viernes, 31 de marzo de 2017

Filipenses 4:11-13

Filipenses 4:11-13
No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Es fácil pensar que algo nos pertenece. Pensamos que nuestro trabajo nos pertenece, nuestra pareja, nuestro dinero, nuestra salud, nuestra vida en general. Probablemente se deba a la costumbre que genera el día a día y simplemente damos por hecho que si el día de hoy me fui a dormir con x y z pues mañana también tendré x y z. Justamente aquí es donde entra la zona de conflicto entre Dios y nosotros. El Señor nos dice que somos administradores de lo que Él nos da pero en realidad todo le pertenece a Él y no a nosotros. Leíste bien. Todo le pertenece a Él. ¿Acaso decidiste cuándo y cómo nacer? ¿Pudiste opinar sobre el color de tus ojos? ¿Puedes decidir cuándo enfermarte? Así la lista continúa. No podemos decidir cuántos hijos tener. No podemos decidir dónde vivir. Realmente no podemos decidir nada por nuestra propia cuenta. Tal vez estás entrando en confusión con lo que acabas de leer. No te desesperes y sigue leyendo. La verdad es que nosotros podemos decidir vivir en tal o cual lugar, pero si el Señor no lo quiere así, simplemente no sucederá. Hay personas que perdieron a sus hijos a muy temprana edad. ¿Pudieron decidir algo al respecto? No. Hay personas que de un día para otro pierden su trabajo o su negocio deja de funcionar. Varios años le dedicaron. Muchas noches se fueron a dormir y al día siguiente fue lo mismo. Hasta que un día, todo cambió. Esto es lo que nos está diciendo Pablo que ha vivido. Él perseguía a los cristianos. Buscaba acabarlos. Tenía un trabajo, tenía lujos y placeres. Cada noche se acostaba y al día siguiente hacía lo mismo. Pero un día, todo cambió. Tuvo su encuentro con Dios y nada fue igual. Ahora estaba encarcelado injustamente. Había sido ya golpeado, atravesaría naufragios, sería lapidado hasta ser considerado muerto entre muchas otras cosas. Pero finalmente decidió tener contentamiento y paz a través de Cristo en quien todo lo podemos. Así también tú y yo debemos decidir hoy. Decidir por vivir agradecidos. Decidir por vivir obedeciendo y sirviendo sin importar que haya abundancia o escasez. Vivir para Cristo con hambre o con un banquete cada día. Sea cual sea tu situación, el entregar tu vida al Señor no debe depender de las circunstancias. Ahora, ¿esto quiere decir que no tendrás tristezas ni te sentirás abatido? No. Todo lo contrario. No conozco a nadie que haya perdido su trabajo o no tenga que comer que no se sienta mal. La diferencia está en entender que podemos seguir adelante pues el Señor es quien nos fortalece y no las circunstancias. ¿Lo puedes ver? Allá afuera quieren hacerte creer que tu cuenta de banco, tu casa, tu trabajo y otras cosas materiales te dan dirección y fuerza para avanzar. El problema llega cuando todo esto se viene abajo. ¿Cómo seguir? ¿Por qué crees que hay millonarios que se suicidan? Es difícil vivir entregado al Señor y poder decir las palabras que Pablo dice, pero no es imposible. De hecho, tenemos prácticamente la batalla ganada pues el Señor es quien hace todo el trabajo. A nosotros nos corresponde entregarnos. Rendirnos. Humillarnos y dedicarnos a glorificarle.
Oración

Padre: definitivamente tenía mi fortaleza y esperanza puestas en los lugares equivocados. Pensaba que yo decidía, que merecía y además que me pertenecían tantas cosas y hoy entiendo lo equivocado que estaba. Realmente todo te pertenece. Señor perdóname. Guíame en tu camino. Fortaléceme pues quiero seguirte y debo cambiar mi forma de pensar y de actuar. Te entrego mi vida y te pido que pueda vivir en obediencia y servicio a Ti, siempre agradecido y gozoso a través de la fuerza que Cristo me da. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén

miércoles, 29 de marzo de 2017

EL PODER EN MANSEDUMBRE

Tema: “EL PODER EN MANSEDUMBRE”


“En quietud y en confianza será vuestra fortaleza”
Isaías 30:15

Las cataratas del Niágara son una de las vistas más espectaculares que yo jamás haya contemplado. El rugido de 170 mil metros cúbicos de agua cada minuto las convierte en el salto de agua más poderoso en Norteamérica. Sin embargo, muy poca gente sabe que más del 50% del agua del río se desvía por cuatro túneles gigantes antes de llegar a las cataratas. Esta agua pasa por turbinas hidroeléctricas que suministran energía a las áreas cercanas en los Estados Unidos y Canadá antes de regresar al río, habiendo dejado bastante atrás las cataratas.

A algunos les encantaría que los demás pensaran que sus vidas son como las Cataratas del Niágara -salvajes, espectaculares y ruidosas. Pero el poder sin control se disipa en energía inútil. Moisés pensó que podía usar su poder como miembro de la realeza para causar la liberación del pueblo de Dios de la esclavitud. Utilizó mal su poder matando a un egipcio, lo cuál sólo disipó su poder porque perdió el respeto de su propio pueblo (Éxodo 2:11-15). Dios tuvo que enseñarle mansedumbre (Números 12:3).

Los mansos prosperan porque son quienes tienen el poder bajo control. Nuestro Señor dijo: «Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad» (Mateo 5:5). Puede que hayas estado tratando de vivir en este mundo por medio de tu propio poder. Deja que Dios te enseñe mansedumbre para que puedas vivir y depender de Su fuerza.


Nada es más fuerte que la fuerza bajo el control de Dios.

lunes, 27 de marzo de 2017

1 Pedro 1:12

1 Pedro 1:12

A ellos se les reveló que no se estaban sirviendo a sí mismos, sino que les servían a ustedes. Hablaban de las cosas que ahora les han anunciado los que les predicaron el evangelio por medio del Espíritu Santo enviado del cielo. Aun los mismo ángeles anhelan contemplar esas cosas.

