jueves, 17 de marzo de 2011

¿Está dispuesto usted?


¿Está dispuesto usted?

Heme aquí, envíame a mí.

Isaías 6:8

Dios quiere un corazón dispuesto en el momento y en el lugar señalados que oiga sus órdenes. También quiere un corazón lleno de la verdadera adoración. Todo el afecto y el pensamiento del creyente deben ponerse en Cristo. Todas sus metas se dirigen a Él. Él es suyo en definitiva.

¿Está dispuesto usted? ¿Es un adorador? ¿Es su propósito en la vida concentrarse en la persona de Cristo? El tener esa actitud significa estar controlado por el Espíritu Santo, que es el único que puede hacer que usted llame a Jesús Señor (1 Co. 12:3). Todos sus bienes, todo su tiempo, toda su energía, todo su talento y todos sus dones deben estar controlados por Él.

Eso también significa estar concentrado en la Palabra porque es en la Palabra donde se ve a Cristo. Se mira su gloria en la Palabra. Así como Cristo vino al mundo para dar su vida a fin de atraer a las personas hacia sí mismo, usted debe hacer lo mismo.

miércoles, 16 de marzo de 2011

El Último Avivamiento


¿Qué hay por delante de la iglesia de Jesucristo? Esta es una pregunta de gran preocupación para creyentes mundialmente. Mientras eventos catastróficos toman lugar por todo el globo, muchos están preguntándose; “¿El Espíritu Santo reanimara la iglesia antes del regreso de Jesús? ¿El cuerpo de Cristo dejara el mundo con un quejido o con un grito de victoria?”

¿Qué hay por delante de la iglesia de Jesucristo? Esta es una pregunta de gran preocupación para creyentes mundialmente. Mientras eventos catastróficos toman lugar por todo el globo, muchos están preguntándose; “¿El Espíritu Santo reanimara la iglesia antes del regreso de Jesús? ¿El cuerpo de Cristo dejara el mundo con un quejido o con un grito de victoria?”

Jesús profetizo estas mismas cosas. Y sus advertencias eran para desafiar nuestra fe. Mientras la iniquidad abruma e inunda la tierra, él pregunta: “Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:8).

Piénsalo: Cristo sabía todo lo que íbamos a enfrentar hoy, desde horrorizantes tiroteos escolares, al alza de homosexualidad militante, a actos terroristas tomando lugar por todo el mundo. En medio de estas cosas, el nos pregunta, ¿Seguirás creyendo, aunque las cosas empeoren? ¿Desmayaras en tu confianza cuando las cosas no sucedan como tú pensaste? O, ¿seguirás confiando en mi?”

Ves, a pesar del aumento en iniquidad y grandes calamidades, Jesús sabia que habría un gran avivamiento en los últimos días. El Espíritu Santo inspiro las profecías de Isaías, y él sabia muy bien acerca de la predicción de un avivamiento mientras el fin se acercaba.

martes, 15 de marzo de 2011

Nuestra misión


Nuestra misión

Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo.

2 Corintios 5:19

Dios amó a un mundo perdido y procuró ganar a los pecadores para sí para su propia gloria. Cristo vino al mundo por amor y procuró ganar a los pecadores para la gloria del Padre. Como creyentes, también nosotros debemos ir al mundo con amor y procurar ganar a los perdidos para la gloria de Dios. Así que nuestra misión es igual que la de Dios.

Somos una extensión del ministerio de Dios el Padre y del Hijo al recibir gloria por la salvación de los perdidos pecadores. Jesús dij "Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo" (Jn. 17:18). "Así como" expresa intención. Así como el Padre envió al Hijo al mundo irredento, así el Hijo ha enviado a los creyentes. ¡Lo maravilloso es que tenemos el privilegio de participar en la misión de Jesucristo para un mundo perdido! El previo requisito del éxito

Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Lucas 19:10

S. D. Gordon escribió un libro intitulado Quiet Talks with World Winners (Conversaciones silenciosas con los ganadores del mundo). En ese libro cuenta la historia de un grupo de personas que se preparaban para escalar el Monte Blanco en los Alpes Suizos. Los guías explicaron que, debido a lo difícil del ascenso, cada persona debía llevar consigo únicamente el equipo necesario para escalar, dejando atrás todas las pertenencias personales.

Un joven inglés no hizo caso al consejo y llevó consigo varias cosas, pero en el camino hacia la cumbre, las fue dejando atrás, una a una. Por último, cuando alcanzó la cumbre, lo había tirado todo menos el equipo esencial.

S. D. Gordon aplicó eso a la vida cristiana: "Muchos de nosotros, cuando nos damos cuenta de que no podemos alcanzar la cumbre con nuestras cargas, dejamos de subir, y levantamos en la llanura nuestras tiendas, y nos quedamos con nuestros planes y nuestras pertenencias insignificantes. La llanura parece estar llena de muchas tiendas" (55). Lo que todos debemos preguntarnos es: ¿Están mis pertenencias personales impidiéndome cumplir la misión que Dios me ha dado?

lunes, 14 de marzo de 2011

Prioridades correctas


Prioridades correctas

Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

Colosenses 3:2

¿Dónde están sus prioridades? ¿Se está concentrando en las cosas de este mundo o en las cosas espirituales? ¿Si Cristo viniera mañana se estropearían los planes de usted? Lamentablemente, muchos cristianos esperan que Él no se aparezca por algún tiempo.

¡Qué comentario tan triste! Si prefiere estar en la tierra que estar en el glorioso hogar de Cristo en el cielo, entonces usted no ama su venida. Dios se aflige cuando no vivimos esperando su gloriosa presencia y estamos más interesados en las cosas efímeras de este mundo.

¿Dónde está su corazón? Es tiempo de hacer un examen minucioso de sus prioridades. Cuando verdaderamente se está agradecido por la salvación que Dios ha dado, se vive con la esperanza de la plenitud de esa salvación aun por venir. Haga suyo el deseo de Juan: "Sí, ven, Señor Jesús" (Ap. 22:20). El motivo de la iglesia

A él sea gloria en la iglesia.

Efesios 3:21

Si se fuera a entrevistar a un grupo de personas y pedirles que mencionen el propósito fundamental de la iglesia, es probable que se obtengan muchas respuestas diferentes.

Algunas pudieran sugerir que la iglesia es un lugar para hacer amistades con personas espirituales. Es donde los creyentes se fortalecen los unos a los otros en la fe y donde se cultiva y se expresa el amor.

Otros pudieran sugerir que la misión de la iglesia es enseñar la Palabra, preparar a los creyentes para diversas responsabilidades e instruir a los niños y a los jóvenes con el propósito de ayudarlos a crecer en Cristo.

Aun otras pudieran decir que otro propósito de la iglesia es alabar a Dios. La iglesia es una comunidad de alabanza que exalta a Dios por lo que es y por lo que ha hecho. Algunas personas sugerirían que como la alabanza es la actividad principal del cielo, debe ser la responsabilidad primordial de los que están en la tierra.

Pero tan importante como son la comunión, la enseñanza y la alabanza, el motivo principal de la iglesia es glorificar a Dios. El apóstol Pablo describió la salvación como "para alabanza de la gloria de su gracia" (Ef. 1:6).

domingo, 13 de marzo de 2011

AGRADECEMOS A DIOS POR SUS MÚLTIPLES MISERICORDIAS Y SU BONDAD AMOROSA


AGRADECEMOS A DIOS POR SUS MÚLTIPLES MISERICORDIAS Y SU BONDAD AMOROSA
Estoy siendo guiado por el Espíritu Santo a escribirle a usted acerca de abrir puertas que están cerradas. Alguien leyendo este mensaje puede relacionarse inmediatamente con esto pues está enfrentando una o más puertas cerradas. Está ahí, frente a usted, una puerta que parece estar continuamente cerrada. Puede ser una situación financiera seria y ante la cual usted ha orado para que una puerta que le dé solución a su problema sea abierta. Pero todo lo que usted trata de hacer parece fallar; las puertas simplemente no se abren.

Yo no sé cuál es su puerta cerrada, pero para muchos parece ser que las puertas y las ventanas de los cielos están cerradas. Los cielos parecen ser de bronce y usted no parece poder penetrarlos. Esta puerta cerrada a la cual me refiero es algún problema, alguna situación, alguna necesidad por la que ha estado orando mucho. Puede ser una crisis que requiera nada menos que un milagro. Y usted no ha recibido todavía una respuesta a sus fervientes oraciones y peticiones que le ha hecho al Señor.

En Apocalipsis, Cristo se refiere a sí mismo como EL QUE ABRE Y CIERRA PUERTAS (3:7). Esto estaba en una carta enviada a los creyentes de la antigua Filadelfia, una iglesia a la que el Señor alabó por guardar su palabra y por nunca negar su nombre. Es decir, en los tiempos más duros, estas personas permanecieron fieles a la Palabra de Dios. Ellos no acusaron al Señor de descuidarlos ni de tener oídos sordos a sus clamores.

Evidentemente, Satanás tenía que venir a ellos con mentiras. Sus principados y poderes de las tinieblas, espíritus mentirosos salidos de las entrañas del infierno dicen que Dios ha cerrado todas las puertas, que él no es merecedor de adoración ni de fe. Pero estos creyentes, de los cuales Jesús dijo que tenían poca fuerza, siguieron confiando, esperando pacientemente a que Dios colocara la llave en la puerta para abrirla. Él tiene la llave para cada puerta cerrada – y sólo él pone delante de nosotros las puertas abiertas.
Aquí está lo que el Señor les prometió a ellos y es ésta también nuestra promesa:

“Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia [no te rendiste durante tu prueba], yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra” (3:10).

Esta hora de la prueba está ya sobre nosotros. Trae pruebas increíbles de fe tan grandes y tan fuertes que muchos caerán en incredulidad mortal. Verdaderamente, ahora en todo el mundo hay una gran caída de esa fe resistente.

Pero usted, – porque usted todavía confía en sus promesas, y está dispuesto a morir en fe, aún si no ve las promesas cumplidas – usted será guardado de la tentación que vendrá sobre todo el mundo para caer en incredulidad. Dios ha escuchado su clamor y él sabe el tiempo, la misma hora en que abrirá todas las puertas. Así que nunca se rinda. Nunca dude. Permanezca firme en sus promesas. Él no le fallará.

sábado, 12 de marzo de 2011

Una esperanza viva

Una esperanza viva

Su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva.

1 Pedro 1:3

Cuando Dios lo salvó y lo transformó a usted, le dio "una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible" (1 P. 1:4). Como resultado, los cristianos pueden vivir con la esperanza de esa herencia eterna.

¿Por qué es importante esa esperanza? Los incrédulos no confían en Él, de modo que no pueden esperar en Él. Pero como creyente usted ha visto que Dios ha sido fiel en el pasado y en el presente, y que le da la esperanza de que será fiel en el futuro. Y eso le da gloria.

Digámoslo de una manera sencilla: Dios es glorificado cuando usted confía en Él. Dios es glorificado cuando usted cree en Él. Y Él es glorificado cuando usted espera en su promesa futura. El Dios que le ha dado tan gran salvación es digno de su esperanza. La emoción de la gracia

Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.

Juan 1:16

¿Es la experiencia de la gracia de Dios en su vida algo emocionante? ¡Lo es para mí! Es conmovedor el solo pensar en el hecho de que Dios, por su propio plan soberano, decidió tener misericordia conmigo.

Él derramó su gracia sobre mí. Él perdonó todos mis pecados. Me dio la presencia interior del Espíritu Santo. Me dio el entendimiento de su Palabra. Me llamó al ministerio espiritual. Todos los días me da abundante comunión con los santos, y me gozo en ser parte de su pueblo redimido. Él me permite ver el mundo como la obra de sus manos. Soy su hijo, y Él me ama de una forma personal.

No hay nada mejor que recibir gracia sobre gracia. Pido a Dios que esa sea la experiencia de usted.

viernes, 11 de marzo de 2011

Llamados a sufrir


Llamados a sufrir

Para [el sufrimiento] fuisteis llamados.

1 Pedro 2:21

Aunque el versículo de hoy parece indicar que se nos llama a sufrir, en realidad se refiere a la última parte del versículo 20, que dice: "Si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios". Cuando los cristianos soportan con paciencia el sufrimiento, eso agrada a Dios.

Eso no debiera sorprendernos. Al comienzo de este capítulo de Primera Pedro, el apóstol afirma que los cristianos "sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable" (v. 9). Nuestro mundo sombrío se resiente y a menudo es hostil con quienes representan al Señor Jesucristo. Ese resentimiento y esa hostilidad pueden sentirse en determinados momentos y lugares más que en otros, pero siempre está allí en cierto modo como parte del privilegio de ser suyos. ¿Qué ama usted en realidad?

Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.

Lucas 14:26-27

Aparte de Dios, nadie pudo haber sido más amado para Abraham que su hijo Isaac. Pero esa era la prueba: "Averiguar si amaba a Isaac más que a Dios". Si amamos a Dios sobre todas las cosas, le daremos gracias por lo que está logrando a través de nuestras pruebas y de nuestros sufrimientos. Pero si nos amamos a nosotros mismos más de lo que amamos a Dios, pondremos en tela de juicio la sabiduría de Dios y nos enojaremos y amargaremos. Si hay algo para nosotros más amado que Dios, entonces Él tiene que quitar eso para que crezcamos espiritualmente.

En el versículo de hoy, Jesús no dijo que debemos odiar a todo el mundo. Más bien quiso decir que si no se ama a Dios hasta el punto de que se esté dispuesto, si fuera necesario, a separarse del padre, de la madre, del cónyuge, de los hijos, del hermano, de la hermana, o incluso de la propia vida, entonces no se le ama sobre todas las cosas. Usted debe decidir hacer la voluntad de Dios ante todo, sin que importe cuánto pueda amar a los demás.

jueves, 10 de marzo de 2011

ALABADO SEA DIOS POR SUS BONDADOSAS MISERICORDIAS


ALABADO SEA DIOS POR SUS BONDADOSAS MISERICORDIAS
Tengo un mensaje corto para aquellos que están experimentando una situación dolorosa y abrumadora. No me estoy dirigiendo a aquellos que ahora disfrutan de un tiempo de descanso después de sufrir, a quienes no están bajo dolor ni pena. Gracias a Dios por esos tiempos de tranquilidad y descanso.

ay cristianos que están pasando por divorcio, hijos drogadictos o en prisión, la muerte de un cónyuge. Una mujer que está tan enamorada de Jesús acaba de perder a sus tres hijos que murieron sofocados en un fuego. Un pastor se lamenta por su esposa, la cual lo dejó a él y a sus hijos por una amante lesbiana. Son muchas las personas devotas que están abrumadas con penas y dolores.

Tengo un mensaje para usted que está sufriendo dolor y pena, usted que está viviendo con lamento o dolor. En el Salmo 40, David clamó, “Me han rodeado males sin número…Quieras, oh Jehová, librarme; Jehová apresúrate a socorrerme” (Salmo 40: 12-13). “Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan…Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío no te tardes” (40: 16-17).

He sido tan bendecido y consolado por esta línea en el verso 17: “Jehová pensará en mí.” Imagine eso. El Señor Dios que creó todas las cosas, el Dios de este universo, está pensando en mí.

Aún ahora, en esta misma hora, sus pensamientos son acerca de usted, en su hora de necesidad.

Cuando Israel estaba cautivo en Babilonia, lamentándose de la pérdida de casas y familias, y soportando aflicciones y problemas, Dios les envió una palabra a través de Jeremías: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis” (Jeremías 29:11). Dios le dijo a su pueblo, “Vuestra pesadilla va a terminar. Yo sólo tengo pensamientos buenos, amorosos para con vosotros, y si me buscáis con todo vuestro corazón, me encontraréis” (ver Jeremías 29:11-13).

Dios no está enojado con usted. Personas santas son afligidas, así que no vacile en su confianza en él. En tiempos de estrés y sentimientos de soledad y pena, ore. Derrame su corazón al Señor. Él está pensando en usted – y él está trabajando para usted.