domingo, 29 de julio de 2018

PREPARÉMONOS ANTE DOS EVENTOS SEGUROS


PREPARÉMONOS ANTE DOS EVENTOS SEGUROS.
¡Seamos realistas! Hay dos eventos SEGUROS que pueden suceder en cualquier momento:
La muerte física.
o
El regreso de Jesucristo.
Que importante es que los cristianos nos mantengamos preparados; necesitamos mantenernos “despiertos” en el Espíritu practicando la obediencia y cumpliendo con la obra encomendada.
Nuestro Señor Jesucristo es claro y directo en sus advertencias...
“Vosotros, pues, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del hombre vendrá”
Lucas 12:40
“Aquel siervo que conociendo la voluntad de Dios no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes”
Lucas 12:47
“Porque a todo aquel a quien se le haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá”
Lucas 12:48
¡MANTENGÁMONOS PREPARADOS!
A la hora que no pensemos, nos enfrentaremos con la muerte...     A la hora que no pensemos Jesucristo vendrá.
Que el Espíritu Santo obrando en nosotros nos ayude a mantener una conducta irreprensible en todo momento y lugar...     nos ayude a llevar una vida alejada de todo pecado, sin dejarnos impresionar por sus seducciones engañosas...     nos ayude a  permanecer sensibles y activos ante las necesidades de las personas que nos rodean...     nos ayude a difundir el mensaje de la Palabra de Dios hacia todos los rincones de la tierra.
Para mantenernos eficazmente preparados ante Dios, es necesario que tomemos en serio la oración y la reflexión bíblica; hemos de incrementarla, mantenerla y perseverar en ella...     ¡No se puede de otra manera!
¡Jesucristo dijo!
“Separados de mí nada podéis hacer”
Juan 15:5
La determinación para vivir de acuerdo con su voluntad procede de su Espíritu obrando en nosotros...     ¡Permanezcamos conectados con él!
“Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan.
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.
Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos, vivamos juntamente con él”
1 tesalonicenses 5:6-10

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