Por Amor o por Obligación. Romanos Ca 7 y 8
El amor es lo que me lleva hacer algo porque quiero y me
siento bien al hacerlo. La obligación es una ley; y una ley no es más que un
conjunto de normas que me ordenan hacer algo me guste o no me guste.
Al leer los capítulos 7 y 8 de romanos nos sentimos como
estar hablando un trabalenguas, y muchas veces utilizamos esta enseñanza para
transmitir cosas que no son.
Lo que pablo nos quiere decir es que es mejor hacer las cosas
porque nos agrada hacerlas por amor y no porque nos toca hacerlas. En el capitulo 7 de romanos el Apóstol Pablo
habla de lo que es vivir en la ley
La ley no es mala, la ley se inventó para que pudiéramos
vivir bien en la sociedad. Por la ley que Dios dio al pueblo de Israel podemos
entender lo que está bien y lo que está mal
En todo ser humano está el pecado, el deseo de hacer lo malo,
es por eso que a un niño no es necesario enseñarle hacer el mal eso lo sabe por
naturaleza lo que debemos enseñarle es hacer el bien. 7: 18 “Y yo sé que, en
mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí,
pero no el hacerlo.”
Pablo fue criado bajo la ley y tenía una lucha entre hacer el
bien o el mal. Hasta que encontró la solución.
8: 2 “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado
de la ley del pecado y de la muerte.” Si Jesucristo nos hace libres para poder
decidir, para poder hacer las cosas por convicción y no por obligación. Romanos
8
1. Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en
Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
2. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado
de la ley del pecado y de la muerte.
3. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era
débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y
a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
4. para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros,
que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Pablo nos habla en el capítulo 7 sobre su vida pasada cuando
vivía en la carne, y en el capítulo 8 nos habla de su vida presente, en el
espíritu.
Con Jesucristo no estamos solos, es el espíritu santo quien
nos ayuda en nuestras decisiones. V 26 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda
en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos,
pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.”
Dios quiere que hagamos las cosas porque tenemos un propósito
estimulante para nosotros el amor de Cristo.
El amor a Jesús hace que no pequemos, y ya no como una imposición, ahora
nos deleitamos de no hacerlo, así esto cause sufrimiento. El amor a Jesús hace
que nada nos aleje de él. V 35 “¿Quién
nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada?”
Dios castiga a los pecadores, pero no dejes de pecar por
miedo al castigo, deja de pecar por amor y agradecimiento a Jesús. Vive bajo la
influencia del Espíritu Santo que mora en nosotros. Ya no estamos bajo la ley
para que estemos diciendo lo que debo de hacer eso no hago y lo que no debo hacer
eso hago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario