Deseoso de servir
Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.
Romanos 1:15
¿Se siente feliz y entusiasta al cumplir la responsabilidad que Dios le ha encomendado? Como se puede decir, según el versículo de hoy, que fue la actitud de Pablo. Estaba dedicado por completo a hacer la obra del ministerio. Nunca su propia vida fue lo más importante. La vida tenía un solo propósito para él, y era el hacer la voluntad de Dios. Siempre estuvo deseoso de predicar.
Pablo era como un caballo de carreras en el portalón o un corredor de carreras cortas en el punto de partida, esperando ganar la victoria. Dios tenía que sujetarlo de vez en cuando porque estaba demasiado deseoso de correr. ¿Está deseoso de servir? ¿Es esa la clase de servicio que usted presta o algunos tienen que aguijonearlo con toda su fuerza para hacer que participe? Si su servicio a Cristo es de todo corazón, entonces estará deseoso de servir. La clave para el crecimiento espiritual
Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
2 Pedro 3:18
El crecimiento espiritual no es místico, sentimental, devocional ni psicológico. No es el resultado de alguna fórmula ingeniosa. Es sencillamente el igualar su práctica con su posición.
Como creyentes, nuestra posición en Cristo es perfecta: Estamos completos en Él (Col. 2:10); tenemos todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad (2 P. 1:3); y hemos recibido todas las bendiciones espirituales (Ef. 1:3). Pero ahora tenemos que progresar en nuestra vida diaria de una forma que corresponda con nuestra exaltada posición.
El versículo de hoy presenta el concepto más importante en la comprensión y la experiencia del crecimiento espiritual. El dar gloria a Dios está directamente relacionado con el crecimiento espiritual. Por lo tanto, es esencial que comprendamos lo que significa glorificarlo. Rechazo
La piedra que desecharon los edificadores
Ha venido a ser cabeza del ángulo.
Salmo 118:22
El corazón de Miriam se le fue a los talones al estar allí frente a su armario leyendo una carta que la consejera de su colegio acababa de entregarle. Se le había negado la admisión en la universidad a la que quería asistir. Al otro lado del corredor, Martín sentía lo mismo, habiendo sido eliminado del equipo de baloncesto de la secundaria. Su compañero, Tomás, se había quedado en casa ese día, literalmente enfermo porque su enamorada había roto con él.
El rechazo es una de las cargas más duras que tenemos que soportar. Menoscaba nuestra confianza y daña nuestro sentido de bienestar. Pero ayuda a recordar que nuestro Señor mismo entiende el dolor del rechazo. Isaías 53:3 dice: "Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro." Jesús dij "El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado" (Lucas 9:22, lbla).
Debido a que él fue rechazado, nosotros podemos ser aceptados. Efesios 1:6 nos habla de "la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado."
Si usted enfrenta el dolor del rechazo hoy, recuerde que Jesús entiende. Él se interesa, y está esperando abrazarlo y animar su corazón.
martes, 2 de febrero de 2010
lunes, 1 de febrero de 2010
Samuel Hernandez - Cuando levanto mis manos
levantemos nuestras manos hermanos y adoremos a nuestro señor y padre que esta en los cielos
Dése a sí mismo
Dése a sí mismo
Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas.
1 Tesalonicenses 2:8
Tuve el privilegio de asistir al seminario a fin de estudiar para el ministerio. Aprendí mucho de los libros que leí, las notas que tomé y los ensayos que escribí. Pero aprendí mucho más de la vida de los hombres que me enseñaron. En vez de concentrarme en lo que decían, me encontraba en por qué lo decían.
Eso es lo que Pablo hizo con los romanos. En realidad dij "Antes de darles mi teología, déjenme darme a mí mismo". Pablo es un modelo para todos los que sirven a Cristo. Siga el ejemplo de Pablo y comience a darse a sí mismo. La presión del ministerio
El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.
2 Timoteo 2:6
Una persona que sirve de todo corazón estará contenta solamente con el fruto espiritual. Pero algunas solo estarán contentas con prestigio, aceptación o dinero.
En el pasado, Satanás ha tratado de poner ese pensamiento en mi mente. A veces ha tratado de ponerme a dudar de por qué me interesan las personas a quienes sirvo. Su propósito es asegurarme en el conocimiento de que soy salvo y voy al cielo, que se me paga bien en un buen trabajo con mucha seguridad. Pero esa es una mentira de Satanás.
Es fácil dejar que Satanás lo presione a uno hasta conformarse con menos de lo mejor de Dios. Cuando Satanás pone pensamientos como esos en mi cabeza, mi reacción es: No estoy contento con que se me tome en cuenta o se me aprecie. Lo que importa es llevar fruto. Haga del fruto espiritual el enfoque de su ministerio. Una obligación con Dios
A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.
Romanos 1:14
Un joven me preguntó una vez qué me motiva a estudiar semana tras semana. Le dije que a veces los pasajes bíblicos son tan estimulantes que no puedo esperar a que llegue el domingo para predicar. Pero luego hay otras veces en las que lucho contra las prioridades que desplazan mi tiempo de estudio, y entonces mi ministerio no parece tan emocionante. Tengo en realidad que abrirme paso a través de esos tiempos porque sé que tengo una deuda con Dios.
¿Qué sucede si veo que hay una casa incendiada, y las personas que están dentro no saben lo que está ocurriendo? No puedo pararme en la esquina y preguntarme si vale la pena que se salven. Como tienen necesidad y yo tengo la información que puede salvarlos, estoy obligado con ellos.
Si usted participa en el servicio cristiano solo cuando le gusta hacerlo, no ha aprendido la clase de servicio que Pablo describió en el versículo de hoy. Cuando se enfrenta a un tiempo difícil en el servicio a las personas, a veces de lo único que puede depender es de su obligación con Dios.
Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas.
1 Tesalonicenses 2:8
Tuve el privilegio de asistir al seminario a fin de estudiar para el ministerio. Aprendí mucho de los libros que leí, las notas que tomé y los ensayos que escribí. Pero aprendí mucho más de la vida de los hombres que me enseñaron. En vez de concentrarme en lo que decían, me encontraba en por qué lo decían.
Eso es lo que Pablo hizo con los romanos. En realidad dij "Antes de darles mi teología, déjenme darme a mí mismo". Pablo es un modelo para todos los que sirven a Cristo. Siga el ejemplo de Pablo y comience a darse a sí mismo. La presión del ministerio
El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.
2 Timoteo 2:6
Una persona que sirve de todo corazón estará contenta solamente con el fruto espiritual. Pero algunas solo estarán contentas con prestigio, aceptación o dinero.
En el pasado, Satanás ha tratado de poner ese pensamiento en mi mente. A veces ha tratado de ponerme a dudar de por qué me interesan las personas a quienes sirvo. Su propósito es asegurarme en el conocimiento de que soy salvo y voy al cielo, que se me paga bien en un buen trabajo con mucha seguridad. Pero esa es una mentira de Satanás.
