martes, 8 de julio de 2025

Amigos de Dios. Parte 1

 


Amigos de Dios. Parte 1

“Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo.” Isaías 41:8

Quizás si has tenido una figura paterna ausente, o “no tan buena”, se te dificultará ver a Dios como Padre y entender el concepto de que eres su hijo, lo mismo podría pasar si viéramos a Dios como esposo y no hubiésemos tenido una buena experiencia en el matrimonio; por eso puedo llegar a pensar que Dios también aparte de Padre se nos presenta como amigo, pues ¿quién de nosotros no ha tenido un buen amigo? Quizás por esta razón esta figura de Dios como amigo sea la más fácil de entender, pues si ni siquiera has tenido buenos amigos, seguramente tú sí lo has sido.

A través de Jesús se nos presenta a Dios como amigo y me parece este concepto extraordinario, lo hace más cercano, como si relacionarnos con Él fuera más fácil de esta manera, aunque no quiero decir que no lo sea en los otros sentidos que mencionamos anteriormente. La Palabra de Dios nos revela en Isaías 41:8 que Dios mismo describía a Abraham como su amigo, y cuando leemos éste pasaje nos puede impactar demasiado pues ¡qué hermoso es esto! imaginar o pensar que somos considerados, por el Gran y único Dios verdadero, como sus amigos ¡Wow! ¡Qué honor y privilegio!

Algunos pensarán que dicho concepto de, amigos de Dios, sólo se dará a hombres de la talla de Abraham, pero cuando vemos las Escrituras quedamos maravillados al conocer que nosotros, aunque no merecemos esa amistad con Dios, también somos considerados sus amigos (Juan 15:14-15); Por gracia, Dios nos ha permitido pasar de ser enemigos a amigos suyos y todo esto como resultado de haber creído en la obra redentora de nuestro Señor Jesús (Romanos 5:10-11)

Oración.

«Padre, ¡qué privilegio es saber y conocer que me has considerado como tu amigo!, es un título que no merezco pero entiendo que solo lo tengo por la gracia de tu Hijo Jesucristo, pues es por su obra en la cual he creído que me puedo acercar a ti. Gracias por revelarte a mí como amigo.


lunes, 7 de julio de 2025

 


No se trata del tamaño de la fe

“porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.” Mateo 17:20b

¡Cuán poderosa es la fe! ¿Lo has notado? Jesús nos revela que si a la fe del creyente se le pudiera medir y poner un tamaño, y quizás encontrar que es tan “pequeña” como un grano de mostaza, esa medida sería lo suficientemente poderosa para incluso mover montes: “porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.” (Mateo 17:20b) Y es que tú y yo hemos sido testigos de lo poderosa que es la fe cuando la depositamos en Jesús, el autor y consumador, pues las Escrituras registran estos grandes acontecimientos, como por ejemplo: la sanidad del criado del centurión quien aún sin ser judío y ni siquiera haber tenido la posibilidad de recibir enseñanza en la sinagoga, conocía que Jesús era tan poderoso que si depositaba su fe en Cristo no sería defraudada, incluso vemos cómo manifiesta que tan solo basta con una palabra del Señor para que esa sanidad sea posible (Mateo 8:8); y cómo no hablar de la mujer del flujo de sangre quien fue sanada de su azote, pues vemos en ella el tamaño de su fe cuando la biblia nos revela lo que había en su pensamiento: “si tocare tan solamente el borde de su manto, seré salva” (Marcos 5:28)

Hermanos, lo que Dios nos está revelando por medio de Su palabra es que no se trata del tamaño de nuestra fe, si es “grande” o “pequeña”, se trata de calidad de fe y de confianza en el Señor Jesucristo.   Oración.

«Señor que mi fe solo esté cimentada en ti, no importa qué tan grande o pequeña sea, lo importante es que sea inamovible, que aunque vengan tormentas, tempestades o situaciones difíciles sea imposible moverme de ti, pues tú eres quien me sostiene. Amén.

domingo, 6 de julio de 2025

Revelación de Dios

 


Revelación de Dios

“Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.” Mateo 16:17

A través de éste pasaje Dios nos revela que si alguna vez tú y yo hemos comprendido la verdad de la Palabra, no ha sido por nuestro intelecto o buena comprensión lectora, sino por la revelación de Dios, tal como vemos le sucedió a Pedro en el pasaje principal. Las Escrituras nos enseñan en 1 Corintios 2:10-13 “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.”, así pues entendemos que Dios se revela a nosotros por medio de su Palabra pero nos permite ser sensibles a tal revelación por su Espíritu Santo.

Hermanos, cada vez que nos dispongamos a meditar en las Escrituras tengamos presente que es Dios quien se revela y se da a conocer a nosotros, en esos instantes maravillémonos como niños, y estemos expectantes de todo lo que Dios nos quiere enseñar pues todo lo que hemos aprendido no ha sido por nuestra capacidad humana sino por la revelación del Espíritu Santo de Dios.  Oración.

«Padre, gracias por revelarme quién eres, tú siempre estás dispuesto a enseñarme y mostrarme esas cosas grandes y ocultas que no conozco, pero quieres de mi parte que te busque y te llame. Espíritu Santo que arda mi corazón por conocer tu palabra, que aumente mi hambre por ti oh Dios todos los días, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

sábado, 5 de julio de 2025

Enseñando a las nuevas generaciones

 


Enseñando a las nuevas generaciones

“Y toda aquella generación también fue reunida a sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación que no conocía a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel.” Jueces 2:10

Éste pasaje me hace querer preguntar ¿por qué la nueva generación que describe el pasaje principal no conocía de Jehová? Podríamos llegar a pensar que era porque no había quién les hubiese transmitido todas las enseñanzas de lo que el Señor había hecho con sus antepasados, y justo cuando leía éste pasaje pensaba: la nueva generación de nuestros tiempos es similar a la de aquél entonces, pues vemos que hoy en día en sus mentes están todo tipo de pensamientos contrarios al conocimiento de Cristo. Entonces, ¿cuál es la solución? Claramente está en lo que el Señor transmitió a la generación en el tiempo de Moisés: “Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos. Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes, y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas;” (Deuteronomio 11:18-20), enseñar la Palabra de Dios a las nuevas generaciones es nuestra labor, pues como dice el apóstol Pablo: “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?” (Romanos 10:14-15a) Todos nosotros hemos sido enviados por el Señor Jesús a predicar las buenas nuevas de que en Cristo hay perdón de pecados, salvación y vida eterna.

