lunes, 30 de noviembre de 2009

Aqui Estoy - Jesus Adrian Romero

en este día quiero alabar a mi SEÑOR JESÚS

Exodos 3

Exodos 3 -

CAPÍTULO
Versículos 1-6. Dios se aparece a Moisés en una zarza ardiente. 7-10. Dios envía Moisés para liberar a Israel. 11-15. El nombre Jehová. 16-22. Promesa de liberación para los israelitas.

Vv. 1-6.La vida de Moisés se divide en tres períodos de cuarenta años: los primeros cuarenta que pasó como príncipe en la corte de Faraón; los segundos, como pastor en Madián; los terceros, como rey en Jesurún. ¡Cuán variable es la vida del hombre! La primera aparición de Dios halló a Moisés cuidando ovejas. Parece un pobre empleo para un hombre de su capacidad y educación, aunque esté satisfecho con él; de este modo aprende la mansedumbre y el contentamiento, por los cuales se destaca más que por todo su saber en los escritos sagrados. A Satanás le gusta encontrarnos ociosos. Dios se agrada cuando nos encuentra ocupados. Estar solos es bueno para nuestra comunión con Dios.
Con gran asombro, Moisés vio una zarza que ardía sin un fuego que la encendiera. La zarza ardía pero no se consumía, emblema de la iglesia esclavizada en Egipto. En forma adecuada nos recuerda a la iglesia de toda época que, aun bajo las persecuciones más severas, no pudo ser destruida porque Dios la conservó. En la Escritura, el fuego es un emblema de la justicia y santidad divina, y de las aflicciones y tribulaciones con que Dios prueba y purifica a su pueblo, y aun del bautismo del Espíritu Santo, por el cual son consumidos los afectos pecaminosos, y el alma cambia a la naturaleza e imagen de Dios.
Dios hizo a Moisés un llamamiento por gracia, al cual éste dio una pronta respuesta. Quienes han de tener comunión con Dios deben pretarle atención en las ordenanzas a través de las cuales le place manifestarse a sí mismo y su gloria, aunque sea en una zarza. Descalzarse era una señal de respeto y sumisión. Para allegarnos a Dios debemos hacerlo pausadamente y con una solemne preparación, evitando cuidadosamente todo lo que parezca liviano, vulgar e inconveniente a su servicio.
Dios no dice: Yo era el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, sino Yo soy . Los patriarcas todavía viven, después de tantos años que sus cuerpos han estado en la tumba. Ninguna extensión en el tiempo puede separar el alma de los justos de su Hacedor. Diciendo esto, Dios enseñó a Moisés acerca de otro mundo y fortaleció su creencia en un estado futuro. Así lo interpreta nuestro Señor Jesús, el cual, a partir de esto, prueba que los muertos resucitan, Lucas xx, 37. Moisés escondió su rostro, como avergonzado a la vez que asustado de mirar a Dios. Mientras más vemos de Dios y de su gracia y de su amor en el pacto, más causa veremos para adorarle con reverencia y piadoso temor.

Vv. 7-10.Dios nota las aflicciones de Israel. Sus angustias ; hasta las angustias secretas del pueblo de Dios le son conocidas. Su clamor : Dios oye los gritos de su pueblo afligido. La opresión que soportaban: los opresores más altos y grandes de su pueblo no están por encima de Él. Dios promete pronta liberación por métodos ajenos a los caminos comunes de la providencia. A quienes Dios, por su gracia, libra de un Egipto espiritual, los llevará a la Canaán celestial.

Vv. 11-15.Moisés se había creído antes capaz de liberar a Israel, pero se dio a la tarea con demasiada prisa. Ahora, cuando es la persona más adecuada para eso, conoce sus propias debilidades. Este fue el efecto de un mayor conocimiento de Dios y de sí mismo. Anteriormente fue la confianza en sí mismo mezclada con una firme fe y gran celo; ahora, un pecaminoso desconfiar en Dios repta disfrazado de humildad; tan defectuosas son las gracias más firmes y los mejores deberes de los santos más prominentes. Pero todas las objeciones reciben respuesta: “Ciertamente yo estaré contigo”. Eso basta. Dos nombres por los cuales Dios será ahora conocido. Un nombre que denota que es en sí: YO SOY EL QUE SOY. Esto explica su nombre Jehová y significa: -1. Que Él es autoexistente : y tiene su ser de sí mismo.
2. Que es eterno e inmutable y siempre el mismo, ayer, hoy y por los siglos.
3. Que Él es incomprensible ; no podemos, por medios humanos, desentrañar lo que es: este nombre detiene todas las indagatorias osadas y curiosas acerca de Dios.
4. Que Él es fiel y veraz a todas sus promesas, inmutable en su palabra como asimismo en su naturaleza; que Israel sepa esto, YO SOY me ha enviado a ustedes. Yo soy, y no hay nadie fuera de mí.
Todo lo demás tiene su ser de Dios y es totalmente dependiente de Él.
Además, he aquí un nombre que denota lo que Dios es para su pueblo. El Señor Dios de vuestros padres me ha enviado. Moisés debe revivir en ellos la religión de sus padres, que estaba casi perdida; y, entonces, ellos podían tener la expectativa del cumplimiento rápido de las promesas hechas a sus padres.

Vv. 16-22.El éxito de Moisés con los ancianos de Israel sería bueno. Dios, que, por su gracia, inclina el corazón y abre el oído, pudo decir de antemano: Ellos escucharán tu voz, pues Él les daría la disposición en este día de poder. En cuanto al Faraón aquí le dice a Moisés que las peticiones, las persuasiones y las quejas humildes no prevalecerían con él; ni siquiera una mano poderosa extendida en señales y prodigios. Pero los que no se inclinan ante el poder de su palabra ciertamente serán quebrados por el poder de la mano de Dios. El pueblo de Faraón daría riquezas a Israel en su partida.
En la tiranía de Faraón y la opresión de Israel vemos el estado miserable y abyecto de los pecadores. Aunque el yugo es áspero, ellos trabajan como esclavos hasta que el Señor manda la redención. Junto con las invitaciones del evangelio Dios envía la enseñanza de su Espíritu. Así, los hombres reciben la disposición para buscar y esforzarse por su liberación. Satanás pierde su poder de retenerlos, ellos se salen adelante con todo lo que tienen y son, y aplican toda la gloria a Dios y al servicio de su iglesia.

domingo, 29 de noviembre de 2009

La palabra profética


La palabra profética

Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.