Es fácil dejar que Satanás lo presione a uno hasta conformarse con menos de lo mejor de Dios. Cuando Satanás pone pensamientos como esos en mi cabeza, mi reacción es: No estoy contento con que se me tome en cuenta o se me aprecie. Lo que importa es llevar fruto. Haga del fruto espiritual el enfoque de su ministerio. Una obligación con Dios
A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.
Romanos 1:14
Un joven me preguntó una vez qué me motiva a estudiar semana tras semana. Le dije que a veces los pasajes bíblicos son tan estimulantes que no puedo esperar a que llegue el domingo para predicar. Pero luego hay otras veces en las que lucho contra las prioridades que desplazan mi tiempo de estudio, y entonces mi ministerio no parece tan emocionante. Tengo en realidad que abrirme paso a través de esos tiempos porque sé que tengo una deuda con Dios.
¿Qué sucede si veo que hay una casa incendiada, y las personas que están dentro no saben lo que está ocurriendo? No puedo pararme en la esquina y preguntarme si vale la pena que se salven. Como tienen necesidad y yo tengo la información que puede salvarlos, estoy obligado con ellos.
Si usted participa en el servicio cristiano solo cuando le gusta hacerlo, no ha aprendido la clase de servicio que Pablo describió en el versículo de hoy. Cuando se enfrenta a un tiempo difícil en el servicio a las personas, a veces de lo único que puede depender es de su obligación con Dios.
domingo, 31 de enero de 2010
Mateo 12
Mateo 12 -
CAPÍTULO 12
Versículos 1-8. Jesús defiende a sus discípulos por espigar en el día de reposo. 9-13. Jesús sana en el día de reposo al hombre de la mano seca. 14-21. Malicia de los fariseos. 22-30. Jesús sana a un endemoniado. 31, 32. Blasfemia de los fariseos. 33-37. Las malas palabras proceden de un corazón malo. 38-45. Escribas y fariseos reprendidos por pedir señales. 46-50. Los discípulos de Cristo son sus hermanos más cercanos.
Vv. 1-8.Estando en los campos de trigo, los discípulos empezaron a sacar trigo: la ley de Dios lo permitía, Deuteronomio xxiii, 25. Esta era una magra provisión para Cristo y sus discípulos, pero se contentaban con eso. Los fariseos no discutieron con ellos por cortar el trigo de otro hombre, sino por hacerlo el día de reposo. Cristo vino a libertar a sus seguidores, no sólo de las corrupciones de los fariseos, sino de sus reglas antibíblicas, y justificó lo que ellos hicieron. El más grande no verá satisfechas sus concupiscencias, pero el menor verá que hay consideración por sus necesidades. Los trabajos en el día de reposo son legítimos si son necesarios, y el día de reposo es para fomentar, y no para obstaculizar la adoración. Se debe hacer la provisión necesaria para la salud y la comida, pero el caso es muy diferente cuando se tienen sirvientes en casa, y las familias se vuelven escenario de apresuramientos y confusión en el día del Señor, para dar un festín a los visitantes o para darse un gusto. Cabe condenar cosas como esas y muchas otras que son comunes entre los profesantes. El descanso del día de reposo fue ordenado para bien del hombre, Deuteronomio, v, 14. No se debe entender ninguna ley en forma tal que contradiga su propia finalidad. Como Cristo es el Señor del día de reposo, es apropiado que dedique para sí el día y su obra.
Vv. 9-13.Cristo demuestra que las obras de misericordia son lícitas y propias para hacerlas en el día del Señor. Hay otras maneras de hacer el bien en los días de reposo además de los deberes de la adoración: atender al enfermo, aliviar al pobre, ayudar a los que necesitan alivio urgente, enseñar a los jóvenes a cuidar sus almas; estas obras hacen el bien: y deben hacerse por amor y caridad, con humildad y abnegación, y serán aceptadas, Génesis iv, 7.
Esto tiene un significado espiritual, como otras sanidades que obró Cristo. Por naturaleza nuestras manos están secas y por nosotros mismos somos incapaces de hacer nada que sea bueno. Sólo Cristo nos cura por el poder de su gracia; Él sana la mano seca poniendo vida en el alma muerta; obra en nosotros tanto el querer como el hacer: porque, con el mandamiento, hay una promesa de gracia dada por la palabra.
Vv. 14-21.Los fariseos hicieron consulta para hallar alguna acusación contra Jesús para condenarlo a muerte. Consciente de la intención de ellos, Él se retiró de ese lugar, porque su tiempo no había llegado.
El rostro no corresponde más exactamente al rostro reflejado en el agua, que el carácter de Cristo esbozado por el profeta con su temperamento y conducta descrito por los evangelistas. Encomendemos con alegre confianza nuestras almas a un Amigo tan bueno y fiel. Lejos de romperla, fortalecerá la caña quebrada; lejos de apagar el pábilo humeante, o casi extinguido, más bien Él soplará para avivar la llama. Desechemos las contiendas y los debates airados; recibámonos unos a otros como Cristo nos recibe. Y mientras estemos animados por la bondad de la gracia de nuestro Señor, debemos orar que su Espíritu repose en nosotros y nos haga capaces de imitar su ejemplo.
Vv. 22-30.Un alma sometida al poder de Satanás, y cautivada por él, está ciega a las cosas de Dios y muda ante el trono de la gracia; nada ve y nada dice a propósito. Satanás ciega los ojos con la incredulidad; y sella los labios de la oración. Mientras más gente magnificaba a Cristo, más deseosos de injuriarlo estaban los fariseos. Era evidente que si Satanás ayudaba a Jesús a expulsar demonios, ¡el reino del infierno estaba dividido contra sí mismo, entonces, cómo podría resistir! Y si decían que Jesús echaba fuera demonios por el príncipe de los demonios, no podían probar que sus hijos los echaran por algún otro poder. Hay dos grandes intereses en el mundo; y cuando los espíritus inmundos son expulsados por el Espíritu Santo, en la conversión de los pecadores a una vida de fe y obediencia, ha llegado a nosotros el reino de Dios. Todos los que no ayudan, ni se regocijan con esa clase de cambio, están contra Cristo.
Vv. 31, 32.He aquí una bondadosa seguridad del perdón de todo pecado en las condiciones del evangelio. Cristo sienta aquí el ejemplo para que los hijos de los hombres estén dispuestos para perdonar las palabras que se dicen contra ellos. Pero los creyentes humildes y conscientes son tentados, a veces, para que piensen que han cometido el pecado imperdonable, mientras los que más se aproximan a eso, rara vez tienen algún temor por ello. Podemos tener la seguridad de que los que indudablemente se arrepienten y creen el evangelio, no han cometido este pecado o algún otro de la misma clase; porque el arrepentimiento y la fe son dones especiales de Dios que no otorgaría a ningún hombre si estuviera decidido a no perdonarle; los que temen haber cometido este pecado, dan una buena señal de que no. El pecador tembloroso y contrito tiene en sí mismo el testimonio de que no es así en su caso.