Hermanos, hoy Dios nos invita a que juntos sigamos expandiendo su Palabra y llevando a que las nuevas generaciones sean para Cristo.  Oración.

«Padre, quiero enseñar a otros lo mismo que tú me has enseñado pues entiendo que esta nueva generación te necesita, porque como dices en tu palabra: Separados de tí nada podemos hacer. Amén.

viernes, 4 de julio de 2025

¿Cómo no voy a creer?

 


¿Cómo no voy a creer?

“Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura; y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte.” Josué 2:12-13

Este relato corresponde a la petición que le hace Rahab, la ramera, a los 2 espías que esconde en su casa. Lo impresionante de esto es ver el cambio de mentalidad que hubo en ella una vez ha entendido que el único Dios verdadero es el Dios de Israel (Josué 2:9-11), es tal la transformación en esta mujer que vemos cómo su convicción ahora está puesta en el Señor, gracias a eso está segura que aquellos espías pueden tener misericordia de ella y su familia porque también han recibido la misericordia de Dios.

Cuando Rahab conoce que el Dios de Israel es el único Dios verdadero quiere que esto mismo lo sepa y lo crea su familia, pues para poder que sus padres y hermanos se refugiaran en la casa de Rahab para ser salvos de la destrucción que se venía, se necesitaba fe, creer en que Dios los libraría. Imaginemos el impacto para esta familia al escuchar a aquella mujer manifestando su fe en el Dios de Israel, probablemente ellos conocían a qué se dedicaba Rahab, y al escucharla hablar con aquella seguridad impactó tanto sus vidas que hasta ellos mismos decidieron creer en Dios. Ahora, pensemos: ¿cuál sería el impacto que causaría en nuestra familia cuando tomemos esa decisión, de no sólo creer en el Señor, sino de obedecerle sin vacilar? ¿Qué pasaría en la vida de aquellas personas que nos rodean? Seguramente pasará lo que a la familia de Rahab, incluso a lo que se refería Josué, tu casa y tú servirán a Jehová.  Oración.

«Señor ¿cómo no voy a creer en ti si te he visto actuar, si veo que eres real? Padre, si yo te he conocido ha sido por medio de tu Hijo Jesucristo y por la revelación de tu Santo Espíritu, quiero llevar a otros a que también te conozcan y se refugien en ti. Llévame a no callar, a predicar a tiempo y fuera de tiempo la obra de nuestro Salvador. Amén.

jueves, 3 de julio de 2025

Reflejando a Dios en nuestro diario caminar

 


Reflejando a Dios en nuestro diario caminar

“Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.” Efesios 5:1

¿Has notado que cuando nace un bebé tendemos a buscarle a quién se parece? Al verle sacamos nuestras propias conclusiones y tendemos a decir: “tiene los rasgos físicos de su padre, o en su personalidad es como su madre”. Si aplicáramos éste concepto en nuestras vidas ¿a quién podríamos decir que nos parecemos, a nuestro Padre Celestial o al mundo que nos rodea? Es necesario que nos realicemos ésta pregunta, pues como vimos en el devocional de ayer, nuestra misión es reflejar en nuestro diario caminar a nuestro Padre Celestial, pero ¿Cómo lograrlo, cómo experimentarlo de manera práctica? Veamos a los bebés, ellos aprenden por imitación de los padres y es increíble ver cómo enseñar a abrir y a cerrar la mano y él tratará de imitarlo pues quiere hacer lo que los padres hacen, ¿cómo lo logra? Observando con atención y confiando en que lo que está viendo es lo que lo llevará a conseguir realizar el movimiento que está viendo. Lo mismo podríamos decir que sucede en nuestra relación con Dios, entre más nos fijemos en Él, le observemos y pasemos tiempo con Él, el Espíritu Santo nos llevará de manera natural a imitarle, pues recordemos que sólo es por el Espíritu Santo que podremos reflejar a Dios en nuestro diario caminar.    Oración.

«Padre solo quiero ser un reflejo tuyo así como tu Hijo Jesucristo lo ha sido. Gracias por enseñarme a través de tu palabra, que si lo puedo llegar a experimentar, tan solo es por la obra de tu Santo Espíritu. Amén.

miércoles, 2 de julio de 2025

Reflejando a nuestro Creador

 


Reflejando a nuestro Creador

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza;… Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” Génesis 1:26a-27

La biblia nos muestra cómo Dios nos diseñó para reflejar Su imagen, la pregunta es: Si hemos sido creados de esta manera ¿por qué nuestra vida en algunos momentos no refleja esa imagen de Dios?, ¿por qué se ha desdibujado ésto en el hombre con el paso del tiempo? Pues hoy en día vemos una humanidad que no refleja a su Creador el cual es amoroso, compasivo, perdonador, fiel, justo, sino una humanidad que refleja al mundo y su propia carne (Gálatas 5:19-21a) Entonces ¿cuál es la solución para retornar a ese diseño original y comenzar a reflejar a nuestro Creador? Una de las claves está en la fe, porque sólo por medio de ella es que el Espíritu Santo nos permite entender que debemos retornar a ese diseño original en el que fuimos creados para reflejar a Dios (Romanos 8:7-9), la segunda clave está en nuestra comunión con Dios, pues a medida que le conozcamos por medio de Su palabra y creamos en ella entonces el mismo Espíritu Santo nos llevará a reflejar en palabras, sentimientos, pensamientos, acciones todo lo que hemos aprendido sobre el Padre, tal como vemos sucedió con Jesús, pues cuando le vemos podemos notar que cuando vino al mundo encarnado en hombre lo que hizo fue reflejar a Su Padre, tanto así que la biblia nos revela que Él es la imagen visible del Dios invisible (Colosenses 1:15) lo que nos indica que nosotros también debemos hacerlo, mostrar al mundo de manera visible a nuestro Creador.   Oración.

«Padre llévame a reflejar día tras día tus pensamientos, tus palabras y tu manera de actuar, quiero experimentar en todo momento la verdad que declaras en tu palabra, con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo más vive Cristo en mí. Amén.

martes, 1 de julio de 2025

Un encargo de Amor

 


Un encargo de Amor

“Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” Mateo 28:16-20

Los versículos finales del evangelio de Mateo son conocidos como la “Gran Comisión”, la palabra comisión significa encargo, encomienda, misión; así que podemos decir que en estos versículos que registran las últimas Palabras de Jesús antes de ascender al cielo hallamos el encargo que el Señor nos da, encontrando profundas verdades para nuestro crecimiento cristiano.

