Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.Génesis1:2
En el principio todo era caos, desorden, vaciedad. Aparece ante nosotros un panorama oscuro, nada prometedor, casi sin esperanza. Lo único que había en la tierra era incoherencia. Pero entonces, justo cuando la imagen no podía ser más devastadora, aparece Dios: “El Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.- El Espíritu de Dios, Dios mismo, estaba allí, para resolver los problemas. De igual forma EL esta EN NOSOTROS para traer orden a nuestra vida, para darnos esperanza, viene a nuestra vida para desbordar su amor y su poder sobre nosotros. El es el administrador de todos los dones y de toda la herencia que tiene para nosotros aquí en la tierra.
Note entonces que el espíritu del desorden es una iniquidad que puede ser heredad hasta la cuarta generación.- Para desarraigar este espíritu de nuestra generaciones, únicamente lo podemos lograr a través de la ministracion del Espíritu de Dios que cambia el desorden en orden de nuestras vidas.
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