PREPARÉMONOS ANTE DOS EVENTOS SEGUROS.
¡Seamos realistas! Hay dos eventos SEGUROS que pueden suceder
en cualquier momento:
La muerte física.
o
El regreso de Jesucristo.
Que importante es que los cristianos nos mantengamos
preparados; necesitamos mantenernos “despiertos” en el Espíritu practicando la
obediencia y cumpliendo con la obra encomendada.
Nuestro Señor Jesucristo es claro y directo en sus
advertencias...
“Vosotros, pues, estad preparados, porque a la hora que no
penséis, el Hijo del hombre vendrá”
Lucas 12:40
“Aquel siervo que conociendo la voluntad de Dios no se
preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes”
Lucas 12:47
“Porque a todo aquel a quien se le haya dado mucho, mucho se
le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá”
Lucas 12:48
¡MANTENGÁMONOS PREPARADOS!
A la hora que no pensemos, nos enfrentaremos con la
muerte... A la hora que no pensemos
Jesucristo vendrá.
Que el Espíritu Santo obrando en nosotros nos ayude a
mantener una conducta irreprensible en todo momento y lugar... nos ayude a llevar una vida alejada de
todo pecado, sin dejarnos impresionar por sus seducciones engañosas... nos ayude a permanecer sensibles y activos ante las
necesidades de las personas que nos rodean... nos ayude a difundir el mensaje de la
Palabra de Dios hacia todos los rincones de la tierra.
Para mantenernos eficazmente preparados ante Dios, es
necesario que tomemos en serio la oración y la reflexión bíblica; hemos de
incrementarla, mantenerla y perseverar en ella... ¡No se puede de otra manera!
¡Jesucristo dijo!
“Separados de mí nada podéis hacer”
Juan 15:5
La determinación para vivir de acuerdo con su voluntad procede
de su Espíritu obrando en nosotros...
¡Permanezcamos conectados con él!
“Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos
sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de
noche se embriagan.
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos
vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como
yelmo.
Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar
salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para
que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él”
1 tesalonicenses 5:6-10
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