Lo primero es que los discípulos fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado, enseñándonos la importancia de obedecer los mandatos del Señor, la obediencia, que como sabemos es fundamental para el crecimiento cristiano, debe ser un rasgo distintivo del seguidor de Cristo, pero debemos conocer que es gracias a la obra de Jesús, a su muerte y resurrección y a que el Espíritu Santo es dado a todo creyente, que ahora como discípulos del Señor, podemos obedecer.

Lo segundo es que obedecer el mandato del Señor permite verlo, es decir conduce a una revelación de su presencia; y esto es lo que Jesús nos enseña cuando dice: “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.” Juan 14:21. Y es maravilloso ver que esta revelación de Jesús como Dios, conduce directamente a la adoración.

Lo tercero es el gran encargo que Jesús deposita en sus discípulos, es decir en nosotros los creyentes: Ir y hacer discípulos a todas las naciones, lo que implica compartir de Cristo, para que por fe se conozca a Jesús como Señor y Salvador, lo que conducirá al nuevo creyente a reconocer públicamente su fe por medio del bautismo. Finalmente también debemos enseñarles todo lo que Jesús ha dicho, lo cual se puede resumir en Amar a Dios sobre todo y al prójimo como Cristo nos ha amado, este es el encargo de Amor.   Oración.

«Señor Jesús, gracias por tu gran amor, ese amor que me rescató y me dio una nueva vida, gracias por llamarme a compartir de tu gran amor, gracias por ese encargo de Amor, que tu Espíritu Santo me capacite y me lleve a cumplir con la gran comisión. Amen.

lunes, 30 de junio de 2025

La Victoria del Amor

 


La Victoria del Amor

“Más el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho. Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.” Mateo 28:5-10

Ese encuentro de aquellas mujeres con Cristo resucitado, tuvo que ser impactante, después de la tristeza tan grande por la muerte de su Maestro, el gozo de volverlo a ver tres días después, debe ser algo indescriptible. Para aquellas mujeres a quienes primero se les presentó un ángel, solamente la noticia que este les dio, revivió su fe, el ángel les recordó las palabras que su Señor les había dicho antes de ir a la cruz: “No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor”, recordar las Palabras de su Salvador y ver la tumba vacía fue suficiente para llenarse de esperanza y gozo; lo que las llevó a salir corriendo para dar la noticia a sus demás compañeros. Al ellas ir corriendo a compartir esta buena nueva, sucede algo aún más extraordinario, Cristo resucitado sale a su encuentro, ante lo cual su reacción fue de adoración, y ahora Jesús mismo es quien les dice que vayan a contar esta magnífica noticia a los demás discípulos.

Para nosotros los creyentes la noticia de la resurrección de Cristo debe también traer fe y esperanza, esa misma esperanza que tuvieron aquellas mujeres, y que produce gozo, pues trae la certeza de que Cristo, al dejar la tumba vacía, triunfó sobre la muerte, de manera que ahora como dice Romanos 8:38-39 podemos estar seguros de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro, lo cual debe llevarnos también a adorar a Jesús y a salir corriendo a compartir las buenas noticias de La Victoria del Amor a nuestros seres queridos, igual que lo hicieron aquellas mujeres.    Oración.

«Señor Jesús, te adoro, gracias por revelarme que tú resucitaste, estás vivo, gracias por tu amor, gracias porque ahora puedo correr a contar a todos que el Amor triunfó, que gracias a ti hoy se puede declarar la Victoria del Amor y que ese Amor ahora vive en mí. Amen.

domingo, 29 de junio de 2025

Sacrificio de Amor

 


Sacrificio de Amor

“Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente este era Hijo de Dios.” Mateo 27:51-54

“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.” Romanos 1:16

Jesús en el acto de amor más grande manifestado a la humanidad, entrega su vida como sacrificio, para satisfacer la justicia de Dios, realizando el pago por nuestros pecados. Este sacrificio de amor fue aceptado por el Padre, tal y como quedó registrado en Mateo 27:51. El hecho de que el velo se rasgara de arriba hacia abajo nos indica cómo Dios mismo es quien al aceptar el sacrificio hecho por su Hijo, quita esa separación que le impedía al hombre acercarse a Él por causa del pecado, y nos brinda por medio de la fe en Jesucristo acceso al lugar santísimo, es decir a su propia presencia.

Pero no solamente ahora podemos entrar, gracias a la obra de Cristo, confiadamente al trono de gracia para hallar oportuno socorro, sino que también gracias a ese sacrificio de amor, los creyentes tenemos esperanza, pues como se nos relata en Mateo 27:52-53 después de que Dios el Padre aceptara el sacrificio hecho por su Hijo en la cruz se abrieron los sepulcros y muchos cuerpos de santos se levantaron y aparecieron a muchos después de la resurrección de Cristo, lo cual nos indica el triunfo de Jesús sobre la muerte, y por ende la esperanza de vida eterna para todo aquel que deposita su fe en Él.

La muerte de Jesús en la cruz es un acto de amor para alcanzar a toda la humanidad, y desde el mismo instante en que Jesús murió, el impacto de este sacrificio de amor empezó a tener repercusiones aún en aquellos que habían sido los verdugos del Señor, como vemos en Mateo 27:54. Por lo tanto hermanos, en respuesta a ese sacrificio de Amor, sigamos el ejemplo de Jesús y en amor obedezcamos la voluntad de Dios y compartamos el mensaje del evangelio, el cual es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.  Oración.

«Señor Jesús, gracias por tu amor inagotable, gracias por ese sacrificio en la cruz que me demuestra tu gran amor, gracias por atraerme a ti con tu mensaje de salvación, gracias por ayudarme, capacitarme y motivarme a compartir el mismo amor que tú me has dado. Amen.

sábado, 28 de junio de 2025

El valor de la amistad

 


El valor de la amistad

“Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.” Juan 15:14-15

“Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ese es; prendedle. Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó. Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron.” Mateo 26:48-50

Juan 15:15 nos muestra cómo Jesús consideraba amigos a sus discípulos, por eso en los sucesos relatados en el capítulo 26 de Mateo, se nos describe, seguido al arreglo por parte de Judas con los principales sacerdotes para traicionar a Jesús (Mateo 26:14-16), un acto íntimo de comunión conocido como la última cena, en ella el Señor manifiesta que será entregado por uno de ellos, sin embargo todos los que estaban ahí, eran considerados como sus amigos, y a ellos les da a conocer el nuevo pacto, basado en el derramamiento de su sangre para perdón de pecados (Mateo 26:17-29).

Hasta este momento, las acciones de Jesús descritas en el capítulo 26 de Mateo nos dejan ver la coherencia con sus palabras, pues él consideraba amigos a sus discípulos, y a ellos no les ocultó nada, antes les reveló lo que pasaría, a pesar de saber que ellos lo traicionarían, lo abandonarían y lo negarían más adelante, como se los dijo en Mateo 26:30-35.

Después de Jesús declararles lo que pasaría, continúo con ellos y los llevó a orar al lugar conocido como Getsemaní, donde abrió su corazón y les dejó ver su angustia y tristeza, mostrándonos lo que los amigos deben hacer: “Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo” Gálatas 6:2, y esa ley que nos habla aquí es la ley del Amor.

Y es precisamente esa ley del Amor, la que nos permite perdonar las ofensas más grandes y aun seguir considerando amigos a las personas que nos ofenden, como lo hizo Jesús con Judas, a quien le dijo amigo aun después de que él lo traicionó entregándolo con un beso. Por eso hermanos, no dejemos que el rencor, el dolor, la tristeza o el desengaño nos impidan perdonar, sino que sigamos el ejemplo de Jesús: perdonando y cultivando la amistad.  Oración.

«Señor Jesús, gracias por ser mi amigo fiel, porque esa buena obra que empezaste en mí, la terminarás; gracias por tu ejemplo de amor, que me motiva a amar y perdonar a otros, cultivando la amistad y fortaleciendo esas hermosas relaciones que me has dado. Amen.

viernes, 27 de junio de 2025

Llenura del Espíritu y servicio en Amor

 

Llenura del Espíritu y servicio en Amor

“Más las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.” Mateo 25:4


“Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” Mateo 25:20-21

“Y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.” Mateo 25:32-34

En el capítulo 25 del evangelio de Mateo, Jesús nos muestra la manera en que los creyentes debemos esperar su segunda venida. Por una parte, a través de la parábola de las diez vírgenes nos enseña que debemos estar a la expectativa y esperar su regreso de manera prudente; en esta parábola las vírgenes prudentes son aquellas que han traído consigo aceite para sus lámparas, lo que nos recuerda la exhortación dada por el apóstol Pablo en Efesios 5:18 de ser llenos del Espíritu, pues Él es como el aceite para la lámpara, combustible que le permite alumbrar; de esta manera para nosotros los creyentes la llenura del Espíritu Santo nos permitirá que Él, en comunión, nos de revelación, iluminando su Palabra, que es la lámpara para nuestras vidas, para poder estar preparados para la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo.

Por otra parte, en la parábola de los talentos Jesús nos motiva a poner a su servicio, en humildad, esos dones y talentos que nos han sido dados, hasta que Él vuelva; pero este trabajo debe ser hecho en amor, con el amor de Dios que ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu como dice Romanos 5:5, pues sin amor, esas obras no tendrían valor, como declara 1 Corintios 13:1-3, además al servir en amor, ese mismo amor de Dios echa fuera todo temor, temor que nos impide desarrollar los dones que Dios nos ha entregado. Finalmente, si somos llenos del Espíritu y ponemos esos talentos al servicio de Dios en humildad y amor para evangelizar, entonces cuando Jesús regrese para juzgar a las naciones, muchos podrán estar también en medio de aquellas ovejas que nos representan a nosotros los creyentes, que tenemos ese regalo inmerecido de ser llamados hijos de Dios y por lo tanto se nos ha otorgado por gracia el vivir y reinar junto con Jesucristo.   Oración.

«Espíritu Santo lléname y ayúdame a evangelizar en amor: alimentando al hambriento, visitando al enfermo y al que está en prisión, ayudando al extranjero y al necesitado. Amen

jueves, 26 de junio de 2025

La segunda venida de Jesús

 


La segunda venida de Jesús

“Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores.” Mateo 24:4-8

En estos últimos años hemos visto cómo las enseñanzas de Jesús sobre los últimos tiempos, han cobrado más relevancia que nunca, pues sin lugar a dudas estamos viviendo estos últimos tiempos de los cuales nos habla Jesús en el capítulo 24 del evangelio de Mateo.

Guerras, rumores de guerras, pestes, hambres y terremotos son noticias que a menudo ocupan los titulares de los noticieros e inundan las redes sociales con información que en ocasiones genera ansiedad y miedo. Pero el Señor Jesús en medio de su palabra profética nos alienta diciéndonos “mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.”

Y sus palabras de aliento son precisamente para que nosotros sus seguidores continuemos siendo esos instrumentos de su amor en ese maravilloso plan de salvación para la humanidad. Por eso Mateo 24:45-47 dice: “¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.”

Y ese alimento a tiempo es ese mensaje poderoso del evangelio que puede salvar a todo aquel que deposite su fe en Jesús, mensaje que hoy es primordial pues como dice Lucas 18:8b “Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”, y recordemos que la fe viene por oír la Palabra de Dios. Además, el mensaje del evangelio aviva el fuego del amor en los creyentes y es vital para contrarrestar lo dicho en Mateo 24:12 “y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará”. Así que hermanos, sabiendo que estamos viviendo en los últimos tiempos, prediquemos y practiquemos el evangelio, para que con el ejemplo muchos reciban a Cristo como su salvador.  Oración.

«Espíritu de Dios, gracias por alentar mi corazón y darme esperanza en medio de estos tiempos tan difíciles para la humanidad, que ese amor que has derramado en mi corazón, me lleve a predicar y a practicar tu evangelio para alcanzar a muchos para Cristo. Amen.

miércoles, 25 de junio de 2025

Coherencia de Amor

 


Coherencia de Amor

Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.” Mateo 23:1-3

“El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” Mateo 23:11-12

En el capítulo 23 del evangelio de Mateo vemos una dura reprimenda que Jesús hace a los líderes religiosos de su época; si bien Jesús les dice a sus oyentes y a sus discípulos que lo que ellos les enseñan deben guardarlo, es decir aprenderlo, y también deben hacerlo, es decir obedecerlo, tengan cuidado en seguir el ejemplo que estos líderes daban, pues decían pero no hacían.

Hoy en día tenemos el mismo problema que se tenía con las personas de liderazgo e influencia del pueblo Judío; pues en diferentes ámbitos como en el liderazgo político, en el liderazgo laboral, en el liderazgo espiritual y aun en el liderazgo familiar, una gran mayoría predica pero no aplica.

El gran problema lo podemos identificar en lo que les ocurrió a aquellos escribas y fariseos que el Señor llamó hipócritas, pues el orgullo que ellos tenían les impidió llevar a cabo la función por la cual habían sido colocados en aquellos puestos de liderazgo, que era precisamente enseñar al pueblo a acercarse a Dios, así que su orgullo fue el gran problema, pues les impedía ver la corrupción que tenían por dentro.

Hermanos, pidamos a Dios que nos muestre si tenemos orgullo, pues este es el principal obstáculo para poder ser coherentes en nuestras vidas cristianas, pues el orgullo enceguece, nos hace vivir en legalismo, engañándonos y llevándonos a pensar que nuestras obras son más importantes que nuestra relación con Dios, y nos lleva a vivir vidas en derrota, pues podemos llegar a convertirnos como eran esos fariseos o escribas que por cumplir mandamientos externos se habían olvidado de la esencia de la ley: el amor. Así que también pidamos humildad, para reconocer que es la obra de Cristo en nosotros la que permitirá que seamos ejemplo de vida, y al igual que Jesús, poder ser siervos que practicamos lo que predicamos.  Oración.

«Padre Dios perdóname por el orgullo que aún tengo en mi vida, que tu amor transforme ese orgullo en humildad, quiero seguir el ejemplo de Jesús y servir en amor, teniendo una vida coherente, llevando mi creencia a una vivencia de amor. Amen.

martes, 24 de junio de 2025

Vivir en Amor

 


Vivir en Amor

“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.” Mateo 22:36-40

El Señor Jesús aprovecha esta ocasión en donde un intérprete de la ley le pregunta “¿cuál es el gran mandamiento en la ley?”, para enseñarnos una verdad fundamental para todo creyente: la vida cristiana se debe vivir en amor.

Y es maravilloso saber que Mateo inspirado por el Espíritu Santo nos transmite esta verdad revelándonos a nosotros los creyentes que el amar a Dios debe ser lo más importante en nuestra vida, e involucra: pensamientos, sentimientos y voluntad, es decir debe ser algo consciente, profundo y debe llevarnos a un actuar.

Por esto Jesús no solamente indicó cuál era el primero y más grande de los mandamientos, sino que su respuesta fue complementada con el segundo mandamiento: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, pues el amar correctamente a Dios nos conducirá a cumplir sus mandamientos, manifestando esa obediencia en el amor al prójimo, pues como dice Romanos 13:8 “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.”

Ahora bien es necesario aclarar que la manera correcta de amar a Dios y al prójimo no es con nuestro amor humano e imperfecto, sino con el Amor perfecto de Dios, y es por eso que Jesús declara “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.” (Juan 13:34).

Cuando Jesús nos da este nuevo mandamiento nos está indicando que debemos amar como Él nos ha amado, es decir con su Amor, el Amor de Dios, y esto es posible gracias a la obra de Cristo, pues todo creyente al depositar su fe en Jesucristo y al aceptarlo como su Señor y Salvador personal, recibe al Espíritu Santo quien derrama el Amor de Dios en su corazón (Romanos 5:5). Por eso hermanos vivamos en Amor.    Oración.

«Señor Jesús llévame por tu camino, limpia mi corazón y mi mente, endereza mis veredas, enséñame el camino diferente de tu amor, ese amor que es paciente y bondadoso, que no es envidioso ni jactancioso, ni tampoco orgulloso, que no se comporta con rudeza, que no es egoísta, que no se enoja fácilmente, que no guarda rencor, que no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad, que todo lo disculpa, que todo lo cree, que todo lo espera y todo lo soporta. Amen.

lunes, 23 de junio de 2025

Fe que lleva a la adoración

 


Fe que lleva a la adoración

“Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó. Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron, y le dijeron: ¿Oyes lo que estos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: de la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?” Mateo 21:14-16

En este pasaje escrito por Mateo, inspirado por el Espíritu Santo, se relata un episodio que nos revela una gran enseñanza de cómo recibir el mensaje de Dios; en él podemos apreciar dos maneras diferentes de percibir un mismo hecho.

Por un lado están los principales sacerdotes y los escribas, personas con una alta educación, de gran prestigio e influencia política y religiosa, quienes ante las maravillas que hacía Jesús y ante la exaltación que le daban los niños, se indignaban, lo que nos permite entender lo que había en sus corazones: incredulidad; ellos no podían entender que Jesús era digno de recibir toda alabanza y toda adoración al ser Él el mismo Dios encarnado, el Mesías prometido.

Por el otro lado están los niños, que aquí se mencionan como muchachos, quienes a su corta edad, no tenían cómo compararse con los sacerdotes y escribas; ellos eran quienes de manera natural alababan y exaltaban a Jesús diciéndole ¡Hosanna al Hijo de David!, lo cual nos revela lo que había en sus corazones: fe.

Ante el mismo hecho: las maravillas que hacía Jesús, dos percepciones totalmente opuestas, una de indignación por pensar que Jesús aceptara el honor que solo se le da a Dios y que conducía a rechazarlo como Salvador; y la otra de adoración, al exaltar a Jesús y darle el honor que le correspondía como Dios y que conducía a aceptarlo como Salvador.

Hermanos, tanto los sacerdotes y escribas como los niños, presenciaron lo mismo, pero la fe de esos pequeños hizo la diferencia para recibir correctamente el mensaje dado por Jesús a través de sus maravillas, así que pidamos a Dios una fe como la de aquellos pequeños para aceptar el mensaje del evangelio y ofrecer siempre a Dios, por medio de Jesucristo, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre (Hebreos 13:15).   Oración.

«Padre Dios, te pido en el nombre de tu amado Hijo Jesús, me des una fe como la de un niño que al ver tus maravillas te puede adorar y exaltar de manera natural, pues tú dices en tu Palabra que de la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza. Amen.

domingo, 22 de junio de 2025

El servicio un acto de Amor

 


El servicio un acto de Amor

“Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” Mateo 20:25-28

Los discípulos habían estado discutiendo de quien sería el mayor en el Reino de los cielos, ahora la madre de dos de ellos le pide al Señor Jesús que se le conceda que sus hijos se sienten a su derecha y a su izquierda cuando establezca su Reino, petición que enojó al resto de los apóstoles.

