La
Medida de la Obediencia a la Autoridad
La sumisión es absoluta (se debe de hacer), pero la obediencia es relativa (se hace o no se
hace). La sumisión es un asunto de actitud, mientras que la obediencia es
un asunto de conducta.
Pedro y Juan respondieron al concilio judío: “Juzgad si es justo delante
de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios” Hech 4:19. Su actitud no
era rebelde, puesto que todavía se sometían a los que estaban en
autoridad.
La obediencia, sin embargo puede
no ser absoluta. A algunas autoridades es necesario obedecer, mientras
que a otras no, especialmente cuando están en juego principios cristianos.
Solo Dios recibe la obediencia absoluta sin medida; toda persona
inferior a Dios solo puede recibir obediencia limitada. Debemos someternos a la
persona que ha recibido la autoridad delegada de Dios, pero tenemos que
desobedecer la orden que ofende a Dios.
Ejemplos Bíblicos de esto:
1.- Las parteras de
que desobedecieron las órdenes de Faraón. - ¿?
2.- Los tres amigos de
Daniel que se negaron a adorar la estatua. – horno de fuego
3.- Daniel
desobedeciendo el decreto real de no orar. – pozo de los leones
4.- Pedro predicando
el evangelio a pesar de la orden del consejo gobernante.- prisión
En estos casos se desobedece
a la autoridad delegada por principios cristianos pero se sufren las consecuencias
a la desobediencia.
Señales indispensables que acompañan a los
obedientes
A.- Una persona que ha conocido la autoridad
procurará desde luego, hallar la autoridad dondequiera que vaya.
B.- Una persona que ha tenido un encuentro con
la autoridad de Dios es mansa y tierna. Ha sido ablandada y no puede ser
dura ni legalista, es apacible.
C.- Una persona que de veras ha tenido un
encuentro con la autoridad jamás quiere estar en autoridad. No tiene la
preocupación ni el interés de llegar a ser una autoridad. No se complace
en dar consejos ni menos dominar a otros. Sólo los que no conocen
la autoridad son los que desean ser autoridad.
D.- Una persona que ha tenido contacto con la
autoridad mantiene la boca cerrada. Está en sujeción, y no se atreve a
hablar descuidadamente porque en ella hay un sentido de autoridad.
E.- Una persona que ha estado en contacto con
la autoridad es sensible a todo acto de anarquía y rebelión que le
rodee.
que bonita reflexion!
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