Nuestro Dios a Tiempo
Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.
Salmo 139:16
En junio de 1926 Raymond Edman, misionero en Ecuador, se enfermó de tifus. Cuando finalmente lo examinó médico, se diagnosticó su condición como incurable, y se hicieron planes para el funeral. En Boston un amigo interrumpió una reunión de oración sintiendo la necesidad de orar por el misionero. Años más tarde, en 1967, el Dr. Raymond Edman, presidente de Wheaton College, terminó su discurso ante el cuerpo estudiantil en la capilla, se desmanejó y murió.
El primer encontrón de Raymond Edman con la muerte fue cuarenta y un años demasiado pronto; Dios tenía una universidad que quería que Edman dirija antes de ir a su hogar en el cielo. El calendario de Dios, especialmente en cuestiones de vida o muerte, es la mayor seguridad del creyente.
Nadie descubrió que eso más que los amigos y familia de Lázaro. Cuando Jesús en efecto revivificó a Lázaro, fue para la gloria de Dios. Nadie excepto Dios puede devolver la vida a un cadáver que ha estado muerto por cuatro días (Juan 11:39). Si usted está enfrentando una crisis de vida o muerte, recuerde: Dios nunca se adelanta ni se atrasa.
Cuando su calendario no es el mismo que el de Dios, alguien está o adelantado o atrasado. Y, ¿adivine quién nunca se ha adelantado ni se ha atrasado?
Padre, gracias porque tu horario es perfecto, y que siempre llegas a tiempo.
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