ISAÍAS 26.2-4
Las guerras, las crisis económicas y las responsabilidades
diarias, son solo unas pocas fuentes comunes de estrés que encontramos. Si nos
detenemos a pensar mucho en estas cosas, la ansiedad nos abrumará.
El Señor nos dice qué es lo que debemos hacer. Jesús nos
aseguró que, aunque enfrentaríamos dificultades, podríamos descansar en Él (Jn
16.33). Pero no podemos confiar en alguien que no conocemos. Por esta razón,
debemos primero buscar saber quién es Él.
La verdad de la Biblia es el lugar perfecto para comenzar.
Por ejemplo, nuestro Dios es Señor y Dueño. Él es omnipresente, omnisciente,
fiel y poderoso. Ama incondicionalmente y ofrece el perdón a todos los que
confían en su Hijo como Salvador. Adopta a los creyentes como sus hijos, y
quiere lo mejor para la vida de cada cristiano, tanto así que nos castiga
cuando desobedecemos. Y Él desea que lo amemos más que a todos y que a todo en
este mundo.
Conocer estos hechos es solo el comienzo. Como en cualquier
relación, el tiempo propicia la familiaridad. Podemos leer la Biblia, orar,
meditar en la Palabra de Dios y escuchar en silencio que su Espíritu hable a
nuestros corazones. Esto nos ayudará a entender cómo piensa Él. Además, ver la
manera como obra Dios en las vidas de los demás, nos ayudará a conocer sus caminos.
Jesús es fiel, y Él le ofrece descanso en medio de un mundo
atribulado. Quiere que usted ponga sus cargas sobre Él y que experimente su
paz. ¿Conoce usted a este Dios maravilloso? Saque tiempo diariamente para estar
en su presencia y conocerlo más y más.
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