Nuevamente Jesús aprovecha la situación para enseñarle a sus discípulos, pero también a todos nosotros que somos creyentes, que en su Reino las cosas son muy diferentes a como se manejan en el mundo, mientras que en la tierra las personas están acostumbradas a adquirir poder para tener estatus y estar por encima de los demás, teniendo a su servicio a otros, en el Reino de Dios los grandes no es a quienes se sirve, sino quienes sirven.

Jesús con su propio ejemplo de vida nos enseña la grandeza del servicio, pues Él mismo siendo Dios, no estimó el ser igual a Dios, sino antes bien se hizo hombre para venir, y en un acto de amor, ir a la cruz para salvar a una humanidad pecadora, otorgando perdón de pecados, salvación y vida eterna a todo aquel que deposite su fe en El.

El servicio debe convertirse en un estilo de vida, si en nuestro trabajo, en nuestros hogares, con nuestros amigos, nos ponemos en una actitud de servicio, podremos comprobar cómo se armonizan relaciones, cómo matrimonios son restaurados, y en general cómo nuestra vida empieza a cambiar, pues el servicio es una práctica que nos ayudará a tener humildad, y recordemos que “Jehová exalta a los humildes, y humilla a los impíos hasta la tierra.” (Salmos 147:6).

Hermanos, El Señor nos enseña que el servicio es un acto de Amor, así que escuchemos atentamente sus Palabras y su invitación a llevar una vida de servicio en Amor, y comencemos a servir.   Oración.

«Padre Dios, que tu Santo Espíritu me ayude a poner mi vida a tu servicio, quiero poderte servir a Ti en amor, también quiero ser un instrumento de tu amor para servir a otros, , hermanos, familiares, amigos y aun a desconocidos. Amen.

sábado, 21 de junio de 2025

Humildad, sinónimo de grandeza en el Reino de Dios

 


Humildad, sinónimo de grandeza en el Reino de Dios

“En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe.” Mateo 18:1-5

“Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.” Mateo 18:21-22

Entre los discípulos había disputas y discusiones de quién de ellos sería el mayor en el Reino de los cielos, (Marcos 9:33-37; Lucas 9:46-48), Jesús aprovechando la situación, les da un ejemplo claro al poner un niño en medio de ellos y decirles “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos.” De esta manera deja claro, que alguien que no se humille como un niño, quien depende exclusivamente de sus padres o de un adulto, ni siquiera puede entrar en su Reino.

Esto nos muestra la importancia de la humildad, pues precisamente para entrar en el Reino de los cielos, necesitamos arrepentirnos, y reconocer, al igual que un niño, que dependemos de Dios, por lo cual al hacernos como niños, no buscamos por medio de nuestras obras alcanzar lo que Dios nos da por su gracia, simplemente recibimos al creer, todo lo que Dios tiene para nosotros; al depositar nuestra fe en Jesucristo.

Ahora bien, el ser humildes como un niño es fundamental en nuestro crecimiento espiritual, por eso en Mateo 18:15-35 Jesús enseña de la importancia del perdón, y es que para perdonar es necesario ser como un niño, pues ellos son expertos en olvidar las ofensas y continuar como si nada hubiera pasado, así que por medio de la gracia y el poder de Dios es que podemos desarrollar esa humildad que nos permita perdonar como niños.

Hermanos, ser humildes nos ayuda a ser más como Jesús, pues como dice el Señor “Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” (Santiago 4:6). Así que pidamos a Dios ser como niños, quienes son ejemplo de humildad.   Oración.

«Espíritu Santo llévame a tener la humildad de un niño, esa humildad que me permita perdonar y olvidar de la misma manera que lo hace un pequeño, sin guardar rencores, pues mi deseo es ser más como Jesús. Amen.

viernes, 20 de junio de 2025

La importancia de prestar atención

 


La importancia de prestar atención

 “Estando ellos en Galilea, Jesús les dijo: El Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; mas al tercer día resucitará. Y ellos se entristecieron en gran manera.” Mateo 17:22-23

“Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.” 1 Samuel 15:22

Por su gracia y amor, Jesús había llevado consigo a tres de sus discípulos: Pedro, Jacobo y Juan, a un monte alto, donde ellos pudieron presenciar un suceso extraordinario: La transfiguración de Jesús. Este acontecimiento relatado en Mateo 17:1-13 les permitió a aquellos discípulos presenciar la gloria del Hijo de Dios, y lo que tuvieron que hacer fue caminar junto al maestro, obedeciéndole, al atender a su llamado.

En ese lugar, se les reveló tanto el Hijo en su majestad, como el Padre en su potestad, ahí Dios les declaró: “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd” Mateo 17:5b. Esta revelación del Padre debería haber llevado a los discípulos a poner especial atención a las Palabras de Jesús, quien más adelante les vuelve a decir que Él sería entregado en manos de hombres, quienes lo matarían, pero que al tercer día resucitaría, a lo que ellos reaccionaron con tristeza como muestra Mateo 17:22-23.

Por eso, prestar atención es tan importante como nos enseña 1 Samuel 15:22b, pues si escuchamos atentamente, nos evitaremos sufrimientos innecesarios, y además podremos tener esperanza, pues como en el caso de lo que les reveló Jesús a sus discípulos, con la muerte suya, luego vendría una esperanza gloriosa para la humanidad: el poder de su resurrección.

Hermanos cuando Jesús declara en Juan 14:23 “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él”, nos está invitando a caminar con Él, a obedecerlo al escuchar su llamado, y a subir al monte, es decir nos invita a tener comunión con Él, ahí podemos, al igual que los tres discípulos, tener el privilegio de ser partícipes de la revelación del Padre y del Hijo, y además poder ser transformados a la imagen del Hijo por el Espíritu, como declara 2 Corintios 3:18.     Oración.

«Espíritu Santo ayúdame a prestar atención a la Palabra de Dios, llévame a escuchar atentamente y a obedecer tu voz, llévame a esa comunión, donde pueda ser transformado a la imagen de Cristo. Amen.

jueves, 19 de junio de 2025

Poner la mira en las cosas de Dios

 


Poner la mira en las cosas de Dios

“Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.” Mateo 16:16-17

“Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.” Mateo 16:22-23

En el capítulo 16 de Mateo podemos encontrar un principio clave para el crecimiento de nuestra vida cristiana: poner la mira en las cosas de Dios y no en las de los hombres. Jesús desde niño, tuvo claro este principio, por eso a la edad de doce años declaró: “¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?” Lucas 2:49b.

