La Visión Nocturna En La Palabra de Dios
“¿Quién de entre vosotros teme a Jehová…? El que anda en
tinieblas y carece de luz confíe en el nombre de Jehová” Isaías 50:10.
Dios nos promete paz, pero no una navegación tranquila o
inmunidad a los problemas de la vida. La Biblia dice que “El que anda en
tinieblas y carece de luz confíe en el nombre de Jehová”. Mira tu Biblia: a)
Job vivió una vida ejemplar no obstante lo perdió todo. Confundido y perplejo
exclamó “Dios ha cercado con valla mi camino y no puedo pasar; y sobre mis
veredas ha tendido tinieblas” (Job 19:8); b) Jeremías, tras predicar a un
pueblo rebelde que le pegaron y le hicieron preso, dijo, “¡Ay, si mi cabeza se
hiciera agua y mis ojos fuentes de lágrimas, para llorar día y noche” (Jeremías
9:1); c) Pablo sufrió tanto que “perdimos la esperanza de conservar la vida” (2
Corintios 1:8)!
La fe es como un rollo de película, se rebela en la
oscuridad. Los momentos oscuros nos obligan a apoyarnos en Dios de un modo que
no haríamos normalmente. La verdad es que si nuestra fe no fuera puesta a
prueba no estaríamos motivados para buscar a Dios y a acerarnos a Él. “Cuando
la oscuridad parece ocultar Su rostro, yo descanso en Su invariable gracia.
Cuando mi alma se rinde, Él es mi esperanza. En Cristo permanezco, la roca
sólida que me sostiene rodeado de arenas movedizas”. Es fácil alabar a Dios
cuando tienes buena salud y tus facturas están pagadas. Es cuando la luz se convierte
en tinieblas que descubrimos de lo que está hecha nuestra fe y dónde realmente
ponemos nuestra confianza. Es en esos momentos ¡cuando desarrollamos visión
nocturna!
“Te daré los tesoros escondidos” Isaías 45:3.
A veces Dios no nos dice por qué, porque Él quiere que
sepamos quién. En el Salmo 23, David va de hablar sobre Dios, “Jehová es mi
pastor”, a hablar con Él, “porque tú estarás conmigo”. ¿Qué pasó entre medias?
David aprendió que no importa los oscuros que sea el camino, el Señor estará
allí para guiarnos. Él descubrió que es mejor caminar por el valle con Dios que
estar en las montañas solo. Dios no siempre alumbra el camino antes, pero Él
promete, “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no
te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás ni la llama arderá en
ti” (Isaías 43:2). Cuando te sientes derrotado y hundido, ¡reclama la promesa!
Job tenía muchas preguntas sin respuesta, pero cuando empezó a entender la
diferencia entre razones y relaciones, le dijo a Dios, “De oídas te conocía,
mas ahora mis ojos te ven” (Job 42:5). Cuando no puede encontrar la razón,
confía en la relación. Dios no te fallará.
Al contrario de lo que piensas, la oscuridad no es siempre
obra del enemigo. A veces es una de las mejores herramientas de enseñanza de
Dios. “Cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el
mar… Ellos se asustaron mucho, y se maravillaban” (Marcos 6:48-51). Conoces al
Señor atravesando tormentas con él. El salmista dijo, “Aun las tinieblas no
encubren de ti, y la noche resplandece como el día; ¡lo mismo te son las
tinieblas que la luz!” (Salmos 139:12). Así que, en vez de escapar de los
problemas, pídele a Dios que te ayude a desarrollar visión nocturna para que
puedas ver “los tesoros escondidos”.
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