Vv. 33-37.El idioma del hombre descubre de qué país procede, igualmente de qué clase de espíritu es. El corazón es la fuente, las palabras son los arroyos. Una fuente turbia y una corriente corrupta deben producir arroyos barrosos y desagradables. Nada sanará las aguas, sazonará el habla, ni purificará la comunicación corrupta sino la sal de la gracia, echada en la corriente. El hombre malo tiene un mal tesoro en su corazón, del cual el pecador saca las malas palabras y las malas acciones para deshonrar a Dios y herir al prójimo. Velemos continuamente sobre nosotros mismos para que podamos hablar plabras conformes al carácter cristiano.
Vv. 38-45.Aunque Cristo siempre está listo para oír y responder los deseos y las oraciones santas, los que piden mal, piden y, sin embargo, no tienen. Se dieron señales a los que las deseaban para confirmar su fe, como Abraham y Gedeón; pero se negaron a los que las exigían para excusar su incredulidad. La resurrección de Cristo de entre los muertos por su poder, aquí se llama señal de Jonás el profeta, y es la gran prueba de que Cristo era el Mesías. Como Jonás estuvo tres días y tres noches en el pez grande, y luego volvió a salir vivo, así estaría Cristo ese tiempo en la tumba y resucitaría.
Los ninivitas avergonzarían a los judíos por no arrepentirse; la reina de Saba los avergonzaría por no creer en Cristo. Nosotros no tenemos esos impedimentos, no vamos a Cristo con esas inseguridades. Esta parábola representa el caso de la iglesia y nación judía. También es aplicable a todos los que oyen la palabra de Dios y, se reforman en parte, pero no se convierten de verdad. El espíritu inmundo se va por un tiempo, pero cuando vuelve, encuentra que Cristo no está ahí para impedirle entrar; el corazón está barrido por la reforma externa, pero adornado por los preparativos para cumplir las malas sugerencias, y el hombre se vuelve enemigo más decidido de la verdad. Todo corazón es la residencia de espíritus inmundos, salvo los que son templo del Espíritu Santo, por fe en Cristo.
Vv. 46-50.La prédica de Cristo era simple, y familiar, y adecuada para sus oyentes. Su madre y sus hermanos estaban dentro, deseando oírle. Frecuentemente los que están más cerca de los medios de conocimiento y de gracia son los más negligentes. Somos buenos para descuidar lo que pensamos que podemos tener un día, olvidando que el mañana no es nuestro. A menudo nos topamos con obstáculos a nuestra obra, de parte de amigos que nos rodean, y sacados de los cuidados por las cosas de esta vida, de las preocupaciones de nuestra alma.
Cristo estaba tan dedicado a su obra que ningún deber natural o de otra índole lo apartaba de ella. No se trata que, so pretexto de la religión, seamos insolentes con los padres o malos con los padres, sino que el deber menor debe quedar a la espera mientras se hace el mayor. Dejemos a los hombres y aferrémonos a Cristo; miremos a todo cristiano, en cualquier condición de vida, como hermano, hermana, o madre del Señor de la gloria; amemos, respetemos y seamos amables con ellos por amor a Él y siguiendo su ejemplo.
CAPÍTULO 12
Versículos 1-8. Jesús defiende a sus discípulos por espigar en el día de reposo. 9-13. Jesús sana en el día de reposo al hombre de la mano seca. 14-21. Malicia de los fariseos. 22-30. Jesús sana a un endemoniado. 31, 32. Blasfemia de los fariseos. 33-37. Las malas palabras proceden de un corazón malo. 38-45. Escribas y fariseos reprendidos por pedir señales. 46-50. Los discípulos de Cristo son sus hermanos más cercanos.
Vv. 1-8.Estando en los campos de trigo, los discípulos empezaron a sacar trigo: la ley de Dios lo permitía, Deuteronomio xxiii, 25. Esta era una magra provisión para Cristo y sus discípulos, pero se contentaban con eso. Los fariseos no discutieron con ellos por cortar el trigo de otro hombre, sino por hacerlo el día de reposo. Cristo vino a libertar a sus seguidores, no sólo de las corrupciones de los fariseos, sino de sus reglas antibíblicas, y justificó lo que ellos hicieron. El más grande no verá satisfechas sus concupiscencias, pero el menor verá que hay consideración por sus necesidades. Los trabajos en el día de reposo son legítimos si son necesarios, y el día de reposo es para fomentar, y no para obstaculizar la adoración. Se debe hacer la provisión necesaria para la salud y la comida, pero el caso es muy diferente cuando se tienen sirvientes en casa, y las familias se vuelven escenario de apresuramientos y confusión en el día del Señor, para dar un festín a los visitantes o para darse un gusto. Cabe condenar cosas como esas y muchas otras que son comunes entre los profesantes. El descanso del día de reposo fue ordenado para bien del hombre, Deuteronomio, v, 14. No se debe entender ninguna ley en forma tal que contradiga su propia finalidad. Como Cristo es el Señor del día de reposo, es apropiado que dedique para sí el día y su obra.
Vv. 9-13.Cristo demuestra que las obras de misericordia son lícitas y propias para hacerlas en el día del Señor. Hay otras maneras de hacer el bien en los días de reposo además de los deberes de la adoración: atender al enfermo, aliviar al pobre, ayudar a los que necesitan alivio urgente, enseñar a los jóvenes a cuidar sus almas; estas obras hacen el bien: y deben hacerse por amor y caridad, con humildad y abnegación, y serán aceptadas, Génesis iv, 7.
Esto tiene un significado espiritual, como otras sanidades que obró Cristo. Por naturaleza nuestras manos están secas y por nosotros mismos somos incapaces de hacer nada que sea bueno. Sólo Cristo nos cura por el poder de su gracia; Él sana la mano seca poniendo vida en el alma muerta; obra en nosotros tanto el querer como el hacer: porque, con el mandamiento, hay una promesa de gracia dada por la palabra.
Vv. 14-21.Los fariseos hicieron consulta para hallar alguna acusación contra Jesús para condenarlo a muerte. Consciente de la intención de ellos, Él se retiró de ese lugar, porque su tiempo no había llegado.
El rostro no corresponde más exactamente al rostro reflejado en el agua, que el carácter de Cristo esbozado por el profeta con su temperamento y conducta descrito por los evangelistas. Encomendemos con alegre confianza nuestras almas a un Amigo tan bueno y fiel. Lejos de romperla, fortalecerá la caña quebrada; lejos de apagar el pábilo humeante, o casi extinguido, más bien Él soplará para avivar la llama. Desechemos las contiendas y los debates airados; recibámonos unos a otros como Cristo nos recibe. Y mientras estemos animados por la bondad de la gracia de nuestro Señor, debemos orar que su Espíritu repose en nosotros y nos haga capaces de imitar su ejemplo.
