Aferrándose a lo que es bueno
Seguid lo bueno.
Romanos 12:9
Como siervo de Jesucristo, Dios quiere que usted se comprometa con todo lo bueno, con todo lo que sea justo y digno. Esa tarea requiere el uso de discernimiento. Con la ayuda de Dios y su Palabra, usted debe evaluarlo todo con cuidado y decidir qué debe rechazar y qué debe seguir (1 Ts. 5:21-22).
A medida que se aparta de las cosas del mundo y que se satura de las Escrituras, lo que es bueno irá sustituyendo lo que es malo. Entonces usted hará realidad el mensaje de Pablo a los creyentes de Roma: "No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta" (12:2). El amor fraternal
Amaos los unos a los otros con amor fraternal.
Romanos 12:10
El amor fraternal revela el carácter de los cristianos. Por eso Pablo les recuerda a los creyentes que pongan en práctica esa virtud: "Acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros" (1 Ts. 4:9).
El verdadero discípulo de Jesucristo intuitivamente sabe que debe amar a sus hermanos y hermanas en Cristo. Como tienen el mismo Padre celestial, el amor entre los creyentes es tan normal como el afecto entre los miembros de una familia. Si es un verdadero discípulo, tal amor será verdaderamente suyo.
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