Cuando dice a ellos se les reveló, ¿a quién se está refiriendo? A los profetas que menciona en el versículo 10. Éstos anunciaron la gracia que nos es ofrecida hoy en día. Entonces, lo que nos está explicando Pablo, es que estos profetas estaban anunciando algo que no era para su tiempo sino para el nuestro. Anunciaron lo que habría de venir y así como lo dijeron, así sucedió.
Hoy estamos acostumbrados a que las cosas funcionen de manera muy peculiar. Queremos ver y entender los resultados inmediatamente. Si ves un rato la televisión podrás encontrar infinidad de productos “milagrosos”. Hazte millonario en muy poco tiempo. Ten el cuerpo que siempre deseaste en tan solo unos cuantos minutos. Todo gira alrededor de conseguir un resultado inmediato y con el menor esfuerzo posible. ¿Y qué tiene que ver esto con el pasaje de hoy?
Debemos aprender que las pruebas que atravesamos, no necesariamente tendrán un resultado inmediato. Los profetas anunciaron la gracia y no fue para ellos en ese momento sino varios años después tuvo efecto cuando vino Cristo y el Espíritu Santo. Nosotros queremos que las pruebas se acaben rápido. Queremos entender el por qué de lo que nos está sucediendo. Queremos que llegue el aprendizaje y listos para lo que sigue. ¿Cuánta gente está orando en este momento por salud personal o la de un familiar? ¿Y si el Señor quiere que sigamos enfermos? ¿Y si gracias a esa enfermedad creceremos espiritualmente? ¿Y si gracias a esa enfermedad alguien entrega su vida a Cristo? ¿Por qué aferrarse tanto a la salud? ¿Por qué no mejor nos aferramos a servir al Señor y en dar testimonio a los demás de la reconciliación que ofrece Jesús? No podemos estar viviendo como el mundo nos dicta. No podemos moldearnos a lo que vemos afuera. Tenemos que moldearnos a la imagen de Cristo. Nuestras acciones deben predicar sus principios. Nuestras palabras deben hablar sus palabras. Por esta razón, no podemos caer en los errores que los demás caen. Así como los profetas anunciaban lo que vendría y no se quejaban porque no entendían lo que decían o cuándo exactamente sucedería, nosotros debemos aprender a vivir en obediencia y servicio a Dios sin esperar entender todo lo que nos sucede. Imagina qué ilógico sería tener a un profeta quejándose con el Señor porque no vería quién es el Mesías. Imagina a Juan quejándose por no entender cuándo vendría el Apocalipsis. Es ilógico. Pero cuando se trata de nosotros y querer respuestas inmediatas y claras ya nos parece que tiene sentido. La verdad es que es igual de ilógico exigir lo que solamente el Señor en su soberanía quiere revelar. Nos quejamos y nos quejamos pero no llegamos a ningún lado. Por otro lado, puede ser que estás orando sin cesar y te encuentras igualmente estancado. ¿La razón? ¡Estamos orando por lo que el mundo busca y no lo que nuestro Señor! Ora porque tu vida sirva para que otros vengan a Dios. Ora para que tu vida sea de bendición para los que te rodean. Ora para que el Señor transforme tu corazón y puedas amar a tu prójimo. Dejemos de quejarnos y oremos para que seamos utilizados y vehículos de bendición. Si Dios nos quiere revelar sus planes hoy, ¡Extraordinario! Si no nos revela nada, ¡Igualmente extraordinario! Su voluntad es lo mejor en cualquier escenario. No te desanimes ni desesperes. Deja de buscar una solución o una explicación. Deja que el Señor reine y revele conforme a su voluntad y obedezcamos mientras esperamos a ser llamados.

Oración

Dios Padre: tu palabra es increíble y llena de bendición. Te doy gracias por revelarme lo que es importante y ayudarme a discernir entre aquello que me ayudar a crecer espiritualmente y lo que no. Perdóname por cuestionar tus planes y estar demandando una explicación a lo que me sucede. Hoy entiendo que debo entregarme incondicionalmente a Ti y confiar en tu amor y tu voluntad por encima de todo. Gracias Señor. En Cristo Jesús. Amén

domingo, 26 de marzo de 2017

1 Pedro 2:20-21

1 Pedro 2:20-21
Pero ¿Cómo pueden ustedes atribuirse mérito alguno si soportan que los maltraten por hacer el mal? En cambio, si sufren por hacer el bien, eso merece elogio delante de Dios. Para esto fueron llamados, porque Cristo sufrió por ustedes, dándoles ejemplo para que sigan sus pasos.
El sufrimiento es parte de nuestra vida. No es natural y por ello hacemos todo lo posible para evitarlo. ¿A quién le gusta sufrir? ¡A nadie! Pero cuando vemos el sufrimiento a través de los ojos de Dios, podemos entender que el sufrimiento es necesario para transformar y renovar nuestro carácter. Las pruebas, el maltrato, el sufrimiento, todo esto va dando forma a tus acciones, reacciones y pensamientos. Si no conocemos a Dios y alguien nos maltrata, ¿Cómo crees que reaccionarías? Obviamente devolveríamos mal con mal. Basta con salir a la calle y ver cómo abunda el deseo de venganza en lugar del amor. Pero Dios nos enseña algo distinto. Nos dice que fuimos llamados para soportar el maltrato y seguir dando buen testimonio. Nos exhorta a obedecer a nuestras autoridades y superiores sin importar que sean dignos o que nos traten bien. Nos enseña que nuestra autoridad principal es Dios y Él ha puesto cualquier autoridad en la tierra y a Él le agrada que nos sujetemos a ellas. Ahora, Dios, siendo conocedor de todo, nos advierte que habrá mucha injusticia. Nos prepara para lo que vendrá y además, nos da dirección: para esto fueron llamados, Cristo sufrió por ustedes dándoles ejemplo para que sigan sus pasos. No nos avientan al mundo para tratar de sobrevivir. Dios nos prepara y nos guía. Lo que nos corresponde hacer es tener fe y confiar en que sus pasos son mejores que los nuestros. Nos corresponde tomarnos de su amor y llenarnos de su consuelo para poder soportar todo esto. Piensa en esto por un momento: la biblia nos dice que no hay mérito o elogio en recibir sufrimiento si recibimos maltrato por haber hecho el mal. Por el contrario, hay mucho mérito en recibir maltrato, y continuar haciendo el bien. ¿De qué lado estás? ¿Cómo son tus reacciones? ¿Eres una persona arrebatada y explosiva? O por el contrario ¿Eres una persona que no hace nada y guarda todo? ¡Dios no quiere robots como siervos! Dios quiere corazones que estén dispuestos a entregarse por completo. Si alguien te maltrata, es normal que te enojes. Es normal que sientas impotencia. Lo que Dios quiere que hagas es doblar tus rodillas, deshacerte de tu orgullo y ponerte a orar pidiendo por paz. Ora porque tengas amor para tu prójimo. Ora para que puedas entender lo que Dios quiere que aprendas. Ora para que tus actos sean similares a los de Jesús. No ores para que se resuelvan los problemas. No ores para que no haya injusticias. No ores para que te cambien de jefe o para que se acabe esto o aquello. ¡No! Dios nos dice que habrá maltrato en nuestras vidas tal y como lo hubo en la de Jesús. Entonces tenemos dos opciones: vivir amargados y enojados cada vez que llega una prueba y atravesamos sufrimiento y maltrato o, vivir pegados al Señor pidiendo que nos llene de Él para poder dar un testimonio de mérito sin importar lo que estemos atravesando. ¿Qué vas a hacer? Yo te animo a que te entregues a Dios y camines sus pasos. Sí, habrá maltrato, pero servirá para moldearte conforme al corazón de Cristo.
Oración

Señor: te pido perdón por mis pecados. Te pido que pueda dar un buen testimonio aunque reciba maltratos. Te pido que tenga fe y pueda ser fuerte para controlar mi cuerpo y mis reacciones pues muchas veces van en contra de tu ejemplo. Te doy gracias por advertirme de lo que habrá de venir y te pido que pueda mantenerme en tus pasos en todo momento. Lléname de tu paz, de tu amor y de tu consuelo para que pueda vivir dando testimonio de Ti. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.