2 Pedro 1:19

Los creyentes de Filipos tenían los libros del Antiguo Testamento, pero todavía no se había completado todo el Nuevo Testamento cuando Pablo les escribió su carta. Como pueden haber tenido acceso solamente a una cantidad mínima de la revelación escrita en el Nuevo Testamento, los creyentes acudían a los apóstoles como su fuente de la verdad hasta que se pusieron juntos todos los libros del Nuevo Testamento. De modo que la norma de la fe y de la conducta cristiana estaba incluida en la enseñanza y en el ejemplo de los apóstoles.

Por eso el día de Pentecostés tres mil creyentes "perseveraban en la doctrina de los apóstoles" (Hch. 2:42). Por eso Pablo les dijo a los creyentes corintios: "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo" (1 Co. 11:1). Pero usted tiene una ventaja que ellos no tuvieron; usted tiene toda la revelación de Dios a su disposición. Así que no deje de aprovecharla. El ejercicio hace maestro al novicio

Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced.

Filipenses 4:9

En el versículo de hoy, el apóstol Pablo subraya que los creyentes de Filipos necesitaban practicar lo que aprendieron, recibieron, oyeron y vieron en su vida.

En primer lugar, aprendieron de su instrucción personal, que incluía la predicación, la enseñanza y la disciplina (cp. Hch. 20:20). Él presentaba las verdades del Antiguo Testamento y el significado de la revelación del Nuevo Testamento, explicando cómo se aplicaban a la vida de ellos.

Además, lo que recibieron de Pablo era la revelación directa de Dios. La Biblia pone en claro que Pablo recibió directa revelación del Señor y luego la dio a conocer a los creyentes (cp. 1 Co. 11:2; 15:1-3; 1 Ts. 4:1).

De otras fuentes también oyeron acerca del carácter, de la manera de vivir y de la predicación de Pablo. Estaban conscientes de su impecable reputación.

Y lo que vieron los creyentes de Filipos en Pablo sabían que era cierto por experiencia propia.

Al igual que la de Pablo, su vida debe ser digna de imitación por los demás creyentes. Así que "sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos" (Stg. 1:22).

sábado, 28 de noviembre de 2009

Exodos 2 -


Exodos 2 -

CAPÍTULO 2
Versículos 1-4. Nace Moisés y lo dejan en el río. 5-10. Lo encuentran y lo llevan a la hija de Faraón. 11-15. Moisés mata a un egipcio y huye a Madián. 16-22. Moisés se casa con la hija de Jetro. 23-25. Dios oye a los israelitas.

Vv. 1-4.Observe el orden de la Providencia: justo en el momento en que la crueldad de Faraón llega al máximo, mandando matar a los niños hebreos, nace el libertador. Cuando los hombres se confabulan para llevar la iglesia a la ruina, Dios está preparando su salvación.
Los padres de Moisés vieron que era un niño hermoso. La fe viva se siente fortalecida con el menor indicio del favor divino. Hebreos xi, 23 dice que por fe los padres de Moisés lo escondieron; tenían la promesa de que Israel sería preservado, y la creyeron. La fe en la promesa de Dios anima a usar medios legales para obtener misericordia. El cumplimiento de nuestro deber, va seguido de los hechos de Dios. La fe en Dios siempre nos pondrá por encima del temor al hombre.
Al cabo de tres meses, cuando ya no podían esconder más al bebé, lo colocaron en un arquilla de juncos a la orilla del río, y a su hermana para que vigilara. Si el débil afecto de una madre fue tan cuidadoso, qué pensaremos de Aquel cuyo amor, cuya compasión son infinitos, como Él. Moisés nunca tuvo protección más poderosa a su alrededor; ni aun cuando tenía a todos los israelitas alrededor de su tienda en el desierto, que ahora cuando yace a solas, un indefenso bebé sobre las aguas. No hay agua, no hay egipcio que pueda dañarlo. Dios está más presente a nuestro lado cuando parecemos más abandonados y desamparados.

Vv. 5-10.Venid, ved el lugar donde ese gran hombre, Moisés, yace siendo un niñito; en un canasto de juncos a orilla del río. Si hubiera quedado largo tiempo allí, hubiera perecido. Pero al lugar donde está este pobre infante desamparado la Providencia trae a la hija del Faraón e inclina su corazón a la compasión, cosa que ella se atreve a hacer cuando nadie más podía. El cuidado que Dios tuvo de nosotros en nuestra infancia debiéramos mencionarlo a menudo para su alabanza. El faraón trató cruelmente de destruir a Israel, pero su propia hija tuvo lástima de un niño hebreo y, no sólo eso, sino que, sin saberlo, preservó al libertador de Israel y dio a Moisés una buena nodriza, esto es, su propia madre. Para que tuviera una nodriza hebrea, la hermana de Moisés trajo a su madre por nodriza.
Moisés fue tratado como hijo de la hija de Faraón. Muchos que tienen un nacimiento oscuro y pobre, por actos sorprendentes de la Providencia son puestos a gran altura en el mundo, para que los hombres sepan que Dios reina.

