viernes, 1 de agosto de 2025

Construyendo puentes

 


Construyendo puentes

“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”, 1 Pedro 3:15

En la escritura encontramos el testimonio de una liberación extraordinaria. Un hombre estaba poseído por una legión de demonios (una legión romana podría tener entre 4,200 y 6,000 soldados), y tiene un encuentro con Jesús, quien lo libera y envía los demonios a unos cerdos, quienes se precipitan al mar y se ahogan.

Y vienen los que apacentaban los cerdos y ven al hombre que había estado endemoniado sentado, vestido y en su juicio cabal y tuvieron miedo. El hombre le pidió a Jesús que lo dejara estar con él, como dice Marcos 5:18 “Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que le dejase estar con él.”

Pero Jesús hace algo que nos deja intrigados, en el versículo 19 le dice “Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.” (Marcos 5:19)

Entonces vemos cómo en el versículo 20, el hombre liberado empieza a hacer la misión encomendada: “Y se fue, y comenzó a publicar en Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban”.

Este hombre tendió puentes entre él y su comunidad para que conocieran a Jesús, a través de su testimonio personal. Pues todos habían sido testigos de un hombre que moraba en los sepulcros y que no podían amarrarlo ni aun con cadenas, pero ahora observaban a un hombre tranquilo, transformado, que hablaba de Aquel que podía liberar verdaderamente.

Pero el punto de esta historia, es saber que nosotros, luego de creer en Jesús, podemos tender puentes para que los que nos rodean conozcan a Jesús, contándoles cuán grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros.   Oración.

«Padre, que ahora mi vida nueva en Cristo sea evidencia y el puente que comunique a otros con tu amor; que cuando conozcan la expresión del fruto de Cristo en mi vida, puedan tener un encuentro real contigo, para gloria de tu nombre, amén.

Entonces, ¿cuáles son esas grandes cosas que el Señor ha hecho por ti? Ve y cuéntales a los tuyos cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti; cuando las personas crucen ese puente encontrarán algo extraordinario: cómo por la fe se te ha otorgado gratuitamente una esperanza de vida eterna, Cristo en ti.

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