sábado, 25 de marzo de 2017

Débora y el respeto

Débora y el respeto
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En esa época una profetisa llamada Débora era jefe de los israelitas. Débora era esposa de Lapidot y acostumbraba sentarse bajo una palmera, conocida como la Palmera de Débora, que estaba en las montañas de las tribus de Efraín, entre Ramá y Betel. Los israelitas iban a verla para que les solucionaran sus problemas. Jueces 4:4
Esta historia nos muestra muchas cosas muy interesantes, como sabemos en aquellos tiempo no se permitía gobernar fácilmente a una mujer o que ocupe un lugar de autoridad espiritual, pero era época de decaimiento y vemos que hay una excepción y no la regla al utilizar Dios a Débora a gobernar al pueblo de Israel, cuando habían vuelto a pecar contra Dios.
Al leer todo el capítulo de esa grandiosa historia, vemos a una gran mujer y valiente. Ella nos muestra que pudo ganarse el respeto a si mismo y a los demás. Pocas personas hubieran pensado que Débora podría cambiar la forma en que los israelitas vivían, pero por la voluntad de Dios esto fue lo que ella hizo y el obedecer a Dios hizo que este pueblo volviera a tener paz. Ella tenía una gran seguridad de hablar y actuar, tanto así que muchas personas la iban a buscar donde ella siempre solía estar sentada bajo una palmera, para que les ayudara a solucionar sus problemas. También vemos su seguridad y convicción a llamar a Barác y ordenarle que fuera a la batalla, aún cuando él tenía dudas sobre esa batalla, ella no dudo y demostró su convicción al acceder acompañarlo a Barác en la batalla.
Barác le respondió:
- Iré solamente si tú me acompañas. De otra manera no iré.
Entonces Débora dijo:
- Está bien, te acompañaré. Pero quiero que sepas que no serás tú quien mate a Sísara (Jefe del ejército de Jabín que ya había vencido antes al pueblo de Israel). Dios le dará ese honor a una mujer. Jueces 4: 8-9
Ella poseía una madurez poco común de aquella época, jamás trato de llevarse el crédito por la victoria que tuvieron al final en la que Dios había permitido que sea así, sino más bien reconoció a todos aquellos que ayudaron.

¿Cuántas veces hemos agradecido por la ayuda de los demás, por muy pequeña que esta sea? ¿Te has ganado el respeto de ti mismo y de los demás?

viernes, 24 de marzo de 2017

Dios cierra la boca de los leones

Dios cierra la boca de los leones
El rey Darío nombro a ciento veinte personas que le ayudaran a gobernar, a estos ciento veinte los vigilaban tres jefes superiores entre los que estaba Daniel. Tan bueno era el desempeño de Daniel que el rey lo nombro jefe de todos y hasta llego a pensar en hacerlo jefe de todo el reino.
La Biblia dice: “Los otros sólo esperaban que Daniel hiciera algo malo, o que cometiera algún error, para acusarlo con el rey. Pero no pudieron acusarlo de nada, pues Daniel siempre hacía bien su trabajo” Daniel 6:4 (Traducción en lenguaje actual).
Y es que desde el antiguo tiempo hay personas con envidia y celo de lo que Dios hace en la vida de los que de corazón sincero lo buscan.
¿Cuántas personas quizá andan esperando que hagas algo malo para acusarte?, quizá muchos ojos este puestos en ti, pero si tu corazón le pertenece al Señor y buscas por todos los medios de agradarlo siempre, jamás tendrán de que acusarte.
Los jefes principales al no encontrar forma de acusar a Daniel por su trabajo, ya que su trabajo era perfecto, la Biblia dice: “Por eso se pusieron de acuerdo y dijeron: «Como no tenemos nada de qué acusar a Daniel, lo haremos caer solamente con algo que tenga que ver con su religión»” Daniel 6:5 (Traducción en lenguaje actual).
Es triste que haya personas dispuestas a tramar de cualquier forma posible tu caída, y es que nadie dijo que le ibas a caer bien a todos, siempre habrá “jefes principales” dispuestos a tramar tu caída a consecuencia de la envidia y celo que tienen hacia lo que Dios está haciendo en ti.
La propuesta de estos jefes principales hacia su rey fue la siguiente: “Todos los jefes y gobernantes queremos sugerir a Su Majestad que ponga en vigor una nueva ley. Según esa ley, durante un mes nadie podrá adorar a ningún dios ni persona, sino sólo a Su Majestad. Esa ley se aplicará en todo el reino, y cualquiera que la desobedezca será echado vivo a la cueva de los leones” Daniel 6:7 (Traducción en lenguaje actual).
La ley era maliciosa, por una parte abogaba al ego del rey y por otra llevaba la intención de atacar directamente a Daniel, ya que estas personas sabían muy bien que Daniel era un hombre entregado a Dios y que por más ley que se instaurara, seguiría buscando a su Dios.
El rey Darío acepto, sin imaginarse el trasfondo de esta idea, pues él apreciaba mucho a Daniel.
Cuando la ley entro en vigor, Daniel lo supo, pero la Biblia narra cual fue su reacción: “Daniel lo supo, pero de todos modos se fue a su casa para orar a Dios. Daniel acostumbraba orar tres veces al día, así que entró en su cuarto, abrió la ventana y, mirando hacia Jerusalén, se arrodilló y comenzó a orar” Daniel 6:10 (Traducción en lenguaje actual).
La actitud de Daniel nos enseña que no importando las circunstancias que nos rodean, no debemos olvidar nuestra relación personal con Dios, no hay ley que nos pueda separar de la búsqueda continua del Señor.
Los jefes principales vieron a Daniel orando, ¿Cómo lo pudieron ver si Daniel estaba en su cuarto?, estos señores, estaban espiando de la forma más vil a Daniel, su propósito era acusarlo de cualquier forma. Quizá a tu alrededor hayan personas como estas, capaces de hacer cualquier cosa sin vergüenza alguna, solo por encontrar en ti una falla. Personas capaces de cualquier cosa solo por verte mal o peor a un, solo por verte ser devorado por leones.
Estos jefes principales rápidamente dieron aviso al rey de lo sucedido y lo presionaron para que cumpliera la ley que el mismo había firmado. El rey le tenía gran estima a Daniel y toda la noche no durmió pensando la forma de poder salvarlo. Pero la presión de estas personas con malas intenciones obligaron al rey a cumplir la rey que era irrevocable, así que no tuvo otra opción que mandar a traer a Daniel para ordenar que lo echaran a la cueva de los leones, pero antes que lo echaran le deseo que su Dios pudiera salvarlo.
La Biblia dice: “Enseguida echaron a Daniel a la cueva de los leones. Luego taparon la cueva con una piedra muy grande, y el rey puso su sello en la entrada. Lo mismo hicieron los jefes principales para que nadie se atreviera a sacar de allí a Daniel” Daniel 6:17 (Traducción en lenguaje actual).
Quizá en algún momento aquellas personas que solo buscan tu mal lograran echarte a una cueva de leones hambrientos que solo esperan el mínimo asomo para devorarte por completo, pero aun en esa cueva llena de leones hambrientos DIOS NO SE OLVIDA DE TI.
Es fácil pensar de ¿Cómo es posible que un hombre que solo busque agradar a Dios pueda terminar en una cueva de leones?, ¿Cómo es posible que un hombre tan integro pueda ser juzgado de esa manera a causa de personas envidiosas y celosas del respaldo de Dios sobre su vida?, ¿Por qué lo permite Dios?, ¿Por qué le pasa esta cosas a siervos de Dios?
Tú puedes pensar todo lo que quieras, hacer tu propio juicio y hacerte todas las ideas que quieras del suceso que puedas estar experimentando, pero hay algo que es seguro y esto es que DIOS ES JUSTO, y a pesar de tener que enfrentarte a personas que te acusan sin causa y que te tiran a una cueva llena de leones, no tienes que olvidar a quien le sirves, por quien vives y a quien le debes todo.
Es fácil en momento de críticas y juicios injustos querer cuestionar a Dios, es fácil pensar que quizá Dios se aparto de nosotros cuando vemos que vamos rumbo a una cueva de leones para ser devorados, pero tranquilo, tranquila, Dios aun no termina la historia.
Al día siguiente el rey Darío fue a la cueva y pregunta: “Cuando estuvo cerca de la cueva, se puso muy triste y gritó: —¡Daniel, tú siempre has adorado al Dios de la vida! ¿Pudo tu Dios salvarte de los leones?” Daniel 6:20 (Traducción en lenguaje actual).
La respuesta fue: “Y Daniel le contestó: —¡Deseo que Su Majestad viva muchos años! Mi Dios envió a su ángel para cerrarles la boca a los leones, para que no me hicieran daño. Mi Dios sabía que yo no he hecho nada malo, y que tampoco he traicionado a Su Majestad” Daniel 6:21-22 (Traducción en lenguaje actual).
¡Increíble! Dios había acompañado a Daniel, aun allí en una cueva llena de leones hambrientos, ¡DIOS CERRO LA BOCA DE LOS LEONES!
Quizá esté siendo juzgado y lanzado a una cueva de leones injustamente o quizá hayan muchos leones a tu alrededor queriéndote devorar, pero hay una cosa de la que tienes que estar seguro, si tú le sirves a Él, si tú vives para Él, entonces ÉL CERRARA LA BOCA DE CUANTO LEON SE TE PONGA ENFRENTE.
Acusadores siempre habrán, gente que critique tu trabajo también, malos comentario, crítica muy fuerte, personas envidiosas o con celos de lo que Dios te ha dado o está haciendo en tu vida siempre aparecerán, leones hambrientos queriéndote devorar, cuevas oscuras que querrán robarte la sonrisa, pero hay algo que nos protege de todo eso: SU PRESENCIA EN NUESTRA VIDA.
A todos los “jefes principales” y leones que se encuentran a nuestro alrededor, a todos ellos este día les digo: ¡DIOS CIERRA LAS BOCAS DE AQUELLOS QUE NOS ACUSAN Y NOS QUIEREN DEVORAR!
Querido hermano, querida hermana, hoy quiero que vuelvas a la calma, si alguien te esta señalando injustamente, si alguien está lanzando juicios equivocados hacia tu persona o hacia el trabajo que realizas, mantén la calma, si vez que sus comentarios te están llevando a la cueva de los leones para ser devorado o devorada, camina, no pongas resistencia, ve directamente a la cueva, porque allí encontraras SU PROTECCION.
Aun en cuevas de leones DIOS ESTARA CONTIGO, ve, camina, porque allí Dios demostrara realmente quien eres para Él, no tengas miedo al resultado, porque DIOS LEVANTARA TU CABEZA y demostrara todo lo contrario a lo que de ti dicen.
Mientras Dios se mostrara en tu vida, los que te acusan tendrán un fin diferente: “Más tarde, el rey mandó que trajeran a quienes habían acusado a Daniel, y que los echaran a la cueva de los leones, junto con sus mujeres y sus hijos. ¡Y enseguida los leones los agarraron y les rompieron los huesos! ¡Antes de que tocaran el suelo, ya los habían despedazado!” Daniel 6:24 (Traducción en lenguaje actual).
Dios hará justicia en tu vida, deja que te acusen lo que quieran hacerlo, deja que te espíen todo lo que quieran y si es posible deja que te lleven a esa cueva en donde esperan devorarte, porque allí mismo en ese lugar en donde ellos creen que será tu final, se demostrara quien es el que está contigo y Él mismo cerrara todas las bocas que tenga que cerrar.

