domingo, 17 de junio de 2018


NO HAY EXCUSAS PARA SUSTITUIR A DIOS.

El Eterno “Dios Viviente”, es el creador del universo y de todo cuanto en él hay; es la fuente de la existencia y de la vida.

¡Es su Causa Primera!
¡Es su Causa Eterna!
¡Es su Causa Viva!

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”
Génesis 1:1

 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”
Juan 1:1-4

No se trata de una causa material sujeta a las leyes físicas; sino de una causa espiritual, eterna, perfecta, bella e inteligente. Una causa transcendente.

¡De no ser así, nada existiría!
¡De la “nada”, nada puede surgir!

“Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas...”
Romanos 1:20

“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”
Heb 11:3

El hecho que seamos incapaces de demostrar a Dios con las leyes de la ciencia, explicarlo con nuestras palabras y representarlo bajo nuestros parámetros sensoriales, no indica su inexistencia; al contemplar la naturaleza impregnada de tanta perfección, inteligencia y belleza, necesariamente nuestros ojos se remontan y se enfocan más allá de toda realidad física.

¡La naturaleza “nos habla” de Dios!
¡La naturaleza nos refleja al Creador!

“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?
Salmo 8:3-4

“El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendió los cielos con su sabiduría; a su voz se produce muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos”
Jeremías 10:12-13

No hay nada ni nadie en todo el universo y en la naturaleza que se compare con Dios; su realidad escapa radicalmente de toda “grandeza” humana y terrenal...

¡Dios no tiene parámetros de comparación!
¡Ningún ser creado posee sus atributos!

“¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio”
Isaías 40:25-26

La acción de sustituir a Dios por toda cosa creada es idolatría, es darle atributos divinos a la criatura; esas son las nefastas consecuencias de degeneración y destrucción que enfrentamos en los tiempos actuales.

¡Esta es la realidad del mundo actual!
¡No la podemos obviar!

“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.  Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican”
Rom 1:18-32




NO HAY EXCUSAS PARA SUSTITUIR A DIOS.

No hay excusas para negar su realidad eterna cuando hay evidencias claras y palpables ante nuestros ojos. Es una NECEDAD hacerlo...

“Dice el necio en su corazón: No hay Dios”
Salmo 14:1

Además de manifestarse en la naturaleza, nos ha revelado su voluntad de manera plena y específica por medio de Jesucristo, el Verbo Encarnado.

“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a nuestros antepasados por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas”
Hebreos 1:1-3

El mismo da fe de ello ante sus discípulos...

“Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos”
Lucas 24:44

No hay excusas para sustituir las palabras de Dios, por las palabras del hombre, cuando en repetidas ocasiones nos ha dado claras confirmaciones claras y oportunas de su eficacia; no hay excusas para negar la realidad de un Dios real y comunicativo que nos instruye con sus verdades absolutas por medio de su revelación escrita.

¡El Dios que transmite VIDA al crearnos!
¡El Dios que transmite VIDA al hablarnos!

“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”
Hebreos 4:12




NO HAY EXCUSAS PARA SUSTITUIR A DIOS.

¡No limites su poder sobrenatural!
¡No cuestiones su perfecta soberanía!

“Eterno Dios, que moras entre querubines, solo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra”
2 Reyes 19:15

No sustituyas a Aquel que te ha creado con propósitos eternos por medio de Jesucristo.

“De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre”
Juan 5:24-27
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