Vv. 11-15.Moisés asumió atrevidamente la causa del pueblo de Dios. Queda claro en Hebreo xi, que esto fue hecho por la fe, con el propósito pleno de abandonar los honores, las riquezas y los placeres del rango que tenía entre los egipcios. Por la gracia de Dios fue un partícipe de la fe en Cristo, que vence al mundo. Puesto que tenía la seguridad de que Israel era el pueblo de Dios, estaba dispuesto, no sólo a arriesgarlo todo, sino a sufrir por amor a Él.
Por concesión especial del Cielo, que no sienta jurisprudencia para otros casos, Moisés mató a un egipcio y rescató a un israelita oprimido. Además, trató de poner fin a una disputa entre dos hebreos. El reproche de Moisés aún podría usarse. ¿No podemos aplicarlo a quienes disputan, y con sus ardientes debates, dividen y debilitan la iglesia cristiana? Olvidan que son hermanos. El que hacía lo malo atacó a Moisés. Enojarse por la reprensión es señal de culpa. Los hombres no saben lo que hacen, ni cuán enemigos son de sí mismos, cuando resisten y desprecian la reprensión fiel y al que la hace. Moisés podría haber dicho: “Si este es el espíritu de los hebreos, me iré de regreso a la corte y seré el hijo de la hija del Faraón”. Pero debemos tener cuidado de no ponernos en contra de los caminos de Dios y de su pueblo, por la necedad y los malos modales de algunas personas que profesan la religión. Moisés se vio obligado a huir a la tierra de Madián. Dios ordenó esto con fines sabios y santos.

Vv. 16-22.Moisés encontró refugio en Madián. Aunque se había criado y educado en la sabiduría de la corte, estuvo dispuesto a ayudar a las hijas de Reuel a que abrevaran sus rebaños. Moisés le gustaba hacer justicia y actuar en defensa de quienes veía dañados, cosa que todo hombre debiera hacer si está a su alcance. Él le gustaba hacer lo bueno ; donde quiera que nos ponga la providencia de Dios, debemos desear ser útiles y tratar de serlo; y cuando no podamos hacer el bien que debemos, tenemos que estar preparados para hacer el bien que podamos. Moisés se recomendó solo al príncipe de Madián, el cual casó una de sus hijas con Moisés, con la cual tuvo un hijo, Gersón, “un extraño ahí”para que le recordara la tierra en que había sido extranjero.

Vv. 23-25.Aunque no siguió el asesinato de los niños varones, continuó la sevidumbre de los israelitas en Egipto. A veces, el Señor tolera que la vara de los malos caiga larga y pesada sobre la suerte del justo. Al final, sometidos a sus tribulaciones, empezaron a pensar en Dios. Es señal de que el Señor viene a nosotros con liberación cuando se inclina y hace que clamemos a Él. Dios oyó sus gemidos ; dejó en claro que había tomado nota de sus gemidos. Él recordó su pacto, del cual nunca se olvida. Esto tuvo en consideración y no algún mérito de ellos. Él miró a los hijos de Israel. Moisés los miró y los compadeció pero, ahora, Dios los miró y los ayudó. Él tuvo respeto hacia ellos. Sus ojos estaban ahora fijos sobre Israel para mostrarse en favor de ellos. Dios siempre es así, una muy pronta ayuda en las tribulaciones. Entonces, animaos vosotros, que conscientes de culpa y servidumbre, estáis esperando en Él para ser liberados. Dios en Cristo Jesús también os mira. Una llamada de amor se une a una promesa del Redentor. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar, Mateo xi, 28. -

CAPÍTULO 2
Versículos 1-4. Nace Moisés y lo dejan en el río. 5-10. Lo encuentran y lo llevan a la hija de Faraón. 11-15. Moisés mata a un egipcio y huye a Madián. 16-22. Moisés se casa con la hija de Jetro. 23-25. Dios oye a los israelitas.

Vv. 1-4.Observe el orden de la Providencia: justo en el momento en que la crueldad de Faraón llega al máximo, mandando matar a los niños hebreos, nace el libertador. Cuando los hombres se confabulan para llevar la iglesia a la ruina, Dios está preparando su salvación.
Los padres de Moisés vieron que era un niño hermoso. La fe viva se siente fortalecida con el menor indicio del favor divino. Hebreos xi, 23 dice que por fe los padres de Moisés lo escondieron; tenían la promesa de que Israel sería preservado, y la creyeron. La fe en la promesa de Dios anima a usar medios legales para obtener misericordia. El cumplimiento de nuestro deber, va seguido de los hechos de Dios. La fe en Dios siempre nos pondrá por encima del temor al hombre.
Al cabo de tres meses, cuando ya no podían esconder más al bebé, lo colocaron en un arquilla de juncos a la orilla del río, y a su hermana para que vigilara. Si el débil afecto de una madre fue tan cuidadoso, qué pensaremos de Aquel cuyo amor, cuya compasión son infinitos, como Él. Moisés nunca tuvo protección más poderosa a su alrededor; ni aun cuando tenía a todos los israelitas alrededor de su tienda en el desierto, que ahora cuando yace a solas, un indefenso bebé sobre las aguas. No hay agua, no hay egipcio que pueda dañarlo. Dios está más presente a nuestro lado cuando parecemos más abandonados y desamparados.

Vv. 5-10.Venid, ved el lugar donde ese gran hombre, Moisés, yace siendo un niñito; en un canasto de juncos a orilla del río. Si hubiera quedado largo tiempo allí, hubiera perecido. Pero al lugar donde está este pobre infante desamparado la Providencia trae a la hija del Faraón e inclina su corazón a la compasión, cosa que ella se atreve a hacer cuando nadie más podía. El cuidado que Dios tuvo de nosotros en nuestra infancia debiéramos mencionarlo a menudo para su alabanza. El faraón trató cruelmente de destruir a Israel, pero su propia hija tuvo lástima de un niño hebreo y, no sólo eso, sino que, sin saberlo, preservó al libertador de Israel y dio a Moisés una buena nodriza, esto es, su propia madre. Para que tuviera una nodriza hebrea, la hermana de Moisés trajo a su madre por nodriza.
Moisés fue tratado como hijo de la hija de Faraón. Muchos que tienen un nacimiento oscuro y pobre, por actos sorprendentes de la Providencia son puestos a gran altura en el mundo, para que los hombres sepan que Dios reina.