Vv. 22-30.Un alma sometida al poder de Satanás, y cautivada por él, está ciega a las cosas de Dios y muda ante el trono de la gracia; nada ve y nada dice a propósito. Satanás ciega los ojos con la incredulidad; y sella los labios de la oración. Mientras más gente magnificaba a Cristo, más deseosos de injuriarlo estaban los fariseos. Era evidente que si Satanás ayudaba a Jesús a expulsar demonios, ¡el reino del infierno estaba dividido contra sí mismo, entonces, cómo podría resistir! Y si decían que Jesús echaba fuera demonios por el príncipe de los demonios, no podían probar que sus hijos los echaran por algún otro poder. Hay dos grandes intereses en el mundo; y cuando los espíritus inmundos son expulsados por el Espíritu Santo, en la conversión de los pecadores a una vida de fe y obediencia, ha llegado a nosotros el reino de Dios. Todos los que no ayudan, ni se regocijan con esa clase de cambio, están contra Cristo.
Vv. 31, 32.He aquí una bondadosa seguridad del perdón de todo pecado en las condiciones del evangelio. Cristo sienta aquí el ejemplo para que los hijos de los hombres estén dispuestos para perdonar las palabras que se dicen contra ellos. Pero los creyentes humildes y conscientes son tentados, a veces, para que piensen que han cometido el pecado imperdonable, mientras los que más se aproximan a eso, rara vez tienen algún temor por ello. Podemos tener la seguridad de que los que indudablemente se arrepienten y creen el evangelio, no han cometido este pecado o algún otro de la misma clase; porque el arrepentimiento y la fe son dones especiales de Dios que no otorgaría a ningún hombre si estuviera decidido a no perdonarle; los que temen haber cometido este pecado, dan una buena señal de que no. El pecador tembloroso y contrito tiene en sí mismo el testimonio de que no es así en su caso.
Vv. 33-37.El idioma del hombre descubre de qué país procede, igualmente de qué clase de espíritu es. El corazón es la fuente, las palabras son los arroyos. Una fuente turbia y una corriente corrupta deben producir arroyos barrosos y desagradables. Nada sanará las aguas, sazonará el habla, ni purificará la comunicación corrupta sino la sal de la gracia, echada en la corriente. El hombre malo tiene un mal tesoro en su corazón, del cual el pecador saca las malas palabras y las malas acciones para deshonrar a Dios y herir al prójimo. Velemos continuamente sobre nosotros mismos para que podamos hablar plabras conformes al carácter cristiano.
Vv. 38-45.Aunque Cristo siempre está listo para oír y responder los deseos y las oraciones santas, los que piden mal, piden y, sin embargo, no tienen. Se dieron señales a los que las deseaban para confirmar su fe, como Abraham y Gedeón; pero se negaron a los que las exigían para excusar su incredulidad. La resurrección de Cristo de entre los muertos por su poder, aquí se llama señal de Jonás el profeta, y es la gran prueba de que Cristo era el Mesías. Como Jonás estuvo tres días y tres noches en el pez grande, y luego volvió a salir vivo, así estaría Cristo ese tiempo en la tumba y resucitaría.
Los ninivitas avergonzarían a los judíos por no arrepentirse; la reina de Saba los avergonzaría por no creer en Cristo. Nosotros no tenemos esos impedimentos, no vamos a Cristo con esas inseguridades. Esta parábola representa el caso de la iglesia y nación judía. También es aplicable a todos los que oyen la palabra de Dios y, se reforman en parte, pero no se convierten de verdad. El espíritu inmundo se va por un tiempo, pero cuando vuelve, encuentra que Cristo no está ahí para impedirle entrar; el corazón está barrido por la reforma externa, pero adornado por los preparativos para cumplir las malas sugerencias, y el hombre se vuelve enemigo más decidido de la verdad. Todo corazón es la residencia de espíritus inmundos, salvo los que son templo del Espíritu Santo, por fe en Cristo.
Vv. 46-50.La prédica de Cristo era simple, y familiar, y adecuada para sus oyentes. Su madre y sus hermanos estaban dentro, deseando oírle. Frecuentemente los que están más cerca de los medios de conocimiento y de gracia son los más negligentes. Somos buenos para descuidar lo que pensamos que podemos tener un día, olvidando que el mañana no es nuestro. A menudo nos topamos con obstáculos a nuestra obra, de parte de amigos que nos rodean, y sacados de los cuidados por las cosas de esta vida, de las preocupaciones de nuestra alma.
Cristo estaba tan dedicado a su obra que ningún deber natural o de otra índole lo apartaba de ella. No se trata que, so pretexto de la religión, seamos insolentes con los padres o malos con los padres, sino que el deber menor debe quedar a la espera mientras se hace el mayor. Dejemos a los hombres y aferrémonos a Cristo; miremos a todo cristiano, en cualquier condición de vida, como hermano, hermana, o madre del Señor de la gloria; amemos, respetemos y seamos amables con ellos por amor a Él y siguiendo su ejemplo.
sábado, 30 de enero de 2010
Exodos 23
Exodos 23 -
CAPÍTULO 23
Versículos 1-9. Leyes contra la falsedad y la injusticia. 10-19. El año de reposo-El reposo-Las tres fiestas. 20-33. Dios promete conducir a los israelitas a Canaán.
Vv. 1-9.En la ley de Moisés hay marcas muy claras de un sentir moral sólido y de una verdadera sabiduría política. En ella cada cosa es adecuada para el objetivo deseado y confesado: la adoración de un solo Dios y la separación de Israel del mundo pagano. Ninguna de las partes, amistades, testigos ni opiniones comunes deben movernos a minimizar las faltas graves, o a agravar las pequeñas, a excusar a los ofensores, a acusar al inocente ni a tergiversar nada.
Vv. 10-19.La tierra tenía que reposar cada siete años. No debía ararse ni sembrarse; había que comer lo que la tierra produjera de sí misma, sin trabajarla. Esta ley parece tener la intención de enseñar la dependencia de la Providencia, y la fidelidad de Dios al enviar mayor provisión cuando se guardan sus indicaciones. También era un tipo del reposo celestial, cuando cesen para siempre todos los sufrimientos, preocupaciones e intereses terrenales.
Se prohíbe estrictamente todo respeto por los dioses de los paganos. Puesto que la idolatría era un pecado al cual se inclinaban los israelitas, ellos debían eliminar todo recuerdo de los dioses de los paganos.
Se pide en forma estricta la presencia religiosa solemne ante Dios, en el lugar que Él elija. Deben reunirse en la presencia del Señor. ¡Qué buen Amo al que servimos, que ha hecho un deber que nos regocijemos en su presencia! Dediquemos con placer al servicio de Dios esa parte de nuestro tiempo que Él nos pide y contemos sus reposos y ordenanzas como fiestas para nuestra alma. No debían presentarse con las manos vacías; así ahora, nosotros no debemos ir a adorar a Dios con el corazón vacío; nuestra alma debe llenarse con santos deseos y consagración a Él, porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Vv. 20-33.Aquí se promete que ellos serán guiados y resguardados en su camino por el desierto a la tierra prometida. He aquí yo envío mi Ángel delante de ti. El precepto unido con esta promesa es que sean obedientes a este ángel que Dios envía delante de ellos. Cristo es el Ángel de Jehová; esto lo enseña claramente San Pablo, 1 Corintios x, 9.
