La
finalidad del bautismo o inmersión es obtener el perdón de los pecados
(Hechos 2.38; 22.16; 1 Pedro 3.21). Algunos equivocan el propósito del
bautismo. Contrario a la Biblia ,
enseñan que el bautismo sólo es para dar un testimonio público de que ya uno es
cristiano. Otros aumentan el error, cuando afirman que el bautismo sólo es la
puerta que le da entrada al cristiano a la iglesia local. Para los que así
predican, el bautismo sólo viene a ser el acto por el cual el cristiano se
incorpora a una congregación, y que se hace hasta tiempo después de la conversión.
Dicha doctrina no aparece por ningún lado en la Biblia. Por la Biblia misma sabemos que
los convertidos no necesitan ser incorporados a ninguna organización humana,
sino que el mismo Señor los añade a su propia iglesia (Hechos 2.41,47). El ser
ya cristianos, les da derecho a ser miembros de cualquier congregación local, o
a iniciar una en su casa o en cualquier parte. Al ser bautizado, usted debe
saber que el agua no tiene la virtud de lavar sus pecados, pero que el bautismo
es más que agua. El bautismo
es más que agua, porque en él todo bautizado recibe los beneficios de la muerte
y resurrección de Jesucristo (Romanos
6.3-5; Colosenses 2.12,13; 3.1-4). Ser muerto, sepultado y resucitado
juntamente con Cristo es lo mismo que decir: "tenemos
redención por su sangre" (Efesios
1.7)
El
bautismo bíblico debe suministrarse "en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mateo
28.19). Por eso conviene que la persona que lo hubiere de bautizar diga algo
así: "Yo te bautizo para el perdón de tus pecados en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo". Dicho esto, en segundos él podrá
sumergirlo en el agua y extraerlo (Romanos 6.3,4; Colosenses 2.12).
No hay comentarios:
Publicar un comentario