Vv. 11-15.Moisés asumió atrevidamente la causa del pueblo de Dios. Queda claro en Hebreo xi, que esto fue hecho por la fe, con el propósito pleno de abandonar los honores, las riquezas y los placeres del rango que tenía entre los egipcios. Por la gracia de Dios fue un partícipe de la fe en Cristo, que vence al mundo. Puesto que tenía la seguridad de que Israel era el pueblo de Dios, estaba dispuesto, no sólo a arriesgarlo todo, sino a sufrir por amor a Él.
Por concesión especial del Cielo, que no sienta jurisprudencia para otros casos, Moisés mató a un egipcio y rescató a un israelita oprimido. Además, trató de poner fin a una disputa entre dos hebreos. El reproche de Moisés aún podría usarse. ¿No podemos aplicarlo a quienes disputan, y con sus ardientes debates, dividen y debilitan la iglesia cristiana? Olvidan que son hermanos. El que hacía lo malo atacó a Moisés. Enojarse por la reprensión es señal de culpa. Los hombres no saben lo que hacen, ni cuán enemigos son de sí mismos, cuando resisten y desprecian la reprensión fiel y al que la hace. Moisés podría haber dicho: “Si este es el espíritu de los hebreos, me iré de regreso a la corte y seré el hijo de la hija del Faraón”. Pero debemos tener cuidado de no ponernos en contra de los caminos de Dios y de su pueblo, por la necedad y los malos modales de algunas personas que profesan la religión. Moisés se vio obligado a huir a la tierra de Madián. Dios ordenó esto con fines sabios y santos.

Vv. 16-22.Moisés encontró refugio en Madián. Aunque se había criado y educado en la sabiduría de la corte, estuvo dispuesto a ayudar a las hijas de Reuel a que abrevaran sus rebaños. Moisés le gustaba hacer justicia y actuar en defensa de quienes veía dañados, cosa que todo hombre debiera hacer si está a su alcance. Él le gustaba hacer lo bueno ; donde quiera que nos ponga la providencia de Dios, debemos desear ser útiles y tratar de serlo; y cuando no podamos hacer el bien que debemos, tenemos que estar preparados para hacer el bien que podamos. Moisés se recomendó solo al príncipe de Madián, el cual casó una de sus hijas con Moisés, con la cual tuvo un hijo, Gersón, “un extraño ahí”para que le recordara la tierra en que había sido extranjero.

Vv. 23-25.Aunque no siguió el asesinato de los niños varones, continuó la sevidumbre de los israelitas en Egipto. A veces, el Señor tolera que la vara de los malos caiga larga y pesada sobre la suerte del justo. Al final, sometidos a sus tribulaciones, empezaron a pensar en Dios. Es señal de que el Señor viene a nosotros con liberación cuando se inclina y hace que clamemos a Él. Dios oyó sus gemidos ; dejó en claro que había tomado nota de sus gemidos. Él recordó su pacto, del cual nunca se olvida. Esto tuvo en consideración y no algún mérito de ellos. Él miró a los hijos de Israel. Moisés los miró y los compadeció pero, ahora, Dios los miró y los ayudó. Él tuvo respeto hacia ellos. Sus ojos estaban ahora fijos sobre Israel para mostrarse en favor de ellos. Dios siempre es así, una muy pronta ayuda en las tribulaciones. Entonces, animaos vosotros, que conscientes de culpa y servidumbre, estáis esperando en Él para ser liberados. Dios en Cristo Jesús también os mira. Una llamada de amor se une a una promesa del Redentor. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar, Mateo xi, 28.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Detención de la carne


Detención de la carne

¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

Salmo 119:9

La conducta santa que produce estabilidad espiritual depende de la obediencia a la norma divina de la Palabra de Dios. La Palabra es la que cultiva las actitudes, los pensamientos y la conducta que evitará que usted sea aplastado por las pruebas y las tentaciones.

A fin de comprender la relación entre las actitudes, los pensamientos y la conducta, considere esta analogía. Si un policía ve a alguien que está a punto de violar la ley, lo detendrá. De igual manera, las actitudes y los pensamientos santos producidos por la Palabra actúan como policías para detener la carne antes que cometa un delito contra la norma de la Palabra de Dios. Pero si no están de guardia, no pueden detener la carne, y la carne está en libertad para violar la ley de Dios.

La analogía enseña que las actitudes y los pensamientos rectos deben preceder a los hábitos rectos. Pablo comprendía que solamente las armas espirituales ayudarán en nuestra lucha contra la carne (2 Co. 10:4). Al usar las armas apropiadas, usted puede llevar "cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (v. 5). Deje esos malos hábitos

El efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.

Isaías 32:17

La conducta limpia produce paz y estabilidad espiritual, pero la conducta pecaminosa produce inestabilidad. Eso es así no solo en el reino milenario, donde un día Cristo gobernará la tierra con justicia, como lo indica el versículo de hoy, sino también en la vida del creyente. Jacobo el hermano de Jesús dij "La sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica... Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz" (Stg. 3:17-18).

