ADORACIÓN EN MEDIO DE LA PRUEBA Abraham
Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el
asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a
vosotros”. Génesis 22:5.
Éste capítulo nos enseña una de las etapas más difíciles de
la vida de Abraham. Dice la Escritura que “probó Dios a Abraham” pidiéndole lo
que quizá éste más amaba: su hijo Isaac. Pero, al final de ésta historia,
Abraham es aprobado por Dios, y logra superar éste difícil momento de su vida.
En el versículo mencionado, podemos observar varias actitudes
y acciones fundamentales para superar los tiempos adversos y los momentos de
prueba, veamos:
Obediencia: Vemos esto cuando Abraham dice: “yo y el
muchacho iremos hasta allá”, Dios le había dicho que viajará hasta la tierra de
Moriah y así lo hizo, y cuando vio de lejos el lugar, ordena a sus siervos que
se queden allí y él continua el camino con su hijo. No cuestionó a Dios, ni le
pidió explicaciones, simplemente obedeció, y por esto fue bendecido y honrado
por el Señor. La adoración no puede hacerse a nuestra manera, debe ser cómo
Dios dice, pues vemos que la adoración de Caín no fue aprobada por Dios,
precisamente por eso.
Adoración: Abraham expresa su primer objetivo para ir hasta
allá: “adoraremos”. La vida de adoración cuando depende del estado emocional
del adorador, es casi aniquilada, cuando llegan las dificultades. Cuando el
adorador ha aprendido que su Dios es el mismo en toda circunstancia, y que es
Dios Todopoderoso, lo adora por encima de la adversidad, lo adora aunque el
camino por donde transite sea difícil.
Perseverancia: Después de viajar tres días (con su hijo y
con sus siervos), Abraham ve de lejos el lugar y continua el viaje, caminando
sólo con su hijo, fue un viaje difícil, por tierra semidesértica, ahora empieza
subir por el monte que Dios le indica, cansado, pensando y preocupado por el
futuro de su hijo, el de su familia, recordando las promesas del Señor… Pero a
pesar de todo, Abraham siguió adelante hasta el lugar que Dios había
determinado. Cómo Pablo debemos Proseguir a la meta, sin desmayar, sino
fortaleciéndonos en Dios.
Fe: Abraham dice: “adoraremos y volveremos”, confiado en que
volverá con su hijo, pues Dios le había dicho: “por Isaac se prolongará tu
descendencia”. El Espíritu Santo nos revela en el N.T. que Abraham obedeció a
Dios, pensando que es poderoso para levantar aún de entre los muertos (Heb.
11:19), así que Abraham tenía toda su confianza en Dios.
Reflexión final: Lo que destacó a Abraham fue precisamente
su fe en Dios. Es necesario continuar nuestro camino de fe, sin desmayar, ni
renunciar; tal vez sea necesario descansar, hazlo, sabiendo que el verdadero
reposo sólo se halla en Su presencia, Dios es nuestra fuerza.
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