Deben tener un asentamiento cómodo en la tierra de Canaán. Cuán razonables son las condiciones de esta promesa: que sirvan al único Dios verdadero, no a los dioses de las naciones que de ningún modo son dioses. ¡Cuán ricos son los detalles de esta promesa! El consuelo de su alimento, la continuidad de su salud, el aumento de su riqueza, la prolongación de sus vidas hasta una edad avanzada. Así la piedad tiene promesa de esta vida presente. Se promete que ellos subyugarán a sus enemigos. Bandadas de avispas abrieron camino a las huestes de Israel; Dios puede usar ínfimas criaturas para castigar a los enemigos de su pueblo. Con verdadera bondad para la iglesia, los enemigos son vencidos poco a poco; así nos mantenemos en guardia y en continua dependencia de Dios. Las corrupciones salen del corazón del pueblo de Dios no de una vez por todas, sino poco a poco. El precepto de esta promesa es que no deben tener amistad con los idólatras. Quienes se mantienen fuera de los caminos peligrosos deben evitar las malas compañías. Peligroso es vivir en un barrio malo; los pecados de los vecinos pueden ser lazo para nosotros. El peligro más grande viene de quienes nos harían pecar contra Dios.
CAPÍTULO 23
Versículos 1-9. Leyes contra la falsedad y la injusticia. 10-19. El año de reposo-El reposo-Las tres fiestas. 20-33. Dios promete conducir a los israelitas a Canaán.
Vv. 1-9.En la ley de Moisés hay marcas muy claras de un sentir moral sólido y de una verdadera sabiduría política. En ella cada cosa es adecuada para el objetivo deseado y confesado: la adoración de un solo Dios y la separación de Israel del mundo pagano. Ninguna de las partes, amistades, testigos ni opiniones comunes deben movernos a minimizar las faltas graves, o a agravar las pequeñas, a excusar a los ofensores, a acusar al inocente ni a tergiversar nada.
Vv. 10-19.La tierra tenía que reposar cada siete años. No debía ararse ni sembrarse; había que comer lo que la tierra produjera de sí misma, sin trabajarla. Esta ley parece tener la intención de enseñar la dependencia de la Providencia, y la fidelidad de Dios al enviar mayor provisión cuando se guardan sus indicaciones. También era un tipo del reposo celestial, cuando cesen para siempre todos los sufrimientos, preocupaciones e intereses terrenales.
Se prohíbe estrictamente todo respeto por los dioses de los paganos. Puesto que la idolatría era un pecado al cual se inclinaban los israelitas, ellos debían eliminar todo recuerdo de los dioses de los paganos.
Se pide en forma estricta la presencia religiosa solemne ante Dios, en el lugar que Él elija. Deben reunirse en la presencia del Señor. ¡Qué buen Amo al que servimos, que ha hecho un deber que nos regocijemos en su presencia! Dediquemos con placer al servicio de Dios esa parte de nuestro tiempo que Él nos pide y contemos sus reposos y ordenanzas como fiestas para nuestra alma. No debían presentarse con las manos vacías; así ahora, nosotros no debemos ir a adorar a Dios con el corazón vacío; nuestra alma debe llenarse con santos deseos y consagración a Él, porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Vv. 20-33.Aquí se promete que ellos serán guiados y resguardados en su camino por el desierto a la tierra prometida. He aquí yo envío mi Ángel delante de ti. El precepto unido con esta promesa es que sean obedientes a este ángel que Dios envía delante de ellos. Cristo es el Ángel de Jehová; esto lo enseña claramente San Pablo, 1 Corintios x, 9.
Deben tener un asentamiento cómodo en la tierra de Canaán. Cuán razonables son las condiciones de esta promesa: que sirvan al único Dios verdadero, no a los dioses de las naciones que de ningún modo son dioses. ¡Cuán ricos son los detalles de esta promesa! El consuelo de su alimento, la continuidad de su salud, el aumento de su riqueza, la prolongación de sus vidas hasta una edad avanzada. Así la piedad tiene promesa de esta vida presente. Se promete que ellos subyugarán a sus enemigos. Bandadas de avispas abrieron camino a las huestes de Israel; Dios puede usar ínfimas criaturas para castigar a los enemigos de su pueblo. Con verdadera bondad para la iglesia, los enemigos son vencidos poco a poco; así nos mantenemos en guardia y en continua dependencia de Dios. Las corrupciones salen del corazón del pueblo de Dios no de una vez por todas, sino poco a poco. El precepto de esta promesa es que no deben tener amistad con los idólatras. Quienes se mantienen fuera de los caminos peligrosos deben evitar las malas compañías. Peligroso es vivir en un barrio malo; los pecados de los vecinos pueden ser lazo para nosotros. El peligro más grande viene de quienes nos harían pecar contra Dios.
viernes, 29 de enero de 2010
No parece justo
No parece justo
Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré.
1 Corintios 9:16-17
Hay una historia de un misionero anciano que volvía a su país desde África. Iba en el mismo barco en el que viajaba el Presidente Teddy Roosevelt, que había estado en África de cacería. Cuando atracó el barco en Nueva York, las multitudes saludaban al presidente, pero el anciano misionero y su esposa bajaron del barco sin que nadie los notara.
"Eso no parece justo", le dijo el misionero a su esposa en un tono más bien amargado. "Entregamos nuestra vida en África a fin de ganar almas para Cristo, y cuando llegamos a nuestro país, no hay recompensa alguna ni nadie va a recibirnos. El presidente mató algunos animales y recibe la bienvenida de un rey". Mientras oraban antes de acostarse, el misionero sintió que el Señor le estaba diciend "¿Sabes por qué no has recibido todavía tu recompensa? Porque no estás en el cielo".
Eso es lo que Pablo tenía en mente en su servicio espiritual. No quería recibir aclamación superficial o temporal. Estuvo dispuesto a esperar hasta llegar al cielo, su hogar definitivo, para recibir lo que Dios le había prometido. ¿Está usted dispuesto a esperar? ¿Alguien está escuchando?
Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos.
2 Corintios 12:15
Ha habido ocasiones en mi ministerio como pastor en las que me he preguntado si alguien escucha lo que enseño. ¿De verdad me aprecian las personas o aprecian la enseñanza de la Palabra? Es fácil caer en ese complejo de lástima de sí mismo.
Tal vez se haya sentido así en su ministerio. De ser así, debe recordar que mientras considere el ministerio en el que está como algo que usted da, no tendrá ese problema. Pero si considera el ministerio como algo que recibe, terminará con un concepto tergiversado de lo que en realidad es el ministerio.
Si alguna vez se siente tentado a considerar su ministerio con una actitud egoísta, asuma la actitud que Pablo mostró en el versículo de hoy. Aun cuando las personas lo odiaran, él seguiría amándolas. La principal característica del amor es dar con generosidad. Algo de valor eterno
Deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados.
Romanos 1:11
Hace algunos años, una joven de nuestra iglesia, que era estudiante en una universidad de la ciudad, me dij "Aprendí una gran lección de uno de sus sermones acerca del amor. Siempre pensé que amaba a las niñitas de mi clase de la escuela dominical de cuarto grado. Todas tienen vestiditos adornados y la más linda sonrisa".
Ella siguió diciend "Un sábado estaba en un partido de fútbol de mi escuela, algo que hago todos los sábados, y el Señor me indicó que esa no era la manera adecuada de preparar mi lección de escuela dominical. Como asistía a los juegos del sábado, tenía la costumbre de enseñar una lección el domingo por la mañana que era muy superficial. Dios señaló que en realidad yo no amaba a aquellas niñitas como yo pensaba, ya que no sacrificaba nada de mi propia vida para darles algo de valor eterno".
Ella terminó nuestra conversación diciend "Así que de ahora en adelante no asistiré a ningún otro partido de fútbol hasta que mi lección esté terminada y sienta que puedo impartirles algo de valor eterno."
Pues si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio! Por lo cual, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré.
1 Corintios 9:16-17
Hay una historia de un misionero anciano que volvía a su país desde África. Iba en el mismo barco en el que viajaba el Presidente Teddy Roosevelt, que había estado en África de cacería. Cuando atracó el barco en Nueva York, las multitudes saludaban al presidente, pero el anciano misionero y su esposa bajaron del barco sin que nadie los notara.
"Eso no parece justo", le dijo el misionero a su esposa en un tono más bien amargado. "Entregamos nuestra vida en África a fin de ganar almas para Cristo, y cuando llegamos a nuestro país, no hay recompensa alguna ni nadie va a recibirnos. El presidente mató algunos animales y recibe la bienvenida de un rey". Mientras oraban antes de acostarse, el misionero sintió que el Señor le estaba diciend "¿Sabes por qué no has recibido todavía tu recompensa? Porque no estás en el cielo".
Eso es lo que Pablo tenía en mente en su servicio espiritual. No quería recibir aclamación superficial o temporal. Estuvo dispuesto a esperar hasta llegar al cielo, su hogar definitivo, para recibir lo que Dios le había prometido. ¿Está usted dispuesto a esperar? ¿Alguien está escuchando?
Y yo con el mayor placer gastaré lo mío, y aun yo mismo me gastaré del todo por amor de vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos.
2 Corintios 12:15
Ha habido ocasiones en mi ministerio como pastor en las que me he preguntado si alguien escucha lo que enseño. ¿De verdad me aprecian las personas o aprecian la enseñanza de la Palabra? Es fácil caer en ese complejo de lástima de sí mismo.
Tal vez se haya sentido así en su ministerio. De ser así, debe recordar que mientras considere el ministerio en el que está como algo que usted da, no tendrá ese problema. Pero si considera el ministerio como algo que recibe, terminará con un concepto tergiversado de lo que en realidad es el ministerio.
Si alguna vez se siente tentado a considerar su ministerio con una actitud egoísta, asuma la actitud que Pablo mostró en el versículo de hoy. Aun cuando las personas lo odiaran, él seguiría amándolas. La principal característica del amor es dar con generosidad. Algo de valor eterno
Deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados.
Romanos 1:11
Hace algunos años, una joven de nuestra iglesia, que era estudiante en una universidad de la ciudad, me dij "Aprendí una gran lección de uno de sus sermones acerca del amor. Siempre pensé que amaba a las niñitas de mi clase de la escuela dominical de cuarto grado. Todas tienen vestiditos adornados y la más linda sonrisa".
Ella siguió diciend "Un sábado estaba en un partido de fútbol de mi escuela, algo que hago todos los sábados, y el Señor me indicó que esa no era la manera adecuada de preparar mi lección de escuela dominical. Como asistía a los juegos del sábado, tenía la costumbre de enseñar una lección el domingo por la mañana que era muy superficial. Dios señaló que en realidad yo no amaba a aquellas niñitas como yo pensaba, ya que no sacrificaba nada de mi propia vida para darles algo de valor eterno".
Ella terminó nuestra conversación diciend "Así que de ahora en adelante no asistiré a ningún otro partido de fútbol hasta que mi lección esté terminada y sienta que puedo impartirles algo de valor eterno."
jueves, 28 de enero de 2010
Mateo 11
Mateo 11 -
CAPÍTULO 11
Versículos 1. La prédica de Cristo. 2-6. La respuesta de Cristo a los discípulos de Juan. 7-15. El testimonio de Cristo acerca de Juan el Bautista. 16-24. La perversidad de los judíos. 25-30. El evangelio revelado al simple.-Invitación a los cargados.
V. 1.Nuestro divino Redentor nunca se cansó de su obra de amor; y nosotros no debemos agotarnos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no desfallecemos.
Vv. 2-6.Algunos piensan que Juan envió a preguntar esto para su satisfacción. Donde hay verdadera fe, puede aún haber una mezcla de duda. La incredulidad remanente en los hombres buenos puede, en la hora de tentación, cuestionar a veces las verdades más importantes. Pero esperamos que la fe de Juan no fallara en este asunto, y que él sólo deseara verla fortalecida y confirmada. Otros piensan que Juan envió a sus discípulos a Cristo para satisfacción de ellos.
Cristo les señala lo que han oído y visto. La condescendencia y la compasión de la gracia de Cristo por los pobres muestran que Él era quien debía traer al mundo las tiernas misericordias de nuestro Dios.
Las cosas que los hombres ven y oyen, comparadas con las Escrituras, dirigen el camino en que se debe hallar la salvación. Cuesta vencer prejuicios, y peligroso es no vencerlos, pero los que creen en Cristo, verán que su fe será hallada mucho más para la alabanza, honra y gloria.
V. 7-15.Lo que Cristo dijo acerca de Juan no sólo fue para elogiarlo, sino para provecho del pueblo. Los que oyen la palabra serán llamados a dar cuenta de su provecho. ¿Pensamos que se termina el cuidado cuando se termina el sermón? No, entonces empieza el mayor de los cuidados.
Juan era un hombre abnegado, muerto para todas las pompas del mundo y los placeres de los sentidos. Conviene que la gente, en todas sus apariencias, sea coherente con su carácter y situación.