Contentamiento, consuelo, calma, quietud y tranquilidad acompañan a la conducta cristiana, que se basa en la Palabra de Dios. Hacer lo bueno no es solamente la manera de vencer lo malo (Ro. 12:21), sino también la práctica que se espera de todo creyente. Al cultivar buenos hábitos gracias al poder de Dios, disminuirán sus malos hábitos, y su vida será más estable.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Exodos 1


Exodos 1 -

ÉXODO
El Libro del Éxodo narra la formación de los hijos de Israel en iglesia y nación. Hasta aquí hemos visto la religión verdadera en la vida doméstica; ahora, empezamos a ver sus efectos en los asuntos de reinos y naciones. Éxodo significa “la salida”siendo el hecho principal aquí registrado la salida de Israel de Egipto y de la esclavitud egipcia. Señala claramente el cumplimiento de diversas promesas y profecías hechas a Abraham respecto de su simiente y establece proféticamente la situación de la iglesia en el desierto de este mundo hasta su llegada a la Canaán celestial, el reposo eterno.
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CAPÍTULO 1
Versículos 1-7. Los hijos de Israel aumentan en Egipto después de la muerte de José. 8-14. Son oprimidos, pero se multiplican sobremanera. 15-22. Muerte de los hijos varones.

Vv. 1-7.Durante más de 200 años, mientras Abraham, Isaac y Jacob vivieron en libertad, la población hebrea creció lentamente; sólo unas setenta personas entraron en Egipto. Allí, casi en la misma cantidad de años, pero bajo cruel servidumbre, se convirtieron en una nación grande. Este aumento asombroso fue en conformidad con la promesa hecha mucho antes a los padres. Aunque a veces el cumplimiento de las promesas de Dios es lento, siempre es seguro.

Vv. 8-14.La tierra de Egipto se convirtió en casa de servidumbre para Israel. El lugar donde fuimos felices puede volverse, de pronto, en lugar de aflicción; el lugar del cual dijimos: Este es nuestro lugar de consuelo, puede ser la cruz más grande para nosotros. Dejaos de confiar en el hombre, y que no se diga de ningún lugar de este lado del cielo: “Este es mi reposo”. Todos conocían a José, lo amaban y fueron amables con sus hermanos por amor a él; aun los mejores y más útiles servicios que un hombre haga a los demás, pronto se olvidan después de su muerte. Nuestro gran interés debe ser servir a Dios y complacer a Aquel que no es injusto, como los hombres, para olvidar nuestra obra y trabajo de amor. La ofensa de Israel es que prospera. No hay cosa más odiosa para un hombre malo que la prosperidad del justo.
Los egipcios temían que los hijos de Israel se unieran a sus enemigos y los expulsaran de la tierra. La maldad es siempre cobarde e injusta; hace que el hombre tema donde nada hay que temer y que huya cuando nadie lo persigue. La sabiduría humana a menudo es necia y muy pecaminosa. El pueblo de Dios tenía capataces sobre ellos, no sólo para oprimirlos sino para afligirlos con sus cargas. No sólo los hacían servir para provecho del faraón sino para amargarles la vidas.
Los israelitas aumentaron maravillosamente. El cristianismo se difunde más cuando es perseguido: la sangre de los mártires fue la semilla de la iglesia. Quienes aceptan consejo contra el Señor y su Israel sólo imaginan cosas vanas y acarrean mayor afrenta contra sí mismos.

Vv. 15-22.Los egipcios trataron de destruir a Israel asesinando a sus hijos. La enemistad que hay en la simiente de la serpiente contra la Simiente de la mujer, hace que los hombres olviden toda compasión. Queda claro que los hebreos estaban ahora bajo una bendición poco común. Vemos que los servicios hechos para el Dios de Israel son frecuentemente recompensados con bondad.
El faraón dio la orden de ahogar a todos los hijos varones de los hebreos. El enemigo que, por medio del faraón, trataba de destruir a la iglesia en su estado infantil, se ocupa en frustrar el surgimiento de reflexiones serias en el corazón del hombre. Que teman pecar los que escapen, y clamen socorro al Señor directa y fervientemente.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Piense en estas cosas


Piense en estas cosas

Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Filipenses 4:8

El versículo de hoy presenta una amplia lista de las cosas en las que debemos pensar.

Lo que es verdadero. Usted hallará lo que es verdadero en la Palabra de Dios.

Lo honesto. Debemos pensar en todo lo que es digno de adoración; lo sagrado frente a lo profano.

Lo justo. El pensar debidamente siempre es compatible con la absoluta santidad de Dios.

Lo puro. Esto se refiere a algo moralmente limpio y no corrupto.

Lo amable. Esto significa "agradable".

Lo que es de buen nombre. Esto se refiere a lo que es de gran estima o de buena reputación.

Lo virtuoso y digno de alabanza. Esto se refiere a lo que es siempre respetable, como la bondad, la cortesía y el respeto a los demás. Contentos y confiados

Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen.

Salmo 17:5

Los cristianos que son espiritualmente estables tienen un testimonio que honra a Cristo. Esa es la clase de testimonio que tenía el apóstol Pablo. Atado en cadenas como preso del Imperio Romano, seguía contento y confiado en el Señor (Fil. 4:11, 13). Pero muchos creyentes no están contentos hoy. En realidad, a los incrédulos les resulta difícil entender cómo un cristiano que cree en un Dios Todopoderoso puede vivir como si Dios fuera débil.

Tal vez haya ocasiones en las que usted se sienta aplastado, débil y sin poder mantenerse firme. Usted sabe lo que es perder su equilibrio espiritual. Nos enfrentamos a las tentaciones y las pruebas de esta vida. No obstante, es esencial que seamos espiritualmente estables no solo por nuestro propio bienestar, sino también por nuestro testimonio cristiano ante el mundo perdido. Así que cerciórese de que está dependiendo de Dios, no de usted mismo, para mantenerse firme.

martes, 24 de noviembre de 2009

Genesis 50


Genesis 50 -

CAPÍTULO 50
Versículos 1-6. El duelo por Jacob. 7-14. Su funeral. 15-21. Los hermanos de José suplican su perdón—Él los consuela. 22-26. La instrucción de José respecto de sus huesos-su muerte.

