Como creíste te sea hecho.
“Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea
hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.” Mateo 8:13
Es necesario entender el contexto de lo que está pasando
aquí. Primero, la biblia nos describe a un hombre acercándose a Jesús, un centurión
(Mateo 8:5-6). Los centuriones eran los suboficiales de mayor rango en el
ejército legionario de infantería. Éste centurión llega a Jesús no ordenándole
que sane a su criado, sino rogándole, ¡increíble! Un romano con tan alto rango
humillándose delante de Jesús, reconociendo con aquella actitud de ruego la
Autoridad de Jesús, y no sólo lo vemos en su actitud, sino también en sus
palabras cuando expresa: “Señor”, reconociendo y exaltando el señorío de Jesús
(Mateo 8:6). Y esto nos debe llevar a pensar: ¿con qué actitud llegamos delante
de Dios cuando le hacemos una petición? Esta porción bíblica nos enseña que
debemos presentarnos delante de Dios en humildad, entendiendo y reconociendo
que sin Él no somos nada.
Por lo tanto hermanos, aprendamos de la actitud del centurión
a humillar nuestro corazón delante de Dios, quitar nuestro orgullo, y a cambio
pidámosle al Señor que nos permita tener un corazón manso y humilde como el de
Jesús (Mateo 11:29) Una vez hagamos esto la biblia nos revela que podemos expresar
delante de Dios todo nuestro ruego, dudas, temores, necesidades, etc.
entendiendo que solo en Jesús está la respuesta a todo lo que necesitamos. Oración.
«Padre, te pido que por medio de tu Espíritu Santo crees en
mí un corazón humilde como el de tu Hijo Jesús que me permita acercarme a tu
trono de gracia para hallar el oportuno socorro. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario