Construyendo puentes
“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y
estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia
ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”, 1 Pedro
3:15
En la escritura encontramos el testimonio de una liberación
extraordinaria. Un hombre estaba poseído por una legión de demonios (una legión
romana podría tener entre 4,200 y 6,000 soldados), y tiene un encuentro con
Jesús, quien lo libera y envía los demonios a unos cerdos, quienes se
precipitan al mar y se ahogan.
Y vienen los que apacentaban los cerdos y ven al hombre que
había estado endemoniado sentado, vestido y en su juicio cabal y tuvieron
miedo. El hombre le pidió a Jesús que lo dejara estar con él, como dice Marcos
5:18 “Al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado le rogaba que
le dejase estar con él.”
Pero Jesús hace algo que nos deja intrigados, en el versículo
19 le dice “Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a
los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha
tenido misericordia de ti.” (Marcos 5:19)
Entonces vemos cómo en el versículo 20, el hombre liberado
empieza a hacer la misión encomendada: “Y se fue, y comenzó a publicar en
Decápolis cuán grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se
maravillaban”.
Este hombre tendió puentes entre él y su comunidad para que
conocieran a Jesús, a través de su testimonio personal. Pues todos habían sido
testigos de un hombre que moraba en los sepulcros y que no podían amarrarlo ni
aun con cadenas, pero ahora observaban a un hombre tranquilo, transformado, que
hablaba de Aquel que podía liberar verdaderamente.
Pero el punto de esta historia, es saber que nosotros, luego
de creer en Jesús, podemos tender puentes para que los que nos rodean conozcan
a Jesús, contándoles cuán grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros. Oración.
«Padre, que ahora mi vida nueva en Cristo sea evidencia y el
puente que comunique a otros con tu amor; que cuando conozcan la expresión del
fruto de Cristo en mi vida, puedan tener un encuentro real contigo, para gloria
de tu nombre, amén.
Entonces, ¿cuáles son esas grandes cosas que el Señor ha
hecho por ti? Ve y cuéntales a los tuyos cuán grandes cosas el Señor ha hecho
contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti; cuando las personas crucen ese
puente encontrarán algo extraordinario: cómo por la fe se te ha otorgado
gratuitamente una esperanza de vida eterna, Cristo en ti.