sábado, 4 de junio de 2011
¡Nunca es tarde para comenzar!
¡Nunca es tarde para comenzar!
Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo. 2 Corintios 5:10
En 1980, una joven llamada Rosie Ruiz fue declaradaganadora en la división femenina del Maratón de Boston...pero no por mucho tiempo. Se descubrió que habíasido su segundo maratón, que nunca había practicado, y queninguna de las otras corredoras la habían visto durante lacarrera. Es que había recorrido en el ferrocarril subterráneolos veintiséis kilómetros para incorporarse a la carrera cercadel final, cruzando así la línea de llegada en primer lugar.
Quizá días antes de la carrera la señorita Ruiz vio quehabía esperado demasiado para comenzar a entrenar. En lugarde mentir, podría haber corrido dando su mejor esfuerzo,ganando el premio de la satisfacción y la conciencia limpia.
Al igual que el Maratón de Boston, la vida cristiana esuna carrera de larga distancia (2 Timoteo 4:7; Hebreos 12:1).Cada participante estará ante el Juez final, Jesucristo, para serevaluado por cómo corrió. Pero a diferencia del Maratón deBoston, la vida cristiana es una «carrera de gracia». Se nosjuzgará no por haber llegado primero sino por haber sido fieles.¿Usamos nuestro tiempo, talento y tesoros para la gloriade Dios? ¿Corrimos la mejor carrera que podíamos correr,con los talentos que recibimos?
No importa cómo haya corrido hasta hoy, ¡únase a lacarrera en este momento! No se preocupe por su puesto.
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