¡Dios cierra la boca de los leones que te quieren devorar!

jueves, 23 de marzo de 2017

Cómo manejar las deudas

Cómo manejar las deudas
Romans 13:1-8
Todo ciudadano tiene la responsabilidad de someterse a la autoridad del gobierno. Obedecer las leyes del país, que no se opongan a los mandatos bíblicos, es parte esencial de honrar al Señor. El v. 7 del pasaje de hoy dice: “Pagad a todos lo que debéis”. Así como estamos obligados a pagar nuestros impuestos, también estamos obligados a pagar todas nuestras deudas (v. 8).
El Señor espera que todo el que pida dinero prestado sea diligente en hacer los pagos regulares. Cuando no pagamos lo que debemos legalmente, somos culpables de robar al dador del préstamo. Pero no solo eso; arruinamos también nuestro testimonio para Cristo. Puesto que el delito de no pagar un préstamo es grave, debemos empeñarnos en salir de deudas, y en no volver a incurrir en ellas.
Quizás este sea su caso. Pero, por más desalentadora que pueda parecerle reducir su deuda, no está solo en esto. Dios quiere que usted sea libre financieramente, y Él le mostrará el camino. Sin embargo, el método del Señor no suele ser una solución rápida, sino un proceso lento y continuo que también le capacitará para evitar futuras deudas. Reconozca que no ha sido un buen administrador de sus recursos, comprométase a hacer algunos cambios, y esfuércese por lograr su meta. Vea luego cómo el Señor le sacará de sus deudas.

¿Le parece a usted una montaña de deuda mayor que el Dios todopoderoso? Si es así, su atención está centrada en sus propias incapacidades, no en la fidelidad del Señor. A quienes se vuelvan al Señor con entrega y arrepentimiento sinceros, el Señor les dará los recursos necesarios como también la perseverancia para pagar sus deudas.

miércoles, 22 de marzo de 2017

David, un varón conforme al corazón de Dios

David, un varón conforme al corazón de Dios
Texto clave: “He hallado a David, hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.” Hechos 13:22
No siempre encontramos en la Biblia a Dios alabando características de sus siervos. Hay algunos casos como por ejemplo, el de Moisés, un hombre realmente manso, o Jeremías que lloraba el dolor de su pueblo, jóvenes como Daniel y sus amigos, dispuestos a dar su vida por su fe. Por alguna razón la mayoría de nosotros preferiríamos más bien ser como David.
Según el texto clave de Hechos, David fue considerado varón conforme al corazón de Dios por una causa bien clara: “quien hará todo lo que yo quiero”. Erróneamente me preguntaba cómo podía ser David conforme al corazón de Dios y haber cometido pecado tan grande como el adulterio, crimen organizado y aquel pecado del censar al pueblo. Pero lo que Dios está destacando como bueno en este verso no son los pecados de David, sino la obra de David. David hizo todo lo que Dios le mandó a hacer.
En este aspecto sí podemos tratar de ser como David, si podemos hacer todo lo que Dios quiere que hagamos. La escritura dice “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). Muchos utilizan este versículo para justificar sus malas obras y cometer toda clase de libertinaje. Pero si analizamos los orígenes de esta escritura encontraremos que se refiere a que todo lo que Dios espera que hagamos lo podemos hacer en Cristo, que nos fortalece; se refiere a la capacidad que Dios nos da para hacer su obra.
David, no solamente hizo lo que Dios le dijo que hiciera, sino que aún propuso en su corazón hacer más de lo que Dios le pidió. Si leemos lo relacionado con la construcción del templo en 2 Samuel 7 y en 1era Crónicas 29 desde el verso 3 en adelante; leemos como a David se le negó la construcción del templo y el 

martes, 21 de marzo de 2017

Sigan progresando

Sigan progresando
Por lo demás, hermanos, les rogamos y animamos en el Señor Jesús a que cada día su comportamiento sea más y más agradable a Dios, que es como debe ser, de acuerdo con lo que han aprendido de nosotros. - 1 Tesalonicenses 4:1 (4:1-7)
Cuando el apóstol Pablo dice: “… su comportamiento sea más y más agradable a Dios”, nos está dando la idea de que necesitamos progresar en la vida cristiana. Hay, incluso, una versión de la Biblia que traduce:  “Sigan progresando en el modo de vivir que agrada a Dios” (NVI).
El progreso es una gran cosa. Si no fuera por él, hoy seguiríamos cocinando sobre el fuego a leña o carbón, seguiríamos transportándonos a lomo de caballo o de burro, y saldríamos cada día a cazar y a pescar para conseguir la comida. El progreso hizo mucho por nosotros, incluso que hoy nos podamos comunicar en forma instantánea con nuestros amigos y familiares en todas partes del mundo por medio de internet. Pero el progreso trajo consigo también mucha contaminación: nuestros desechos contaminan las aguas, los gases que eliminan los automóviles y las fábricas contaminan el aire que respiramos, y la pornografía contamina nuestra mente y nuestro espíritu. Con el progreso viene también más pecado.
El progreso en la vida cristiana es el único que no contamina, y el progreso en la fe no tiene límites, ¡llega hasta el cielo! Si en algo debemos insistir en no quedarnos estancados es en practicar y en crecer más y más en el comportamiento que agrada a Dios. Crecer en nuestro comportamiento cristiano alaba a Dios, y acerca a otros a la salvación que el Señor Jesús logró para todo el mundo.

Gracias, Padre, porque tu amor no contamina. Ayúdanos a crecer en la gracia, y a ejercitarnos en las buenas obras. En el nombre de Jesús. Amén.

lunes, 20 de marzo de 2017

Salmos 2:1-5

Salmos 2:1-5
¿Por qué se sublevan las naciones, y en vano conspiran los pueblos? Los reyes de la tierra se rebelan; los gobernantes se confabulan contra Él y contra su ungido. Y dicen: ¡Hagamos pedazos sus cadenas! ¡Librémonos de su yugo! El rey de los cielos se ríe; el Señor se burla de ellos. En su enojo los reprende, en su furor los intimida.
Como he escrito en otras ocasiones, en la actualidad estamos viviendo una amenaza única a nuestra comunión con Dios. No son ataques como los que vivieron en los tiempos de Daniel o los discípulos de Jesús. Es uno más sutil y probablemente más certero. ¿Cuál es? Se llama Tolerancia. ¿Cómo? Sí. Tolerancia. Aunque parece irónico, la tolerancia que se promueve hoy en día, la pluralidad junto con la inclusión son muy distantes de lo que realmente significan. ¿A qué me refiero? El día de ayer escuché un dato sorprendente: El director de una empresa fue despedido porque años antes de su puesto, apoyó económicamente una campaña que buscaba frenar la legalización del matrimonio homosexual. ¿Cuál es el problema? Te preguntarás. El problema viene cuando una corte de justicia indica que uno puede tener la religión, creencia y pensamiento que uno quiere, pero no puede mantenerse firme ante sus principios si van en contra de lo que ellos quieren. ¿Lo puedes ver? La tolerancia es para aquellos que están de un lado en específico. ¡No es para todos! ¿Quieres tolerancia? Pues tienes que aceptar lo que te dicen porque si no, te has vuelto intolerante. ¿Quieres mantenerte firme en los principios del Señor? Ya no puedes participar en el grupo de la tolerancia. Ahora, no puedo omitir la cantidad de errores que se han cometido en “el nombre de Dios”. Sin embargo, esto no tiene nada que ver con un grupo u otro sino con Cristo y su sacrificio para que podamos ser reconciliados con Dios Padre. Cuando la biblia es clara, nosotros no podemos ni debemos omitirla ni pensar que podemos “ajustarla” a los tiempos de hoy. Y ¿qué tiene que ver todo esto con el pasaje de hoy? Te voy a pedir que lo vuelvas a leer con mucho detenimiento. Como humanos, somos soberbios. Queremos rechazar a Dios y seguir nuestro camino. La tolerancia que hoy nos promueven, es una muestra perfecta de una sublevación y conspiración contra una verdadera comunión con Dios. Queremos pensar que no estamos mal y que no necesitamos de Él. Quieren hacernos pensar que mantenerse firme y fiel está mal. ¿Sabes? Sin Él estamos perdidos. ¿Sabes? Es necesario que tomes una decisión y decidas de qué lado quieres estar. Del lado de la tolerancia o del lado del Señor. El pasaje de hoy nos enseña claramente que es mejor estar del lado de Jehová. no te desanimes por lo que veas a tu alrededor. Él tiene el control. Él sigue gobernando y nada se mueve sin su autorización. Las naciones podrán revolcarse y el mundo parecerá que no le necesita, pero tú y yo debemos estar convencidos que mantenernos firmes en Él y en sus principios, será la mejor decisión que podamos tomar.
Oración

Padre: te pido perdón por mis pecados y por mi soberbia que me hace pensar que no te necesito. Te pido perdón por mi falta de entrega y por dejarme seducir por este mundo. Hoy entiendo que estar de tu lado es lo mejor y que solamente buscas llenarme de tu amor y prosperarme. Guíame Señor y fortalece mis pasos para mantenerme fiel y firme en Ti. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén

domingo, 19 de marzo de 2017

“Tu amor inagotable durará para siempre; tu fidelidad es tan perdurable como los cielos.” Salmo 89:2

Hay un límite para el amor humano. Se desgasta. Se seca.

Por eso tienes que tener el amor de Dios en todas tus relaciones, si estas van a persistir. El amor de Dios nunca se desgasta. El amor de Dios es paciente, persistente y perseverante.

¿No es una buena noticia saber que Dios nunca se da por vencido contigo? No importa lo que hagas, Su amor nunca se rinde. Es lo suficientemente amplio como para incluir a todo el mundo, y es lo suficientemente largo, como para durar para siempre.

Dios nunca te amará más de lo que Él ahora mismo te ama. Pero tampoco te amará menos de lo que te ama ahora mismo.

Él te ama en tus días buenos. Él te ama en tus días malos. Su amor no está condicionado por tu respuesta. Dios es amor, y Su amor se da libremente. No puede ser ganado, y no es merecido.


Acepta Su amor y adóralo, sabiendo que Su amor es suficiente para durar por siempre: “Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo y cuán profundo es su amor. Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando es demasiado grande para comprenderlo todo.”  (Efesios 3:18-19

sábado, 18 de marzo de 2017




        
        
Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente. (Efesios 4:17)           


En los primeros versículos del capítulo cuatro de Efesios, el apóstol ha estado refiriéndose a la naturaleza de la iglesia y el papel que tiene que representar cada cristiano respecto a su funcionamiento y crecimiento. Pero ahora, al llegar al versículo 17, se vuelve hacia el cristiano en relación al mundo incrédulo. Aunque este relato fue escrito hace casi dos mil años, es imposible leerlo reflexivamente sin darnos cuenta de que el mundo hoy es exactamente lo mismo y la reacción del cristiano frente a él debe de ser la misma.

Él nos dice: “Vosotros (los cristianos) no podéis seguir viviendo como lo hacen los gentiles, en cuanto a lo vano de su manera de pensar”. Pablo está diciendo: “El lugar en el que empezar a vivir como un cristiano es reconocer que es preciso que piense usted de una manera diferente a como lo hace el mundo”. No comienza con acciones, sino con lo que se refiere a la vida del pensamiento, con la mente, declarando que la manera de pensar del mundo es vacía. Esta es la apelación vital que hace a los cristianos: “Vosotros no debéis de pensar igual que lo hacen las personas mundanas; no debéis de adoptar la filosofía del mundo respecto a la manera de vivir ni seguir el sistema de valores del mundo”. ¿Por qué? “Porque la persona mundana”, sigue diciendo, “vive de una manera vana, con una mente vacía”.

La palabra vanidad significa “falto de propósito o de lo que es apropiado”, además de insubstancial. Si esto es verdad, puede usted darse cuenta de por qué existe semejante división fundamental entre el cristianismo y el mundo, y por qué el Señor Jesús marcó una línea distintiva de demarcación entre el mundo y el cristiano en lo que se refiere a la manera de pensar, la dirección y el destino. Es por ello que las Escrituras nos dicen que el cristiano no puede amar al mundo y al Padre al mismo tiempo (1 Juan 2:15). Existe una diferencia fundamental entre los dos, y es debido a ello que “la amistad del mundo”, según palabras de Santiago, “es enemistad contra Dios” (Santiago 4:4).

