sábado, 22 de febrero de 2025

La muerte de Cristo nos muestra el cumplimiento de su propósito

 


La muerte de Cristo nos muestra el cumplimiento de su propósito

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Romanos 5:8

Al mirar a Cristo podemos decir sin ninguna duda que vivió una vida con propósito, pues cumplió con el plan de salvación dispuesto por Dios para la humanidad desde el mismo momento en que el hombre pecó en el Jardín del Edén.

El plan de salvación diseñado por Dios consistía en que Cristo fuera a la cruz para ser inmolado como el cordero de la propiciación (Romanos 3:25; 1 Juan 2:2) para poder no solamente cubrir los pecados, sino quitarlos completamente, haciendo referencia a lo dicho por Dios en Génesis 3:15 y a lo enseñado por Dios en Génesis 3:21, ese mismo plan fue profetizado en el antiguo testamento en Isaías 53:1-12 y confirmado en el nuevo testamento cuando Juan el bautista por revelación del Espíritu de Dios declara “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29b)

Gracias a que Jesucristo logró vivir una vida con propósito que culminó con el cumplimiento del plan de salvación establecido por Dios, todo aquel que cree en Jesús puede volver a experimentar el amor de Dios por medio de una relación personal de amor con Él. Por eso el apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo escribe en Efesios 5:2 “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.”

Cuando miramos a Cristo y su muerte en la cruz, podemos ver el precio tan alto que pagó, pero sobre todo podemos ver su gran amor, ese amor, que como Dios manifestó en Génesis, y como hombre ejecutó en la cruz. Cristo cumplió su propósito y restauró esa relación con Dios que se había perdido por causa de nuestro pecado, así que dispongámonos y empecemos a vivir con propósito, correspondiendo así a ese gran amor expresado por Dios en Juan 3:16 y Romanos 5:8 y ejecutado por Cristo en la cruz.   Oración.

«Amado Jesús, hoy quiero agradecerte por ese gran amor que me has demostrado en la cruz, gracias porque al cumplir tu propósito me has permitido experimentar tu gran amor, y ese amor me ha transformado, ayúdame con tu Santo Espíritu a andar en Amor para alcanzar así también mi propósito de vida y corresponder a tu amor. Amén

No hay comentarios:

Publicar un comentario