El logro de una mente comprensiva
Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Santiago 1:3
Nunca dude que las pruebas lograrán algo positivo. Están destinadas a producir "paciencia" o, mejor traducido, "resistencia" o "perseverancia". Con cada prueba forjamos la tenacidad de espíritu que resiste bajo presión mientras esperamos con paciencia que Dios quite la prueba a su debido tiempo y entonces nos recompensa. Eso nos fortalece a medida que obtenemos más resistencia.
Dios nos edifica de la misma manera que un corredor va desarrollando poco a poco la capacidad de correr largas distancias. Él comienza por lo más insignificante y va aumentando hasta la capacidad máxima. Dios permite mayores pruebas en nuestra vida a fin de aumentar nuestra resistencia para un mayor servicio y gozo, ya que cuanto más difícil la batalla, tanto más grata la victoria. Cuando usted sale de una prueba difícil, puede regocijarse por la liberación que Dios le ha dado. Eso prueba que se puede confiar en Él, y eso fortalece su fe. Esperanza del cielo
Gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos.
Romanos 8:23-24
Las pruebas en la vida de un creyente aumentan su esperanza del cielo. Así como las pruebas crean un creciente desinterés por el mundo efímero, también crean un mayor deseo, por ejemplo, de reunirse con un ser querido que se ha ido para estar con el Señor. Si los seres más queridos de su vida han ido a la presencia de nuestro Salvador, y si usted ha invertido su tiempo y su dinero en las cosas eternas, entonces no tendrá muchas ataduras con este mundo transitorio.
Más allá de esta vida de sufrimiento hay un futuro glorioso para el creyente que nos hace desear aun más el cumplimiento de la salvación. De modo que las pruebas nos dan un mayor aprecio de lo que es eterno; nos ayudan a anhelar la ciudad eterna del cielo.
Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.
Santiago 1:3
Nunca dude que las pruebas lograrán algo positivo. Están destinadas a producir "paciencia" o, mejor traducido, "resistencia" o "perseverancia". Con cada prueba forjamos la tenacidad de espíritu que resiste bajo presión mientras esperamos con paciencia que Dios quite la prueba a su debido tiempo y entonces nos recompensa. Eso nos fortalece a medida que obtenemos más resistencia.
Dios nos edifica de la misma manera que un corredor va desarrollando poco a poco la capacidad de correr largas distancias. Él comienza por lo más insignificante y va aumentando hasta la capacidad máxima. Dios permite mayores pruebas en nuestra vida a fin de aumentar nuestra resistencia para un mayor servicio y gozo, ya que cuanto más difícil la batalla, tanto más grata la victoria. Cuando usted sale de una prueba difícil, puede regocijarse por la liberación que Dios le ha dado. Eso prueba que se puede confiar en Él, y eso fortalece su fe. Esperanza del cielo
Gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esperanza fuimos salvos.
Romanos 8:23-24
Las pruebas en la vida de un creyente aumentan su esperanza del cielo. Así como las pruebas crean un creciente desinterés por el mundo efímero, también crean un mayor deseo, por ejemplo, de reunirse con un ser querido que se ha ido para estar con el Señor. Si los seres más queridos de su vida han ido a la presencia de nuestro Salvador, y si usted ha invertido su tiempo y su dinero en las cosas eternas, entonces no tendrá muchas ataduras con este mundo transitorio.
Más allá de esta vida de sufrimiento hay un futuro glorioso para el creyente que nos hace desear aun más el cumplimiento de la salvación. De modo que las pruebas nos dan un mayor aprecio de lo que es eterno; nos ayudan a anhelar la ciudad eterna del cielo.
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