Las personas caídas se precian de su habilidad para razonar. Consideramos esto la más elevada función de la humanidad, y nos sentimos muy orgullosos de la capacidad humana para descubrir conocimientos y para reunir varios detalles del conocimiento con el fin de producir diferentes cosas prácticas. Nos referimos con orgullo a la perfección tecnológica de nuestros desarrollos modernos, a los conocimientos mediante los cuales la ciencia ha aprovechado las fuerzas de la naturaleza para ponerlas al servicio de la humanidad. Los humanos ensalzan su razón, pero a los ojos de Dios el razonamiento humano resulta vacío y vano.

Pero fíjese usted cómo el apóstol hace que los cristianos se encuentren cara a cara con un tema fundamental. Una de dos: o Dios tiene la razón o la tiene el mundo; no pueden tenerla los dos. Es preciso que los cristianos escojan sobre qué base van a vivir sus vidas. Aquellos que decidan seguir a Cristo deberán estar dispuestos a cambiar su manera de pensar. Cuando se convierte usted en cristiano, este es el primer concepto con el que se enfrenta. Debe estar dispuesto a cambiar toda su perspectiva fundamental para que sea drásticamente alterada. El cristianismo no es sencillamente un cambio en las acciones exteriores, ni alcanzar un nivel moral o ético un poco más elevado. El cristianismo es un cambio revolucionario de gobierno que produce como resultado el cambio radical del comportamiento.

Señor, cambia mi manera de pensar, porque el crecimiento y el cambio comienzan ahí. Enséñame a pensar no de acuerdo con mis propios instintos humanos, sino con la verdad tal y como la revela Tu Palabra.




Aplicación a la vida


El mundo se enorgullece en lo que se refiere a incrementar sus conocimientos aparte de Dios. Puesto que el razonamiento humano aparte de Dios es vacío y vano, ¿necesitamos nosotros cambiar nuestra perspectiva respecto a la vida?

viernes, 17 de marzo de 2017

Hebreos 5:7-10

Hebreos 5:7-10
En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su reverente sumisión. Aunque era Hijo, mediante el sufrimiento aprendió a obedecer; y consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen, y Dios lo nombró sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
Mateo 26:39 es el versículo donde encontramos a Jesús pidiendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero sino como tú. ¡Esta es la oración perfecta! Es el momento crítico en el que una persona se rinde por completo ante Dios y pone su vida entera a disposición de su voluntad por encima de la propia. ¡Eso es obediencia! Y la obediencia siempre es recompensada. Jesús se le nombró sumo sacerdote y en Él fue fundada la salvación eterna para todos los que le reconocemos y obedecemos.
Lo que el pasaje de hebreos nos está describiendo es la vida (o lucha) diaria de una persona que realmente ama al Señor. Leíste bien. Todos aquellos que siguen pensando que aman a Dios pero no se rinden ante Él, la biblia nos dice que no pertenecen a Él. En cambio, aquellos que sabemos lo que es caminar en nuestros propios pasos y no queremos dar un solo paso sin estar convencidos que es su voluntad, oramos constantemente como Jesús lo hizo. Le decimos al Señor nuestros deseos. Le abrimos nuestro corazón y le decimos nuestros miedos. Le decimos todo aquello que nos motiva y sobre todo, terminamos diciéndole que no queremos que se haga nuestra voluntad sino la suya porque estamos convencidos que sus planes son mejores que los nuestros. ¿Nuestra recompensa? Vida plena. Paz. Gozo. No porque todo se resuelve y se acabaron los problemas. ¡Por supuesto que no! A Cristo lo crucificaron ¿cierto? Si realmente esperáramos que todo se volviera color de rosa ¿qué tipo de esperanza nos da Jesús si murió de la forma más cruel? La plenitud y la paz llegan con el conocimiento de que estamos haciendo la voluntad del Padre. Te lo repito: la plenitud no llega cuando ganas más dinero; cuando se resuelven tus problemas; cuando encuentras pareja o cualquier otra cosa. Hay personas que pierden familiares y siguen firmes en el Señor. El ser querido ya no puede regresar sin embargo su paz y su plenitud no están fundadas en esa persona sino en Jehová. ¿Puedes ver lo profundo de este mensaje? Mientras tanto ¿dónde estás tú? Como seguidores de Cristo no podemos estar viviendo doble vida. Si bien, es una lucha constante donde nos tropezamos y estamos lejos de ser perfectos, nuestro corazón y nuestra mente están puestos en el objetivo principal de seguir los pasos de Jesús aprendiendo a negarnos a nosotros mismos para que Él crezca. Día a día. Oración tras oración. Aferrándonos a su palabra y confiando en sus promesas. No dejando pasar un instante separados de Él.
Oración

Señor: hay muchas cosas que no entiendo sin embargo, quiero entregarte mi vida y rendirme por completo. Sé que me amas y quieres lo mejor para mí. Hoy entiendo que debo obedecerte y ponerte por encima de mi propia vida. Así sea mi Dios. Aquí estoy, con mi corazón humillado para escucharte hablar y dirigir mis pasos. En Cristo Jesús. Amén.

jueves, 16 de marzo de 2017

Toda autoridad

Toda autoridad
Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Mateo 28:18
Antes de que Cristo presentara la Gran Comisión, de hacer "discípulos a todas las naciones", había establecido su autoridad divina para darla. De otro modo, habría parecido imposible de cumplir la orden.
Mientras los discípulos siguieron a Jesús durante tres años y medio, aprendieron mucho de su autoridad. Les mostró que tenía autoridad sobre la enfermedad (Mt. 4:23) y la muerte (Jn. 11:43-44). Él les dio a sus discípulos el mismo poder que Él tenía para vencer a la enfermedad y a los demonios (Mt. 10:1). Estableció que tenía la autoridad de perdonar pecados (Mt. 9:6) y de juzgar a todos los hombres (Jn. 5:25-29). Y probó que tenía la autoridad de dar su vida y volver a tomarla (Jn. 10:18).
La sumisión a esa absoluta autoridad de Cristo no es una opción; es su obligación suprema. Una alternativa
No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente.
Romanos 1:16
Antes de que Dios enviara a su Hijo a la tierra, el plan de Dios era salvar al mundo por medio de Israel; pero Israel fue incrédulo. Se describe su incredulidad en una parábola acerca de un rey que preparó una fiesta de bodas para su hijo y llamó a los convidados (Israel). Cuando los invitados no quisieron ir, algunos por indiferencia y otros por enemistad, el rey dijo a sus siervos: "Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis" (Mt. 22:9). Jesús empleó esa parábola para describir a los israelitas apóstatas, que rechazaron a su Mesías y se perdieron la fiesta planificada para ellos.

Entonces Dios hizo la invitación a otro grup los gentiles. Dios escogió a un pequeño grupo de personas reunidas en un monte de Galilea y a otro grupo de discípulos en Jerusalén para evangelizar al mundo perdido. Por medio de ellos haría la obra que la nación de Israel se había negado a hacer, y a nosotros se nos llama a continuar esa obra.

martes, 14 de marzo de 2017

Nuestra lucha con la culpa

1 Juan 1.5-9          Nuestra lucha con la culpa

Para algunos, la culpa es un compañero constante. Viven bajo el peso de los errores pasados y del temor a las faltas futuras.

No todo sentimiento de culpa se basa en la realidad, pero cuando es por violar las leyes de Dios es legítimo; cuando transgredimos, el Espíritu Santo señala lo que está mal y la manera en que debemos corregirlo. Luego, como respuesta a nuestra confesión, Dios nos ofrece siempre el perdón y la purificación de la culpa (Sal 32.5).

