Dios. Pero cuando no decir mentiras puede meternos en
problemas, entonces pensamos que decir mentiras puede ser “justificado”.
Piénsalo. ¿Cuántas veces has puesto en duda los mandamientos de Dios por pensar
que hay una mejor alternativa? ¿Cuántas veces has dejado que la envidia surja y
se promueva en lugar de limitarla y abandonarla? Hay un dicho que dice: estar a
dieta no impide ver el menú. Cierto. El problema es que una vez que abrimos el
“menú”, estamos jugando con fuego y la probabilidad de “comer” lo que no debes,
aumenta exponencialmente. Así pasa también con nuestra vida espiritual.
Pensamos que podemos estar en la raya y seguir manteniendo “la dieta”. La
verdad es que la biblia nos dice algo distinto. Abandona. Aléjate. Mantente
distante y no regreses a nada que tenga que vaya en contra de mi voluntad. ¿Qué
debo hacer entonces? Cuestionar todo lo que hago. ¿A qué tipo de lugares voy?
¿Quiénes me rodean? ¿Qué principios tienen? ¿Sus consejos están en línea con la
palabra de Dios? ¿Sus conversaciones son edificantes o están llenas de
críticas, envidias, celos e hipocresías? Debes ser sabio. Tal vez “ver el menú”
te está causando mucho más daño de lo que te imaginas. Abandonar todo aquello
que no agrada a Dios y obedecerle en todo lo que hagamos involucra una gran
entrega que debe estar siendo ejercitada constantemente. Necesitas alinear cada
detalle de tu vida para poder tener congruencia entre lo que sabes que Dios te
pide, lo que crees y lo que terminas haciendo. Una vez que logras conectar
estos tres puntos, el versículo de hoy toma forma y vive en tu testimonio. De
lo contrario, son puras palabras que regresan vacías. ¿Qué vas a hacer?
Oración
Padre: no quiero vivir alejado de Ti y en contra de tu
voluntad. Hoy entiendo que debo poner atención y cuidar todo lo que hago.
Ayúdame a ser fuerte y confiar en tus mandamientos por encima de lo que yo
considere mejor. Te pido que realmente pueda abandonar toda maldad, envidia e
hipocresía y pueda desear tu palabra en todo momento. Ayúdame a mantenerme
santo. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén.
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