EL EFECTO ILUMINADOR DE LA PALABRA DE DIOS.
Dios ha confirmado con claridad de que todo cuanto está
escrito en la Biblia es verdadero, no hay margen de error ni de falsedad; sus
enseñanzas, promesas y profecías se mantienen firmes con el paso de los siglos.
¡Lo hemos comprobado!
¡Así es y así será!
“Estas son palabras verdaderas de Dios”
Apocalipsis 19:9
El problema de muchas personas, es que intentan amoldar el
contenido de la Palabra de Dios bajo los parámetros de la lógica científica y
de las leyes naturales; y al no lograrlo, entonces incurren en la incredulidad
y rechazo. Todo por filtrar las verdades absolutas en “coladores” terrenales.
Ejemplo de lo anterior lo vemos en la experiencia que el
apóstol Pablo tuvo con los atenienses. Veamos...
“Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se
enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría. Así que discutía en la
sinagoga con los judíos y piadosos, y en la plaza cada día con los que
concurrían.
Y algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos
disputaban con él; y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros:
Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les predicaba el evangelio de
Jesús, y de la resurrección. Y tomándole, le trajeron al Areópago, diciendo:
¿Podremos saber qué es esta nueva enseñanza de que hablas? Pues traes a
nuestros oídos cosas extrañas. Queremos, pues, saber qué quiere decir esto.
(Porque todos los atenienses y los extranjeros residentes allí, en ninguna otra
cosa se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo.)
Entonces Pablo, puesto en pie en medio del Areópago, dijo:
Varones atenienses, en todo observo que sois muy religiosos; porque pasando y
mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en el cual estaba esta
inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle,
es a quien yo os anuncio.
El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay,
siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos
humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues
él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha
hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la
tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su
habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan
hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros.
Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de
vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. Siendo,
pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o
plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.
Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta
ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;
por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por
aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los
muertos. Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se
burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez”
Hechos 17:16-32
Todo iba bien, pero cuando escucharon sobre la resurrección,
algo “tan absurdo” para la razón humana y para las leyes de la naturaleza
entonces se burlaron dejándole.
Semejante situación sucede actualmente con las enseñanzas
bíblicas, ya que muchas de ellas “chocan” con las leyes racionales y naturales;
es por eso que, para asimilarlas, es necesario hacerlo bajo la acción directa
del Espíritu Santo. Al respecto, el apóstol Pablo escribe...
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se
han de discernir espiritualmente”
1 corintios 2:14
Necesitamos subordinar nuestros procesos mentales bajo la
acción del Espíritu Santo, para que al exponernos a la Palabra de Dios recibamos
su iluminación sobrenatural capaz de derribar todo esquema lógico; por eso
escribe el salmista:
“La exposición de tus palabras alumbra,
hace entender a los simples”
Salmo 119:130
Comprendamos que el contenido de la Palabra de Dios permanece
sobre todo esquema racional.
Comprendamos que el Poder sobrenatural de Dios permanece
sobre toda ley natural y científica.
Para combatir la inestabilidad en las convicciones de la
Palabra de Dios es necesario exponerse continuamente a su contenido; mientras
más lo hagamos, mayor será la iluminación interior que recibamos.
No busquemos otras fuentes terrenales para hacerlo, pues más
oscurecerán nuestra mente; acudamos a la fuente de LUZ perpetua.
“Lámpara es a mis pies
tu palabra
y lumbrera a mi camino”
Salmo 119: 105
Alimentémonos cada día con el nutriente espiritual adecuado.
“No solo de pan vivirá el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”
Mateo 4:4
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