¿De dónde surge la falsa culpabilidad? Hay varias respuestas. Primero, Satanás la usa para acosar a los creyentes. Por medio de mentiras y acusaciones, trata de sustituir la paz interior por el malestar, y la alegría por el desánimo.

Otra fuente de culpa es el legalismo. La Biblia dice cómo debemos vivir, pero algunos cristianos e iglesias imponen más reglas, y no cumplir con las regulaciones humanas puede producir vergüenza. Las experiencias de la niñez pueden también ocasionar sentimiento de culpa. Ya sean que broten de las secuelas de hechos traumáticos, o del sentimiento de no haber cumplido con las expectativas de nuestros padres, un simple recuerdo puede hacer que nos juzguemos rigurosamente. Vivir bajo la crítica severa puede, también, tener este efecto, así como las tendencias perfeccionistas que nos dicen que siempre podemos “hacer más” y “hacerlo mejor”.

El legalismo, las experiencias dolorosas de la niñez, el perfeccionismo y los comentarios hirientes son terreno fértil para el sentimiento de culpa. Si usted lucha con la autocondenación, asegúrese de verificar la legitimidad de la fuente.

lunes, 13 de marzo de 2017

La purificación de nuestra fe

Hebreos 11.32-40         La purificación de nuestra fe

Aunque a la mayoría de nosotros nos encantaría tener la heroica fe de las personas mencionadas en Hebreos 11, pocos estamos dispuestos a pasar por el proceso que Dios utiliza para desarrollar esa clase de confianza. Nos encanta leer sobre los grandes logros y victorias de quienes confiaron en el Señor, pero nos acobardamos por lo que dice Hebreos 11.36-38. Ninguno de nosotros quiere pasar por esas terribles situaciones, pero la adversidad es la manera que Dios utiliza para purificar nuestra fe.

Imaginemos al Señor como un experto escultor de pie ante un bloque de mármol. ¡Ese bloque es usted! Imagínese la obra de arte escondida dentro de la roca, y a Él quitando amorosa y cuidadosamente todo lo que no encaja con la obra maestra que está creando.

Una de las primeras cosas de la que se ocupa el Señor es nuestro carácter. Su propósito es conformarnos a imagen de su Hijo, y hay algunos rasgos y actitudes que deben ser quitados para que Dios haga su tarea. Su cincel deja al descubierto raíces de pecado y egoísmo.

Cuando algo o alguien se vuelve más importante para nosotros que el Señor, tenemos un ídolo en nuestra vida. Para protegernos, Dios utiliza la adversidad con el propósito de quitarnos todo aquello en que hayamos confiado, de modo que nos aferremos a Él solamente.


El cincel duele; a veces se siente como si Dios estuviera quitando todo lo que valoramos. A menos que usted entienda el propósito del Señor, pensará que Él es cruel. Pero si confía en Él y se rinde a su moldeadora herramienta, su fe será purificada y fortalecida por la aflicción.

domingo, 12 de marzo de 2017

La manera como Dios revela su presencia

Salmo 16.7-9        La manera como Dios revela su presencia

Si usted nunca ha experimentado la presencia de Dios es posible que se pregunte cómo se manifiesta Él a los creyentes. El Señor tiene muchas maneras de acercarse a sus hijos. Si usted desea saber si Él está cerca, el Señor elegirá la mejor manera de conectarse con usted.

Dios habla. Nunca he oído la voz audible de Dios, pero sí he tenido la experiencia de que ha hablado de manera clara y convincente a mi corazón. Su voz es tan evidente que quienes la escuchan recuerdan el mensaje y la reverente emoción que sintieron, mucho después de haberlo hecho.

Dios envía un mensaje. A veces, el Señor pone en el corazón de la persona la necesidad de estar a solas con Él. Cuando a mí me sucede esto, Dios está por lo general diciéndome que está listo para darme las fuerzas para permanecer en su palabra. No es prudente que el creyente ignore este impulso. Yo he cometido el error de postergar su voz, y he descubierto luego que, cuando finalmente aflojé el paso, el mensaje era más difícil de recibir fuera del momento perfecto del Padre.

Dios da a conocer su presencia mediante su Palabra. Una vez estuve meditando durante un mes en un pasaje de la Biblia para un mensaje; cada día quería volver a los mismos versículos porque Dios seguía dándome nuevas verdades y percepciones. Sabía que estaba en su presencia, porque su Palabra estaba hablándole específicamente a mi corazón.


Dios es real y está presente en este mundo. Él quiere hablar con nosotros para que podamos tener contentamiento, ánimo y gozo por su presencia. Debemos, entonces, estar dispuestos a aflojar el paso para escuchar lo que Él quiera decirle a nuestro corazón.

sábado, 11 de marzo de 2017

La presencia fortalecedora de Dios

Salmo 42.1-5          La presencia fortalecedora de Dios

La mujer abre la puerta y entra a la casa vacía. Deja caer la cartera y las bolsas de comida en el sofá, y luego pone un CD en el reproductor, inundando de música la casa. ¿Se ha preguntando usted alguna vez qué impulsa a la gente a romper el silencio de una casa tranquila? Las imágenes y sonidos de la TV y los CD llenan temporalmente nuestra necesidad de sentir que no estamos solos.

Dios desea tener una relación cercana con cada persona, y por eso nos creó con el anhelo de su presencia. Pero, aunque solo Él puede llenar ese vacío, la gente trata de satisfacer su deseo de compañía con toda clase de relaciones y actividades. Pero llenar ese lugar con algo diferente a Dios es solo una solución a corto plazo.

La Biblia nos insta a dejar de buscar nuestra satisfacción en las cosas que ofrece el mundo y a reconocer nuestra necesidad de buscar a Cristo. Sin embargo, hacemos lo contrario: buscamos sustitutos a la presencia de Dios. Los amigos, los pasatiempos y las diversas actividades dan un entretenimiento momentáneo, consumiendo el tiempo que debiéramos invertir en recogimiento delante del Señor. Con mucha frecuencia, cuando el placer de algo bueno desaparece, buscamos una nueva actividad o persona para llenar el vacío.


Nada, aparte del Señor, puede llenar debidamente el lugar que Dios se ha reservado para Él. El ruido y el movimiento solo satisfarán por breve tiempo. La fortalecedora presencia del Señor es la única solución verdadera. Para los creyentes, el Espíritu Santo está presente en ellos. Lo que debemos hacer, entonces, es estar quietos para que se manifieste a nosotros.

viernes, 10 de marzo de 2017

Santiago 5.16-18       La eficacia de la oración

Cuando usted enfrenta algún tipo de problema, ¿se detiene a orar o se pone en acción? Dios actúa poderosamente por medio de la oración, pero con frecuencia la vemos como el último recurso: cuando estamos al final de la cuerda es cuando empezamos a orar.

Valiéndose del ejemplo de Elías, Santiago nos recuerda lo que puede lograr la oración eficaz de una persona justa. En el pasaje de hoy, el tema es la sanidad, pero esa no es la única oración que Dios desea responder. Cada aspecto de la vida puede ser tocado por el poder de la oración.

Tentaciones. Jesús dijo a sus discípulos: “Velad y orad, para que no entréis en tentación” (Mr 14.38).

Alabanza. Después de ser golpeados y echados en la cárcel, Pablo y Silas oraron y alabaron a Dios, aun en medio de su dolor (Hch 16.25).

Guerra espiritual. Pablo nos enseña a conectarnos con el poder de Dios “orando sin cesar” (1 Ts 5.17).