Juan era hombre grande y bueno, pero no perfecto; por tanto, no alcanzó la estatura de los santos glorificados. El menor en el cielo sabe más, ama más, y hace más alabando a Dios y recibe más de Él que el más grande de este mundo. Pero por el reino de los cielo aquí se debe entender más bien al reino de la gracia, la dispensación del evangelio en su poder y pureza. ¡Cuánta razón tenemos para estar agradecidos que nuestra suerte esté echada en los días del reino de los cielos, bajo tales ventajas de luz y amor! -Hay multitudes que fueron traídas por el ministerio de Juan y llegaron a ser discípulos suyos. Y hubo quienes lucharon por un lugar en este reino, que nadie pensaría que tenían derecho ni título para eso, y parecieron ser intrusos. Nos muestra cuánto fervor y celo se requiere de todos. Hay que negar el yo; hay que cambiar la inclinación, la disposición y el temperamento de la mente. Los que tengan un interés en la salvación grandiosa, lo tendrán a cualquier costo, y no pensarán que es difícil ni la dejarán ir sin una bendición. Las cosas de Dios son de preocupación grande y común. Dios no requiere más de nosotros que el uso justo de las facultades que nos ha dado. La gente es ignorante porque no quiere aprender.
Vv. 16-24.Cristo reflexiona en los escribas y fariseos que tenían un orgulloso concepto de sí. Compara la conducta de ellos con el juego de los niños que, enojándose sin razón, rebaten todos los intentos de sus compañeros por complacerlos, o para que se unan a los juegos para los cuales acostumbraban reunirse.
Las objeciones capciosas de los hombres mundanos son a menudo muy burlonas y demuestran gran malicia. Algo tienen que criticar de todos por excelente y santo que sea. Cristo, que era inmaculado, y apartado de los pecadores, aquí se presenta junto con ellos y contaminado por ellos. La inocencia más inmaculada no siempre será defensa contra el reproche.
Cristo sabía que los corazones de los judíos eran más enconados y endurecidos contra sus milagros y doctrinas que los de Tiro y Sidón; por tanto, su condenación será mayor. El Señor ejerce su omnipotencia, pero no castiga más de lo que merecen y nunca retiene el conocimiento de la verdad de aquellos que lo anhelan.
Vv. 25-30.Corresponde a los hijos ser agradecidos. Cuando vamos a Dios como Padre, debemos recordar que Él es el Señor de cielo y tierra, lo cual nos obliga a ir a Él con reverencia en cuanto es Señor soberano de todo; aunque con confianza como a Quien es capaz de defendernos del mal y proporcionarnos todo bien.
Nuestro bendito Señor agregó una declaración notable: que el Padre había puesto en Sus manos todo poder, autoridad y juicio. Estamos endeudados con Cristo por toda la revelación que tenemos de la voluntad y el amor de Dios Padre, aun desde que Adán pecó.
Nuestro Salvador ha invitado a todos los que trabajan fuerte y están muy cargados que vayan a Él. En algunos sentidos, todos los hombres están así. Los hombres mundanos se recargan con preocupaciones estériles por la riqueza y los honores; el alegre y sensual se esfuerza en pos de los placeres; el esclavo de Satanás y sus propias lujurias es el siervo más esclavizado de la tierra. Los que trabajan duro por establecer su propia justicia, también trabajan en vano. El pecador convicto está muy cargado de culpa y terror; y el creyente tentado y afligido tiene trabajos duros y cargas. Cristo los invita a todos a que vayan a Él en pos de reposo para sus almas. Él solo da esta invitación: los hombres van a Él cuando, sintiendo su culpa y miseria, y creyendo su amor y poder para socorrer, lo buscan con oración ferviente. Así, pues, es deber e interés de los pecadores trabajados y cargados, ir a Jesucristo. Este es el llamado del evangelio: quienquiera que quiera, venga. Todos los que así van recibirán reposo como regalo de Cristo, y obtendrán paz y consuelo en su corazón. Pero al ir a Él deben tomar su yugo y someterse a su autoridad. Deben aprender de Él todas las cosas acerca de su consuelo y obediencia. Él acepta al siervo dispuesto, por imperfectos que sean sus servicios. Aquí podemos hallar reposo para nuestras almas, y sólo aquí.
Ni tenemos que temer su yugo. Sus mandamientos son santos, justos y buenos. Requiere negarse a sí mismo y trae dificultades, pero esto es abundatemente recompensado, ya en este mundo, por la paz y el gozo interior. Es un yugo forrado con amor. Tan poderosos son los socorros que nos da, tan adecuadas las exhortaciones, y tan fuertes las consolaciones que se encuentran en el camino del deber, que podemos decir verdaderamente, que es un yugo grato. El camino del deber es el camino del reposo. Las verdades que enseña Cristo son tales que podemos aventurar por ellas nuestra alma.
Tal es la misericordia del Redentor, y ¿por qué debe el pecador laborioso y cargado buscar reposo en alguna otra parte? Vamos diariamente a Él en busca de la liberación de la ira y de la culpa, del pecado y de Satanás, de todas nuestras preocupaciones, temores y dolores. Pero la obediencia forzada, lejos de ser fácil y liviana, es carga pesada. En vano nos acercamos a Jesús con nuestros labios mientras el corazón esté lejos de Él. Entonces, venid a Jesús para hallar reposo para vuestras almas.
CAPÍTULO 11
Versículos 1. La prédica de Cristo. 2-6. La respuesta de Cristo a los discípulos de Juan. 7-15. El testimonio de Cristo acerca de Juan el Bautista. 16-24. La perversidad de los judíos. 25-30. El evangelio revelado al simple.-Invitación a los cargados.
V. 1.Nuestro divino Redentor nunca se cansó de su obra de amor; y nosotros no debemos agotarnos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no desfallecemos.
Vv. 2-6.Algunos piensan que Juan envió a preguntar esto para su satisfacción. Donde hay verdadera fe, puede aún haber una mezcla de duda. La incredulidad remanente en los hombres buenos puede, en la hora de tentación, cuestionar a veces las verdades más importantes. Pero esperamos que la fe de Juan no fallara en este asunto, y que él sólo deseara verla fortalecida y confirmada. Otros piensan que Juan envió a sus discípulos a Cristo para satisfacción de ellos.
Cristo les señala lo que han oído y visto. La condescendencia y la compasión de la gracia de Cristo por los pobres muestran que Él era quien debía traer al mundo las tiernas misericordias de nuestro Dios.
Las cosas que los hombres ven y oyen, comparadas con las Escrituras, dirigen el camino en que se debe hallar la salvación. Cuesta vencer prejuicios, y peligroso es no vencerlos, pero los que creen en Cristo, verán que su fe será hallada mucho más para la alabanza, honra y gloria.
V. 7-15.Lo que Cristo dijo acerca de Juan no sólo fue para elogiarlo, sino para provecho del pueblo. Los que oyen la palabra serán llamados a dar cuenta de su provecho. ¿Pensamos que se termina el cuidado cuando se termina el sermón? No, entonces empieza el mayor de los cuidados.
Juan era un hombre abnegado, muerto para todas las pompas del mundo y los placeres de los sentidos. Conviene que la gente, en todas sus apariencias, sea coherente con su carácter y situación.
