UNA NUEVA OPORTUNIDAD
Ezequías. 2 Reyes 20:1. LA REALIDAD DE NUESTRA PARTIDA (enfermo de muerte V. 1)
En cualquier momento vamos a partir por lo tanto debemos ser
consciente de nuestro fin en ésta tierra.
¿CUANTOS AÑOS NOS GUSTARIA VIVIR MAS? Ecles. 8:8 No hay hombre que tenga
potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de
la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la
posee. Una enfermedad por simple que sea, es un recordatorio de que un día
moriremos. Nunca se está demasiado enfermo hasta que se va con el médico. Hay
enfermedades sin síntomas, silenciosas como la hipertensión. NO respeta edades
(niños, jóvenes, adultos, viejos).
Alguna vez usted ha dicho: Dios me dio una nueva oportunidad, tal vez escuchó
de otros: Bueno Dios le dio una nueva oportunidad. Esto cuando estuvimos ante
un peligro inminente de un asalto, un accidente de tráfico, un peligro, en esos
segundos lo primero que pensamos es en la familia, muchos han elevados una
oración silenciosa, Dios si me saca de esta, si me das una nueva oportunidad,
voy a cambiar mi conducta con Dios, con la iglesia, con la familia etc. ejemplo cuando hay un
fuerte temblor… Pero usted sabe lo que pasa,
muy pocos cumplen con sus promesas,
ORDENAR LA CASA
(Ordena tu casa v.2) Dios a través de Isaías le da a Ezequías la
noticia de que iba a morir, así que por lo tanto Ordena tu casa antes de
partir. En el sentido terrenal Hacer
testamento; resolver problemas familiares; reconciliarse Ordena tu casa en el sentido
espiritual Una simple enfermedad debe
ser suficiente para ser humildes para con Dios. No hay que ser orgullosos una
vez que nos hallamos curado 2 Crónicas 32:24,25; “En aquel tiempo Ezequías
enfermó de muerte; y oró a Jehová, quien le respondió, y le dio una señal. Mas Ezequías no
correspondió al bien que le había sido hecho: sino que se enalteció su
corazón, y vino la ira contra él, y contra Judá y Jerusalén”.
Porque morirás, y no vivirás Ya no tendremos oportunidades.
Si no ordenamos nuestra vida estando vivo no lo vamos hacer de muerto. No
tendremos oportunidad de pedir perdón, de perdonar, de ser ejemplo, de servir a
Dios. De nada sirve hacer planes con
nuestra vida, si no está Dios en ellos.
Veamos lo que nos dice Lucas 12: 12-16; También les refirió una
parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y él
pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis
frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y
allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos
bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.
12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que
has provisto, ¿de quién será? Lucas 12: 12-16
III UNA ORACIÓN A
DIOS CON LA ACTITUD CORRECTA PUEDE
CAMBIAR EL CURSO DE LA HISTORIA (vv. 2-5)
Con frecuencia desestimamos el enorme poder que hay tras la
oración. Puede que las circunstancias que esté enfrentando ahora sean sumamente
difíciles; incluso, personas a su alrededor le han dicho que no hay remedio.
Eso fue lo que enfrentó el rey Ezequías. Sin embargo, cuando volvió su mirada a
Dios, el curso de la historia cambio. Dios no solo hizo un milagro de sanidad
en su vida, sino que utilizó circunstancias en apariencia ilógicas, que rompían
todo esquemas, para mostrar su poder. Es el Dios de gloria y poder en el que
hemos creído. Dios responde a nuestras oraciones. Con frecuencia
Escuchamos a personas que olvidan que Dios no solo nos ama
sino que, además, escucha nuestras oraciones.
Cuando se enteró de la inminencia de su muerte, el rey Ezequías fue al
Señor en oración (v. 2)
El rey Ezequías tenía claro que podía confiar en Dios para
que obrara un milagro (vv. 2, 3) La
oración es intimidad con Dios. El rey
Ezequías volcó su corazón a Dios como debemos hacer siempre que oramos. Dios escucha y responde a nuestras oraciones.
Es el adversario espiritual quien nos siembra la idea de que estamos solos
(v.4, 5). Dios desea hacer algo especial con nuestra vida hoy. Pídale ese milagro
que necesita, como lo hizo el rey Ezequías (v. 6)
Dios obra de manera sorprendente y rompe todos los esquemas
(vv. 7- 11) La clave para que la oración
cambie las circunstancias, es que toda nuestra fe la depositemos en Dios. Creer
por encima del qué dirán, creer y obrar
CONCLUSIÓN ¿Hemos
tenido la oportunidad de vivir como del Rey Ezequías después de sanar de una
enfermedad? Aprovechémosla para servir más a Dios. Es evidente que las
circunstancias pueden cambiar, y lo que hoy rebosa de salud mañana puede caer
en enfermedad, situación que podemos enfrentar usted y yo. ¿Estamos seguros de que la próxima vez que
nos enfermemos volveremos a sanar? ¿Qué tan agradecidos estamos hoy por la
oportunidad que Dios nos da de estar viviendo? Ahora, cuando andamos en los
caminos del Señor, podemos tener la certeza de que no estamos solos, y
que—cuando oramos—ocurren milagros y las circunstancias, por adversas que
parezcan, cambiarán. No sabemos los años de vida que nos dará el Señor, pero
hoy que vivimos, ahora que estamos vivos, adoremos y honremos a Dios con
nuestras vidas. Aprovechemos está nueva
oportunidad que tenemos cada día para crecer espiritualmente, pongamos en orden
nuestra casa y que nuestras oraciones sean sinceras para ver entonces la
misericordia de Dios. Amén.
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