Vv. 1-6.Aunque los parientes y amistades piadosos hayan vivido hasta una edad bien avanzada y estemos confiados de que se han ido a la gloria, podemos sentir la pérdida y respetar su recuerdo llorándolos. La gracia no destruye, sino que purifica, modera y regula el afecto natural. El alma que se fue está fuera del alcance de toda muestra de nuestro afecto pero es apropiado mostrar respeto al cuerpo, del cual esperamos una resurrección gloriosa y gozosa, sea lo que sea que suceda con sus restos en este mundo. Así, pues, José mostró su fe en Dios y su amor por su padre. Mandó que el cuerpo fuera embalsamado o envuelto con especias para preservarlo. Vea cuán viles son nuestros cuerpos cuando el alma los ha abandonado: se ponen en muy poco tiempo fétidos y desagradables.

Vv. 7-14.El cuerpo de Jacob fue velado no sólo por su familia sino por los grandes de Egipto. Ahora que conocían mejor a los hebreos, empezaron a respetarlos. Los que profesan la religión deben proponerse eliminar, por sabiduría y amor, los prejuicios que muchos tienen en contra de ellos. Los espectadores vieron esto como un llanto grande. La muerte de los hombres buenos es una pérdida en cualquier parte y debe ser grandemente lamentada.

Vv. 15-21.Diversos son los motivos que pudieron hacer que los hijos de Jacob siguieran en Egipto, a pesar de la visión profética que Abraham tuvo de su esclavitud allá. Juzgando a José con el temperamento general de la naturaleza humana, pensaron que ahora él se vengaría de los que lo habían odiado y dañado sin causa. No siendo capaces de resistir ni de huir, intentaron ablandarlo humillándose. Le suplicaron como siervos del Dios de Jacob. José se sintió muy afectado al ver el cumplimiento total de sus sueños. Les manda que no le teman a él sino a Dios; que se humillen ante el Señor y busquen el perdón divino. Les garantiza su propia bondad para con ellos. Véase que espíritu excelente era José y aprendamos de él a devolver bien por mal. Él los consoló y, para disipar todos sus temores, les habló amablemente. Los espíritu quebrantados deben ser curados y animados. No sólo debemos hacer el bien a quienes amamos y perdonamos; también debemos hablarles bondadosamente.

Vv. 22-26.Al honrar a su padre, José tuvo días largos en la tierra que, por el presente, Dios le había dado. Cuando vio que se acercaba su muerte, consoló a sus hermanos con la seguridad del regreso de ellos a Canaán en el debido momento. Debemos consolarnos unos a otros con las mismas consolaciones con que hemos sido consolados por Dios y animarlos a descansar en las promesas que son nuestro apoyo. Como una confesión de su propia fe y una confirmación de la de ellos, les encarga que dejen sin enterrar sus restos hasta el día glorioso en que ellos se establezcan en la tierra prometida. Así, pues, José por fe en la doctrina de la resurrección y en la promesa de Canaán, dio mandamiento acerca de sus huesos. Esto iba a mantener viva la expectativa de ellos en cuanto a una pronta salida de Egipto y a tener a Canaán presente en forma continua. Además, esto uniría a la posteridad de José con sus hermanos.
La muerte, como también la vida de este eminente santo, fue verdaderamente excelente; ambas nos dan una firme exhortación de perseverancia en el servicio de Dios. ¡Cuán dichoso empezar temprano en la carrera celestial, seguir firme y terminar la carrera con gozo! Esto que hizo José, nosotros también podemos hacer. Hasta cuando los dolores de la muerte estén sobre nosotros, si hemos confiado en quien confiaron los patriarcas, los profetas y los apóstoles, no temamos decir: “mi carne y mi corazón desfallecen, mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre”.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Pensamos muy poco


Pensamos muy poco

Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.

1 Corintios 2:16

Algunos suponen que la preocupación es resultado de pensar demasiado. Pero en realidad es el resultado de pensar muy poco en la dirección correcta. Cuando fuimos salvos, recibimos una nueva mente o manera de pensar. Ahora nuestro modo de pensar está impregnado de pensamientos divinos y sobrenaturales.

El apóstol Pablo dij "Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz" (Ro. 8:5-6). Gracias al Espíritu de Dios en nuestra vida, pensamos a un nivel espiritual, no a un nivel carnal.

Pablo también dij "Por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención" (1 Co. 1:30). Como Dios nos da su sabiduría, podemos pensar los profundos pensamientos del Dios eterno. Un conocimiento renovado

Revestido del nuevo [hombre], el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno.

Colosenses 3:10

Vivimos en un mundo caído, y como resultado, nuestra mente renovada necesita constante limpieza y renovación. El agente principal de Dios para purificar nuestro pensamiento es su Palabra (Jn. 15:3; Ef. 5:26).

El Nuevo Testamento nos llama a la disciplina mental de pensar debidamente. Colosenses 3:2 dice: "Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra". Primera Pedro 1:13 dice: "Ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia... cuando Jesucristo sea manifestado". Y a menudo Pablo les dijo a sus oyentes que pensaran debidamente y no fueran ignorantes.

También el Antiguo Testamento nos llama a pensar debidamente. El rey Salomón dij "Si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz... Entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios" (Pr. 2:2-5).

El conocimiento de lo bueno requiere iniciativa y esfuerzo. Pero si usted es fiel haciendo el mayor esfuerzo, Dios le dará entendimiento (cp. Sal. 119:34

domingo, 22 de noviembre de 2009


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Genesis 49

Genesis 49 -

CAPÍTULO 49
Versículos 1, 2. Jacob llama a sus hijos para bendecirlos. 3-7. Rubén, Simeón, Leví. 8-12. Judá. 13-18. Zabulón, Isacar, Dan. 19-21. Gad, Aser, Neftalí. 22-27. José y Benjamín. 28-33. El encargo de Jacob tocante a su entierro-su muerte.