Poner la mira en las cosas de Dios, estar en los negocios del Padre, implica un cambio de pensamiento, por eso Jesús invitaba a sus seguidores al arrepentimiento, lo cual significa un cambio en la manera de pensar, y esto es precisamente lo que por medio de este capítulo se nos enseña, pues los fariseos y saduceos tenían su mirada en las cosas de los hombres, por lo cual Jesús en varias ocasiones los confrontó diciéndoles: “Hipócritas … en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.” Mateo 15:7-9

En Mateo 16:1-4 Jesús reprende a los fariseos y saduceos, porque ellos demandaban una señal, pues no podían distinguir que Él era el Mesías prometido, y en Mateo 16:5-12 Jesús les dice a sus discípulos que se guarden de la doctrina de ellos; enseñándonos, con los sucesos que siguen, la importancia de la sana doctrina.

Pedro por revelación, al tener fijada su mira en las cosas de Dios, pudo entender que Jesús era el Salvador, pero cuando puso su mira en las cosas de los hombres, fue influenciado por Satanás generando tropiezo a la obra de Dios. Algunos por medio de la Palabra, llevan a los creyentes a poner la mira en cosas de los hombres, predicando de superación personal, éxito y prosperidad, sin llevar a las personas a conocer a Cristo. Hermanos pidamos a Dios tomar nuestra cruz y seguirle para ser instrumentos de amor llevando la sana doctrina, para que muchos conozcan al Salvador.    Oración.

«Espíritu Santo ayúdame a diario a tomar mi cruz y seguir a Jesús, poniendo mi mirada en las cosas de Dios y no en la de los hombres, enséñame la sana doctrina, y permíteme ser un instrumento de amor, compartiendo tu mensaje, llevando a muchos a Cristo. Amen.

miércoles, 18 de junio de 2025

Compasión y bondad reflejo del Amor de Dios

 


Compasión y bondad reflejo del Amor de Dios

“Y Jesús, llamando a sus discípulos, dijo: Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino. Entonces sus discípulos le dijeron: ¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande? Jesús les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos dijeron: Siete, y unos pocos pececillos. Y mandó a la multitud que se recostase en tierra. Y tomando los siete panes y los peces, dio gracias, los partió y dio a sus discípulos, y los discípulos a la multitud. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas. Y eran los que habían comido, cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños” Mateo 15:32-38

Es maravilloso ver cómo una y otra vez la Palabra de Dios nos revela el amor y la bondad de nuestro Salvador; Jesús en el relato bíblico conocido como la alimentación de los cuatro mil, muestra claramente una característica de su gran amor: la compasión. Para el Señor era importante enseñarle a la gente las verdades espirituales de su Reino, por eso predicaba a las multitudes, pero también trataba sus necesidades físicas y emocionales, sanando a las personas que se acercaban a Él, de enfermedades tanto físicas como del alma y del espíritu; del mismo modo, las necesidades básicas del hombre no pasaban desapercibidas, ni eran ajenas para el Maestro, por eso les dice claramente a sus discípulos: “Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, no sea que desmayen en el camino.”

Es interesante ver que sus discípulos, quienes ya habían presenciado el milagro de la multiplicación de los peces y los panes conocido como la alimentación de los cinco mil, cuando escuchan esta declaración de compasión por parte de Jesús responden: “¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande?”. Pero Jesús toma esta oportunidad para enseñar nuevamente a sus discípulos acerca de su amor compasivo y bondadoso, y por eso les responde con otra pregunta: “¿Cuántos panes tenéis?” luego de esto los discípulos entregan lo poco que tienen y son testigos nuevamente del milagro de la multiplicación. Hermanos, recordemos siempre la compasión y bondad de nuestro Dios, pues así como es capaz de alimentar a una multitud, también es capaz de saciar con el Pan de vida el alma de un pecador; por eso, compartamos su Palabra y ayudemos con lo que tengamos al necesitado, pues lo uno como lo otro reflejan su amor.    Oración.

«Señor Jesús, ayúdame a ser más como tú, que tu amor me inunde y pueda expresar este amor a los demás por medio de la compasión y la bondad, predicando y practicando. Amén.

martes, 17 de junio de 2025

Ajusta la ruta

 


Ajusta la ruta

El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor.

(Proverbios 16:9)

Hoy día, muchos usamos la tecnología para actividades habituales de nuestro diario vivir. Una de ellas, bastante utilizada por los motoristas y las personas que buscan localizar alguna dirección, es el GPS. El que usa o ha oído hablar de las aplicaciones de orientación geográfica, sabe que la mayoría de esos navegadores posee una función para actualizar la trayectoria en caso de que haya alguna alteración o algún impedimento para continuar el recorrido.

Todos tenemos proyectos y sueños, pero Dios es quien controla el rumbo que nuestras vidas tomarán. A lo largo de tu trayectoria puede que tu recorrido personal pase por algunas alteraciones repentinas. Por eso, tu mente y tu corazón deben confiar en el Señor, quien ajusta la ruta de tu vida de acuerdo con su voluntad buena, perfecta y agradable. Sigue adelante con fe, bajo la orientación de Jesús, quien es el camino y el compañero fiel que conduce tus pasos en la dirección correcta.

¿Ha sucedido algo inesperado en tu vida? Eso no sorprendió a Dios. Cree que él permanece en control de todas las cosas. ¡Sigue adelante por fe!

Si aún no has puesto tu vida en las manos de Dios, hazlo. Confía que él cuidará de ti, que estará a tu lado todo el día.

Ora cada día entregando tu camino a él.

Busca acercarte más a Dios, conoce su palabra y sus propósitos.

Lee y estudia la Biblia diariamente. Que ella sea la luz que ilumina y orienta tu camino.

Camina junto a otros hermanos en la fe. Mantente en comunión activa en una iglesia.

Oración

Señor mi Dios, te entrego mis caminos en este día. Guía mi vida. Confío en que tienes el control de todo lo que me acontece. A pesar de las situaciones inesperadas, ayúdame a caminar a tu lado, confiando en que me ayudas en todas las dificultades. Que todos mis pasos estén bajo tu cuidado, Señor Jesús, hoy y siempre, amén.

lunes, 16 de junio de 2025

Alaba a Dios.

 


Alaba a Dios.

