jueves, 5 de julio de 2018

ANTE LA MISIÓN ENCOMENDADA POR DIOS


ANTE LA MISIÓN ENCOMENDADA POR DIOS.

Tu nacimiento no fue un accidente, así como también los diversos sucesos incomprensibles y dolorosos que se han propiciado en el transcurso de tu vida. Todo lo que te ha sucedido hasta el día de hoy, forma parte de un plan divino que en estos momentos no logras vislumbrar con claridad.

Desde antes de que tú nacieras, Dios te escogió para una misión específica que habrías de desarrollar en un tiempo determinado y en un lugar específico...     ¡Difundir su Palabra!

“Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”
Jeremías 1:5

Vives en medio de un contexto profetizado por nuestro Señor Jesucristo, en el que las señales de su pronto regreso son cada vez más evidentes e intensas; y ante tal responsabilidad y privilegio, es necesario que tomes en cuenta ciertas actitudes...



ANTE LA MISION ENCOMENDADA POR DIOS.

Reconoce tu total incapacidad para emprenderla. Hay una cantidad enorme de defectos personales y limitantes internas que te lo impiden. Necesitas reconocer que sin la asistencia sobrenatural y transformadora del Espíritu Santo es imposible.

Ponte bajo sus órdenes incondicionales. Esto implica renunciar sin temor a tus planes personales para someterte al proyecto que Dios tiene para ti; al hacerlo, él cambiará radicalmente tu rutina y te dará los medios necesarios para que lo emprendas.

Cultiva constantemente tu vida espiritual. Necesitas hacerlo para no perder de “la visión de tu misión” y mantenerte fuerte ante las adversidades que debas de enfrentar, que de hecho se intensificarán.

Haz lo que esté de tu parte; pero dependiendo en todo momento de la capacitación sobrenatural del Espíritu Santo.

No desvalorices lo que haces, aunque lo consideres insignificante y pase desapercibido ante los ojos de muchos; la obra que hagas, tendrá repercusiones eternas de gran magnitud.




ANTE LA MISION ENCOMENDADA POR DIOS.

No dejes de tomar en cuenta las actitudes anteriores; tenlas siempre presentes con la firme convicción de que no vivirás en vano.

“El Eterno Dios cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Dios, es para siempre; no desampares la obra de tus manos”
Salmo 138:8

No hay comentarios:

Publicar un comentario