Ansiedad. No estamos a merced del temor si oramos por todo (Fil 4.6).

Transformación. Cuando oramos conforme a los deseos de Dios, Él transforma nuestra mente, actitud, carácter y forma de actuar (Col 1.9-12).

Testimonio. Por medio de la oración, pedimos al Señor que nos abra puertas para esparcir su Palabra (2 Ts 3.1).

Protección. Dios es fiel para conceder nuestras peticiones de fortaleza y protección (2 Ts 3.2, 3).


La próxima vez que enfrente una situación difícil, recuerde que la oración es más poderosa que todos nuestros esfuerzos. Ore y verá a Dios actuar.

jueves, 9 de marzo de 2017

Génesis 12.1-20        Avanzar por fe

La fe puede adormecerse cuando estamos concentrados en nuestra comodidad antes que en el plan de Dios. Abraham no cayó en esta trampa. Cambió lo familiar por lo desconocido, y recibió muchas bendiciones.

Vivir por fe es lo correcto cuando Dios nos llame a avanzar. Su llamamiento puede llegarnos a cualquier edad y en cualquier situación. Abraham tenía 75 años cuando inició su viaje. David era un joven pastor de ovejas cuando fue ungido para ser rey (1 S 16.11-13). Pablo tuvo su encuentro con el Señor cuando se dirigía a arrestar a cristianos en Damasco. Después de su conversión, se convirtió en el mensajero del Señor a los gentiles (Hch 9.1-6; 22.21).

Obedecer al Señor incluirá también tiempos de prueba. Abraham, como todos nosotros, tuvo éxitos y fracasos. El llamamiento inicial a dejar su país fue recibido con una fuerte convicción y con acción inmediata. Como resultado, recibió una promesa de gran bendición para él y sus descendientes. Pero su reacción ante la hambruna fue muy diferente: un viaje a Egipto, mentir sobre su relación con Sara y la reprimenda de Faraón. La manera en que respondemos a las órdenes de Dios es importante. Podemos recibir bendiciones o terminar lamentando nuestras acciones.


Dejarse guiar por Dios puede ser incómodo. Las personas pueden cuestionar nuestros motivos, o disentir de nuestras decisiones. Y es posible que nosotros mismos no queramos hacer lo que Él pide. Pero la fe nos mantendrá avanzando en la obediencia. Nos ayudará a mantener el rumbo, y a experimentar las bendiciones que se encuentran en una relación con Cristo.

miércoles, 8 de marzo de 2017

Génesis 15.6 Vivir por fe

Génesis 15.6    Vivir por fe

Abraham es uno de los personajes del Antiguo Testamento que más ha impactado mi vida espiritual. Por medio de su ejemplo veo la necesidad de vivir por fe.

La separación es a menudo parte de nuestro desarrollo espiritual. Antes de que podamos encargarnos de algo nuevo, el Señor puede pedirnos que dejemos algo que tenemos. En Génesis 12.1-3, Dios le dice a Abraham que emprenda un viaje que implicaba dejar su país, su pueblo y el hogar de su padre. La obediencia significaba decir adiós a las personas y a las cosas importantes para él. Los únicos parientes que viajaron con Abraham fueron su esposa y su sobrino; atrás quedaba la vida que había conocido en su tierra. Pero este varón de Dios no dudó; su gran fe le permitió decir que sí.

Avanzar en medio de la incertidumbre puede ser otro aspecto de la obediencia al Señor. A Abraham se le dijo que viajara sin saber su destino. Trate de imaginar lo que sería decirle a sus amigos que usted se está marchando a un lugar lejano, pero que no tiene idea de a dónde se dirige. Esta falta de detalles no detuvo a Abraham. Su confianza inquebrantable en su Padre celestial le permitió responder de todo corazón al llamamiento divino. A pesar de la falta de detalles específicos, Abraham estuvo preparado espiritualmente para decirle sí a Dios cuando Él le llamó.


Obedecer a Dios requiere vivir por fe, lo cual significa: confiar en la guía del Espíritu Santo (Jn 16.13) cuando no vemos cómo encajan todas las piezas; creer que Dios obra siempre para nuestro bien (Ro 8.28) y para su gloria; y desear agradar a nuestro Padre celestial. ¿Estará usted listo para cuando Él le llame?

martes, 7 de marzo de 2017

Nehemías 6.15, 16

Nehemías 6.15, 16
Las distracciones tienen el potencial para desviarnos de nuestro objetivo. Los chismes. Las críticas. La presión económica. Los problemas de salud. Los conflictos. Los deseos. La admiración de los demás. Cualquiera de estas cosas puede hacer que nos alejemos del plan perfecto de Dios. Pero la Biblia nos da un modelo a imitar (Neh 4.1–6.16). Nehemías nos enseña el valor de:

El propósito claro. Nehemías temía al Señor, y se aplicó conscientemente a hacer el trabajo que Dios le había asignado. No tenía una mente dividida. Al fijar nuestra atención únicamente en el plan de Dios, nuestra mente se mantendrá fija en el objetivo, sin importar las dificultades.

La obediencia. El Señor quiere mostrarnos su favor; su bendición estará siempre con nosotros si somos obedientes a Él. Esta conciencia debe darnos confianza en los tiempos difíciles, como sucedió con Nehemías.

La responsabilidad. El rey quería informes de seguimiento de lo que Nehemías estaba haciendo. Un día estaremos ante Jesús, nuestro Rey, y daremos cuenta de cómo usamos nuestros recursos y dones (1 Co 3.12-15).

La perseverancia en nuestra vida de oración. Cuando los israelitas eran ridiculizados, no podían hacer nada para detener las burlas de sus oponentes. Por eso, Nehemías oraba, y el pueblo recibía fuerzas para continuar. Cuando el complot se agravó, Nehemías y sus compañeros de trabajo clamaron a Dios, quien no solo dio discernimiento a su pueblo, sino que también frustró los planes de los enemigos.


Nehemías acabó el ambicioso proyecto en solo 52 días. Cuando seguimos su ejemplo, Dios puede hacer grandes cosas en y a través 

domingo, 5 de marzo de 2017

Proverbios 16.9

A nadie le gusta esperar, pues esperar nos demuestra que no llevamos las riendas de nuestra vida. Alguien o algo es quien está al mando. Aunque es posible que no podamos identificar la causa inmediata de la espera —como sucede con un semáforo o una larga fila para pagar— el Único que en el fondo controla nuestra espera es el Señor. Puesto que Él es soberano, sobre todo, en el cielo y en la Tierra, aun nuestro tiempo y nuestra agenda están en sus manos.

Esto significa que en cada espera estamos, en realidad, esperando a Dios de una forma u otra. Es posible que usted haya pensado que la expresión “esperar en el Señor” se aplica solo a quienes buscan dirección de Él o respuesta a una oración. Pero puede significar mucho más cuando recordamos que Él tiene control de todas nuestras circunstancias.

Aprender a esperar es de vital importancia, porque hasta que aprendamos a hacerlo nunca seremos capaces de andar en obediencia a Dios, tener una vida de oración auténtica, o experimentar la paz del descansar en la dulce soberanía de Él. Tenemos que aprender a confiar en su sabiduría, no solo en los acontecimientos importantes de nuestra vida, sino también en los triviales que nos causan malestar e impaciencia. Si somos sensibles a la dirección de Dios, cada espera tiene una lección.


La próxima vez que usted enfrente una espera indeseada, recuerde que Dios quiere enseñarle paciencia e incrementar su fe. El Señor está más interesado en desarrollar en nosotros un carácter santo, que en permitir que la agenda que tenemos se cumpla conforme a nuestros planes.