Juan era hombre grande y bueno, pero no perfecto; por tanto, no alcanzó la estatura de los santos glorificados. El menor en el cielo sabe más, ama más, y hace más alabando a Dios y recibe más de Él que el más grande de este mundo. Pero por el reino de los cielo aquí se debe entender más bien al reino de la gracia, la dispensación del evangelio en su poder y pureza. ¡Cuánta razón tenemos para estar agradecidos que nuestra suerte esté echada en los días del reino de los cielos, bajo tales ventajas de luz y amor! -Hay multitudes que fueron traídas por el ministerio de Juan y llegaron a ser discípulos suyos. Y hubo quienes lucharon por un lugar en este reino, que nadie pensaría que tenían derecho ni título para eso, y parecieron ser intrusos. Nos muestra cuánto fervor y celo se requiere de todos. Hay que negar el yo; hay que cambiar la inclinación, la disposición y el temperamento de la mente. Los que tengan un interés en la salvación grandiosa, lo tendrán a cualquier costo, y no pensarán que es difícil ni la dejarán ir sin una bendición. Las cosas de Dios son de preocupación grande y común. Dios no requiere más de nosotros que el uso justo de las facultades que nos ha dado. La gente es ignorante porque no quiere aprender.
Vv. 16-24.Cristo reflexiona en los escribas y fariseos que tenían un orgulloso concepto de sí. Compara la conducta de ellos con el juego de los niños que, enojándose sin razón, rebaten todos los intentos de sus compañeros por complacerlos, o para que se unan a los juegos para los cuales acostumbraban reunirse.
Las objeciones capciosas de los hombres mundanos son a menudo muy burlonas y demuestran gran malicia. Algo tienen que criticar de todos por excelente y santo que sea. Cristo, que era inmaculado, y apartado de los pecadores, aquí se presenta junto con ellos y contaminado por ellos. La inocencia más inmaculada no siempre será defensa contra el reproche.
Cristo sabía que los corazones de los judíos eran más enconados y endurecidos contra sus milagros y doctrinas que los de Tiro y Sidón; por tanto, su condenación será mayor. El Señor ejerce su omnipotencia, pero no castiga más de lo que merecen y nunca retiene el conocimiento de la verdad de aquellos que lo anhelan.
Vv. 25-30.Corresponde a los hijos ser agradecidos. Cuando vamos a Dios como Padre, debemos recordar que Él es el Señor de cielo y tierra, lo cual nos obliga a ir a Él con reverencia en cuanto es Señor soberano de todo; aunque con confianza como a Quien es capaz de defendernos del mal y proporcionarnos todo bien.
Nuestro bendito Señor agregó una declaración notable: que el Padre había puesto en Sus manos todo poder, autoridad y juicio. Estamos endeudados con Cristo por toda la revelación que tenemos de la voluntad y el amor de Dios Padre, aun desde que Adán pecó.
Nuestro Salvador ha invitado a todos los que trabajan fuerte y están muy cargados que vayan a Él. En algunos sentidos, todos los hombres están así. Los hombres mundanos se recargan con preocupaciones estériles por la riqueza y los honores; el alegre y sensual se esfuerza en pos de los placeres; el esclavo de Satanás y sus propias lujurias es el siervo más esclavizado de la tierra. Los que trabajan duro por establecer su propia justicia, también trabajan en vano. El pecador convicto está muy cargado de culpa y terror; y el creyente tentado y afligido tiene trabajos duros y cargas. Cristo los invita a todos a que vayan a Él en pos de reposo para sus almas. Él solo da esta invitación: los hombres van a Él cuando, sintiendo su culpa y miseria, y creyendo su amor y poder para socorrer, lo buscan con oración ferviente. Así, pues, es deber e interés de los pecadores trabajados y cargados, ir a Jesucristo. Este es el llamado del evangelio: quienquiera que quiera, venga. Todos los que así van recibirán reposo como regalo de Cristo, y obtendrán paz y consuelo en su corazón. Pero al ir a Él deben tomar su yugo y someterse a su autoridad. Deben aprender de Él todas las cosas acerca de su consuelo y obediencia. Él acepta al siervo dispuesto, por imperfectos que sean sus servicios. Aquí podemos hallar reposo para nuestras almas, y sólo aquí.
Ni tenemos que temer su yugo. Sus mandamientos son santos, justos y buenos. Requiere negarse a sí mismo y trae dificultades, pero esto es abundatemente recompensado, ya en este mundo, por la paz y el gozo interior. Es un yugo forrado con amor. Tan poderosos son los socorros que nos da, tan adecuadas las exhortaciones, y tan fuertes las consolaciones que se encuentran en el camino del deber, que podemos decir verdaderamente, que es un yugo grato. El camino del deber es el camino del reposo. Las verdades que enseña Cristo son tales que podemos aventurar por ellas nuestra alma.
Tal es la misericordia del Redentor, y ¿por qué debe el pecador laborioso y cargado buscar reposo en alguna otra parte? Vamos diariamente a Él en busca de la liberación de la ira y de la culpa, del pecado y de Satanás, de todas nuestras preocupaciones, temores y dolores. Pero la obediencia forzada, lejos de ser fácil y liviana, es carga pesada. En vano nos acercamos a Jesús con nuestros labios mientras el corazón esté lejos de Él. Entonces, venid a Jesús para hallar reposo para vuestras almas.
miércoles, 27 de enero de 2010
Exodos 22
Exodos 22 -
CAPÍTULO 22
Leyes judiciales.
El pueblo de Dios siempre deberá estar listo para mostrar mansedumbre y misericordia, conforme al espíritu de estas leyes. Debemos responder a Dios no sólo por lo que hacemos maliciosamente sino por lo que hacemos despreocupadamente. Por tanto, cuando hemos hecho daño a nuestro prójimo, debemos hacer restitución, aunque no seamos obligados por la ley. Que estas escrituras dirijan nuestra alma a recordar que si la gracia de Dios de verdad se nos ha manifestado, entonces nos ha enseñado y capacitado para conducirnos de tal modo por su santo poder, que renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, Tito ii, 12. Y la gracia de Dios nos enseña que como el Señor es nuestra porción, hay suficiente en Él para satisfacer todos los deseos de nuestra alma.
CAPÍTULO 22
Leyes judiciales.
El pueblo de Dios siempre deberá estar listo para mostrar mansedumbre y misericordia, conforme al espíritu de estas leyes. Debemos responder a Dios no sólo por lo que hacemos maliciosamente sino por lo que hacemos despreocupadamente. Por tanto, cuando hemos hecho daño a nuestro prójimo, debemos hacer restitución, aunque no seamos obligados por la ley. Que estas escrituras dirijan nuestra alma a recordar que si la gracia de Dios de verdad se nos ha manifestado, entonces nos ha enseñado y capacitado para conducirnos de tal modo por su santo poder, que renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, Tito ii, 12. Y la gracia de Dios nos enseña que como el Señor es nuestra porción, hay suficiente en Él para satisfacer todos los deseos de nuestra alma.
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