5 Cosas Importantes Sobre Las Personas Que Oran
“A TI, SEÑOR, LEVANTARÉ MI ALMA” (Salmo 25:1)
El Salmo 25 describe a una persona que ha escogido el camino correcto, aunque no lo encuentre fácil de recorrer. En los diez primeros versículos podemos aprender 5 cosas importantes sobre las personas que oran:
(1) Saben a dónde deben ir a por ayuda.
“A ti, Señor, levantaré mi alma” (Salmo 25:1). Otras personas nos pueden ayudar, pero sólo Dios nos puede sostener.
(2) Saben en Quién confiar.
“…en Ti confío… ¡No se alegren de mí mis enemigos!” (versículo 2). Ama a tus enemigos, porque el Señor lo hace. Ora por ellos, preséntalos a Él, y sigue adelante. 3) Saben el propósito de la oración.
“Muéstrame… tus caminos; enséñame tus sendas” (versículo 4). “Orar es cambiar. La oración es el canal principal que Dios utiliza para transformarnos. Si no estamos dispuestos a cambiar, dejaremos de orar. Cuanto más oremos, más estaremos en sintonía con el latido del corazón de Dios. La oración es el inicio de nuestra comunicación con Dios cuando todas las alternativas que nos ofrece la vida se abren ante nosotros. En ese momento o abandonamos nuestra vida de oración y dejamos de crecer, o continuamos y permitimos que Él nos cambie”.
(4) Saben la base de su aceptación.
“Conforme a tu misericordia acuérdate, Señor, de mí, por tu bondad…” (versículo 7). No podemos acercarnos a Dios sobre la base de nuestra propia bondad, sólo en la de los méritos de la gracia salvadora de Cristo.
(5) Saben que la oración funciona.
“…enseñará a los mansos su carrera” (versículo 9). Cuando no puedes ver el camino delante de ti, ora. El Señor te lo irá revelando paso a paso; todo lo que tienes que hacer es seguirle.
“A TI, SEÑOR, LEVANTARÉ MI ALMA” (Salmo 25:1)
El Salmo 25 describe a una persona que ha escogido el camino correcto, aunque no lo encuentre fácil de recorrer. En los diez primeros versículos podemos aprender 5 cosas importantes sobre las personas que oran:
(1) Saben a dónde deben ir a por ayuda.
“A ti, Señor, levantaré mi alma” (Salmo 25:1). Otras personas nos pueden ayudar, pero sólo Dios nos puede sostener.
(2) Saben en Quién confiar.
“…en Ti confío… ¡No se alegren de mí mis enemigos!” (versículo 2). Ama a tus enemigos, porque el Señor lo hace. Ora por ellos, preséntalos a Él, y sigue adelante. 3) Saben el propósito de la oración.
“Muéstrame… tus caminos; enséñame tus sendas” (versículo 4). “Orar es cambiar. La oración es el canal principal que Dios utiliza para transformarnos. Si no estamos dispuestos a cambiar, dejaremos de orar. Cuanto más oremos, más estaremos en sintonía con el latido del corazón de Dios. La oración es el inicio de nuestra comunicación con Dios cuando todas las alternativas que nos ofrece la vida se abren ante nosotros. En ese momento o abandonamos nuestra vida de oración y dejamos de crecer, o continuamos y permitimos que Él nos cambie”.
(4) Saben la base de su aceptación.
“Conforme a tu misericordia acuérdate, Señor, de mí, por tu bondad…” (versículo 7). No podemos acercarnos a Dios sobre la base de nuestra propia bondad, sólo en la de los méritos de la gracia salvadora de Cristo.
(5) Saben que la oración funciona.
“…enseñará a los mansos su carrera” (versículo 9). Cuando no puedes ver el camino delante de ti, ora. El Señor te lo irá revelando paso a paso; todo lo que tienes que hacer es seguirle.
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