Vv. 1, 2.Todos los hijos de Jacob estaban vivos. Su llamado que los hizo reunirse fue un precepto para que ellos se unieran en amor y no se mezclaran con los egipcios; y predijo que no iban a separarse como lo hicieran los hijos de Abraham y de Isaac, sino que todos debían formar un solo pueblo.
No vamos a considerar este discurso como expresión de sentimientos particulares de afecto, resentimiento o parcialidad, sino como lenguaje del Espíritu Santo que declara el propósito de Dios respecto del carácter, las circunstancias y la situación de las tribus que descendían de los hijos de Jacob y que puede identificarse en sus historias.

Vv. 3-7.Rubén fue el primogénito pero por gran pecado perdió su primogenitura. El carácter de Rubén era inestable como el agua. Los hombres no prosperan porque no se establecen. El pecado de Rubén dejó una infamia perdurable en su familia. Nunca hagamos mal y, entonces, no temeremos que nos hablen al respecto.
Simeón y Leví eran apasionados y vengativos. El asesinato de los siquemitas es una prueba. Jacob protestó contra ese acto bárbaro. Nuestra alma es nuestro honor; por sus capacidades somos distinguidos de las bestias que perecen, y somos elevados por sobre ellas. De todo corazón debemos aborrecer a todo hombre sanguinario y malo. Maldita sea su ira. Jacob no maldice a sus personas sino sus lujurias. Yo las dividiré. La sentencia acerca de Leví se iba a convertir en bendición. Esta tribu realizó un servicio agradable a Dios en su celo contra los adoradores del becerro de oro, Éxodo xxxii. Habiendo sido apartados por Dios como sacerdotes, en ese carácter fueron esparcidos por la nación de Israel.

Vv. 8-12.El nombre de Judá significa alabanza. Dios era alabado por su causa, capítulo xxix, 35, alabado por él y alabado en él; por tanto, sus hermanos le alabarán. Judá será una tribu fuerte y valiente. Judá es comparado, no con un león enfurecido y rugiente, sino con un león que disfruta la satisfacción de su fuerza y éxito sin vejar a los demás; esto es ser verdaderamente grande. Judá será la tribu real, la tribu de la cual vendrá el Mesías Príncipe. Silo, esa Simiente prometida en quien la tierra será bendecida, “ese pacífico y próspero”, o “Salvador”vendrá de Judá. Así, pues, el moribundo Jacob vio, de lejos, el día de Cristo y eso le fue consuelo y sostén en su lecho de muerte. Hasta la venida de Cristo, Judá poseyó autoridad, pero, después de su crucifixión, esta fue disminuida y, conforme a lo anunciado por Cristo, Jerusalén fue destruida y todo el remanente pobre y perseguido de los judíos fue confundido.
Mucho de lo que aquí se dice de Judá, debe aplicarse a nuestro Señor Jesús. En Él hay abundancia de todo lo que alimenta y refresca el alma y que mantiene y alegra la vida divina en ella. Él es la vid verdadera; el vino es el símbolo señalado de su sangre, que se bebe, derramada en favor de los pecadores y aplicada por fe; y todas las bendiciones de su evangelio son vino y leche, sin dinero y sin precio, a lo cual es bienvenida toda alma sedienta, Isaías lv, 1.

Vv. 13-18.Acerca de Zabulón: si la profecía dice que Zabulón será un puerto de barcos, ciertamente la providencia lo hará así. Dios designa los límites de nuestra habitación. Sabiduría y deber nuestro es acomodarnos a nuestra suerte y mejorarla; si Zabulón habita en el puerto del mar, que sea refugio de barcos.
Tocante a Isacar: él vio que la tierra era deleitosa, produciendo no sólo perspectivas gratas sino buenos frutos para recompensar sus esfuerzos. Veamos, con el ojo de la fe, que el reposo celestial sea bueno y la tierra prometida deleitosa; esto hará que nuestro servicio presente sea fácil.
Dan iba a ganar, por artes y política y sorpresa, ventajas contra sus enemigos, como serpiente que muerde el calcañar del viajero.
Jacob, casi extenuado y listo para desmayar, lo alivia con estas palabras: “Tu salvación esperé, oh Jehová”. La salvación que esperaba era Cristo, la Simiente prometida; ahora que él iba a ser reunido con su pueblo, suspira por Aquel a cuyo alrededor será la reunión del pueblo. Declara sencillamente que busca el cielo, la patria mejor, Hebreos xi, 13, 14. Ahora que va a disfrutar la salvación, se consuela por haber esperado la salvación. Como nuestro camino al cielo hay que esperar en Cristo, y el cielo, hay que esperarlo como nuestro reposo en Cristo. Es consuelo del santo moribundo haber esperado la salvación del Señor, pues entonces tendrá lo que ha estado esperando.

Vv. 19-21.En cuanto a Gad, alude Jacob a su nombre que significa ejército y anuncia el carácter de esta tribu. La causa de Dios y su pueblo, aunque por una vez pueda parecer derrotada y acabada, al final será victoriosa. Representa al conflicto cristiano. La gracia del alma suele ir envuelta en sus conflictos; las huestes de corrupción la vencen, pero la causa es de Dios y al final la gracia saldrá vencedora, sí, más que vencedora, Romanos viii, 37.
Aser debe ser una tribu rica. Su herencia bordeaba el Carmelo que era proverbialmente fructífero.
Neftalí, es una cierva suelta. Podemos considerarlo como descripción del carácter de esta tribu. A diferencia del laborioso buey y del asno, está deseoso de comodidad y libertad, activo, pero más notorio por la acción rápida que por la labor constante y la perseverancia. Como el suplicante que, con palabras buenas, anhela misericordia. Que no se censuren ni envidien unos a otros los que tienen diferentes temperamentos y dones.

