A PESAR DE TU APRETADA AGENDA.
Tu prioridad de cada día debe ser la de buscar a Dios en
oración y en la reflexión de su Palabra. No existe otra prioridad mayor, las
demás son después.
Es edificante el ejemplo que nuestro Señor Jesucristo ofrece
a pesar de la “apretada agenda” que tuvo durante los años de su ministerio;
dice el evangelio que “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió
y se fue a un lugar desierto, y ahí oraba” (Marcos 1:35)
POR ESO...
A PESAR DE TU APRETADA AGENDA.
Lo primero que debes tener en cuenta antes de llevar a cabo
todas tus actividades correspondientes, es la de cultivar tu vida espiritual
mediante la oración y la reflexión bíblica; necesitas alimentar tu alma con la
Palabra de Dios y fortalecerla con la acción revitalizadora del Espíritu Santo.
Los retos de la vida diaria son en extremo demandantes y las
influencias negativas son continuas, pero que sin la asistencia sobrenatural de
Dios terminarías en confusión, en fatiga, en derrota y en frustración.
“Si Dios no edificare la casa, en vano trabajan los que la
edifican; si Dios no guardare la ciudad, en vano vela la guardia. Por demás es
que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de
dolores”
Salmo 127:1-2
Esto ya lo sabes...
¡Pero necesitas recordarlo!
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