“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias; el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordias; el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila”, Salmo 103:1-5

En el antiguo testamento, los términos usados para alabanza son ‘halal’ significado parafraseado de hacer ruido, ‘yada’, relacionado con acciones y gestos corporales que acompañan la alabanza, y ‘zamar’ término relacionado con la música y el canto. En el Nuevo Testamento el término usado es ‘eujaristein’, que literalmente significa dar gracias y ‘eulogein’ que significa bendecir, ambos sugieren una relación íntima con la persona que es objeto de la alabanza.

En la Biblia entera se hallan muchos casos de alabanza que surgen espontáneamente de un corazón agradecido por los favores realizados por Dios. En Salmos 104:31 se declara que la gloria es para Dios y Él se deleita y complace en sus obras, y toda la creación expresa su gozo en alabanza (Job 38:7).

Nosotros fuimos creados para alegrarnos en la obra de Dios (Salmo 90:14-16), y para expresarle a Él todo nuestro gozo por los favores recibidos, incluyendo su perdón por nuestros pecados, porque cuando el reino de Dios llega a nuestro corazón (Es decir Cristo mora en nosotros), es restaurada en nosotros la alegría, la plenitud y a pesar de la dificultades que puedan existir, es quitada la angustia y esto produce un gozo inefable, que deriva en alabanza a Dios (Isaías 9:1-2).

Poder realizar la acción de gracias hacia Dios, expresada en alabanza, aun en medio de los sufrimientos de la vida diaria, santifica todos los aspectos de nuestra vida (1 Corintios 10:30-31) y es muestra de una ofrenda real y verdadera a Dios (Filipenses 2:17), así que empecemos nuestro día alabando a Dios con todo agradecimiento. Oración.

Señor, gracias por la vida eterna que me diste en Cristo, aun en medio de aflicciones te alabaré, tú eres la mayor alegría y en tu Palabra encuentro regocijo. Te alabo oh, mi Dios, por las grandes cosas que haces en mi vida y por lo que harás poderosamente en mí, para tu gloria y honra. Amén.

domingo, 15 de junio de 2025

¿Te ven a ti o ven a Jesús en ti?

 


¿Te ven a ti o ven a Jesús en ti?                                       

Llegamos al final de la semana, Amigo/a, mi anhelo es que hayas sido tan bendecido y edificado como yo. Mientras miramos hacia adelante, quiero dejarte una invitación especial: vive de una manera que honre al Señor en todo lo que hagas.

Su palabra nos dice en Colosenses 1:10 (RVR1960): "Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios."

En otras palabras, Pablo nos anima a vivir de acuerdo con nuestra fe. Si digo que sigo a Jesús, entonces mis acciones deben reflejar su carácter.

El término “andar” hace referencia a nuestro estilo de vida: cómo vivimos cada día, cómo tomamos decisiones y cómo nos relacionamos con los demás. Significa buscar Su voluntad en todo lo que hacemos, dejando que nuestra fe guíe cada paso.

Cuando vivimos así, comenzamos a dar frutos. Estos frutos son el resultado visible de una fe viva: buenas obras que nacen del amor de Dios en nosotros. Actuar con amor, generosidad, perdón y paciencia no es un esfuerzo aislado, sino la consecuencia natural de un corazón lleno de Cristo. Cuando Él habita en nosotros, se nota.

Amigo/a, recuerda el propósito de nuestra fe: no solo conocer a Dios, sino vivir de forma que Él se refleje en ti. Esta verdad me ayudó a comprender mejor lo que significa vivir conforme a lo que creo.

Por eso, te animo a rendir tu vida a Dios cada día. Acércate más a Él mediante la oración, la meditación en Su Palabra y la obediencia. Cuanto más lo conoces, más lo amas… y más deseas vivir como Él.

Pido a Dios que tu vida sea instrumento de Su amor para impactar al mundo.

No lo olvides nunca: ¡Eres un Milagro!

sábado, 14 de junio de 2025

Avivando nuestra vida espiritual.

 


Avivando nuestra vida espiritual.

“Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: ¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos”. Hageo 1:3-7

El libro de Hageo plantea tres problemas comunes a todos los pueblos y yo diría a todas las personas. El primero de ellos es el desinterés. El pueblo de Israel había retornado de su exilio con el propósito de reconstruir el templo de Jerusalén y había comenzado la tarea, pero ante la oposición de los enemigos desistieron y se detuvo la obra, se habían interesado más en reconstruir sus propias casas y entraron en apatía espiritual.

Esto sucede muy a menudo en la vida cristiana, cuando empezamos a crecer espiritualmente y comenzamos a estudiar la Biblia, iniciamos con entusiasmo y perseverancia, pero ante el primer tropiezo, cuando se oponen a que conozcamos del Señor, cuando rechazan el mensaje que damos del evangelio, cuando estorban nuestro crecimiento, vamos perdiendo el interés y preferimos parar para evitar los problemas, detenemos la obra que el Señor ha comenzado en nosotros, eso solo denota inmadurez espiritual.

Lo triste es que nuestra vida se vuelve infructuosa, porque perdemos la perspectiva y nos dedicamos a las cosas del mundo como todos los demás. Los esfuerzos por construir primero lo material y mundano antes que lo espiritual resulta en fracasos que nos hacen tambalear en nuestra fe. Quienes triste y equivocadamente anteponen lo material a Dios salen perdiendo. Debemos entonces reorganizar nuestras prioridades y el primero en la lista es Dios, si queremos una vida bendecida. En Mateo 6:33 se nos da el orden correcto “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.

Los tiempos que estamos viviendo demandan actitudes de servicio y compromiso con el Señor, es tiempo de ordenar nuestras prioridades y que nos ocupemos de las cosas de Dios para glorificar su nombre en esta tierra. Hageo 1:8 dice: “Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová”. Es tiempo de actuar, el mundo necesita cristianos crecidos espiritualmente que sean testimonio para aquellos que no le conocen, que este 2022 sea el año de tomar con determinación nuestra edificación espiritual. Cuando Dios habla, transmite vida. Esa es la clave de todo despertar espiritual.

Motivémonos con estas palabras de Pedro en 2 Pedro 3:18 “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén” Oración.

«Amado padre celestial, a través de tu palabra me has advertido que no permita que las preocupaciones, las inquietudes y afanes de este mundo ocupen el primer lugar en mi corazón, de tal manera que invierta mis prioridades y me olvide de ti. Nada saldrá bien si no eres el que dirige cada aspecto de mi vida, porque separado de ti nada puedo hacer. Bienaventurado es el que toma al Señor como su Dios y confía plenamente en lo que Él tiene para su vida, por eso quiero que seas mi prioridad. En el nombre de Jesús. Amén.