Vv. 22-27.La bendición de José es muy plena. Lo que dice Jacob de él es historia y profecía. Jacob le recuerda las dificultades y fieros dardos de las tentaciones con que anteriormente luchó. Su fe no falló, antes bien, en medio de sus pruebas llevó todas sus cargas con firmeza y no hizo nada inconveniente. Toda nuestra fortaleza para resistir las tentaciones y soportar las aflicciones viene de Dios; su gracia es suficiente.
José llegó a ser el pastor de Israel para cuidar de su padre y de su familia, y la roca de Israel, su fundamento y firme soporte. En esto, como en muchas otras cosas, José fue un notable tipo del Buen Pastor y la Piedra del Ángulo probada de toda la iglesia de Dios.
Las bendiciones son prometidas para la posteridad de José, típicas de las vastas y eternas bendiciones que vienen sobre la simiente espiritual de Cristo. Jacob bendijo a todos sus hijos pero especialmente a José, “que fue apartado de sus hermanos”. No sólo separado en Egipto sino, por poseer una eminente dignidad y por ser más consagrado a Dios.
Se dice de Benjamín que arrebatará como lobo. Jacob fue guiado por el Espíritu de profecía en lo que dijo y no por el afecto natural; de lo contrario, hubiera hablado con más ternura de su amado hijo Benjamín. Tocante a él solamente prevé y predice que su posteridad será una tribu guerrera, fuerte y osada, y que se enriquecerá con los despojos de sus enemigos; que serán activos. El bendito Pablo era de esta tribu, Romanos xi, 1; Filipenses iii, 5; en el amanecer de su día, devoró la presa como perseguidor, pero en el ocaso repartió el botín como predicador; él compartió las bendiciones del León de Judá y participó en sus victorias.

Vv. 28-33.Jacob bendijo a cada uno conforme a las bendiciones que Dios tenía como objetivo otorgarles en tiempos posteriores.
Habló del lugar de su sepultura desde un principio de fe en la promesa de Dios, de que Canaán sería la heredad de su simiente en el momento debido. Cuando hubo terminado sus bendiciones y sus encargos y, por tanto, su testimonio, se concentró en su tarea de morir. Encogió los pies en la cama, no sólo como uno que pacientemente se somete al golpe, sino como quien alegremente se acomoda para descansar, ahora que estaba agotado. Entregó libremente su espíritu en la mano de Dios, el Padre de los espíritus. Si el pueblo de Dios es nuestro pueblo, la muerte nos reunirá con ellos. Bajo el cuidado del Pastor de Israel, nada nos faltará para el cuerpo o el alma. Permaneceremos firmes hasta que esté terminada nuestra obra; entonces, expiraremos nuestras almas en las manos de Aquel cuya salvación hemos esperado, partiremos en paz y dejaremos tras nosotros una bendición para nuestros hijos.

sábado, 21 de noviembre de 2009

La acción de gracias de Jonás



La acción de gracias de Jonás

Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí. La salvación es de Jehová.

Jonás 2:9

Es asombroso que el profeta Jonás diera gracias a Dios mientras estaba en el vientre del gran pez (Jon. 2:1). ¿Cómo reaccionaría usted si estuviera en el lugar de Jonás? Tal vez clamaría: "¿Qué estás haciendo, Dios? ¿Dónde estás? ¿Por qué está sucediendo esto?" Pero Jonás reaccionó de manera diferente: "Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; desde el seno del Seol clamé, y mi voz oíste" (v. 2). Después describió su hundimiento en el mar y la seriedad de su dilema (vv. 3-5)

No obstante, en medio de tan difícil situación, Jonás oró: "Tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío. Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta ti en tu santo templo" (vv. 6-7). Aunque tenía sus debilidades, Jonás demostró una gran estabilidad espiritual en su oración. Confió en el poder de Dios para librarlo si quería. De igual manera, la paz de Dios lo ayudará a usted si reacciona ante las circunstancias con acción de gracias. Piense debidamente

Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.

Hechos 17:11

Es alarmante ver que nuestra cultura tiene más interés en la emoción y el pragmatismo que en pensar. Eso es evidente cuando las personas se preguntan muchas veces "¿Cómo me hará sentir eso?", en vez de preguntarse "¿Es esa la verdad?" Ese enfoque equivocado también es evidente en la teología actual, en la que predominan las preguntas "¿Dividirá?" y "¿Ofenderá?" en lugar de "¿Es correcto?" No hay muchas personas como las de Berea, a quienes la Biblia describe como "más nobles" porque estaban interesadas en buscar la verdad, no en las emociones ni en las circunstancias agradables.

Muchísimas personas van actualmente a la iglesia no a pensar ni a razonar acerca de la verdad, sino a experimentar ciertas emociones. Pero vivir de emociones en vez de pensar debidamente producirá inestabilidad. En su libro Your Mind Matters [Su mente tiene importancia], John Stott explica este punt "El pecado tiene más efectos peligrosos en nuestra facultad de sentir que en nuestra facultad de pensar, ya que nuestras opiniones pueden comprobarse y regularse más fácilmente que nuestras experiencias con la verdad revelada."

viernes, 20 de noviembre de 2009

La paz celestial


La paz celestial

La paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento.

Filipenses 4:7

El versículo de hoy promete calma o tranquilidad interior al creyente que ora con una actitud agradecida. Observe que no promete cuál será la respuesta a nuestras oraciones.

Esa paz "sobrepasa todo entendimiento", lo cual se refiere a su origen divino. Trasciende el intelecto, el análisis y la agudeza de los seres humanos. Ningún consejero humano puede dársela a usted porque es un don de Dios.

El verdadero reto de la vida cristiana no es eliminar toda circunstancia desagradable de su vida, sino confiar en el infinito, santo, soberano y poderoso Dios en medio de toda situación.

Jesús dij "Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo" (Jn. 16:33). Así que comience a vivir en el plano sobrenatural, reconozca que vive en un mundo caído, y permita que Dios haga su obra perfecta en usted. Y Dios le dará su paz cuando se entregue confiado en sus manos. La protección de la paz

La paz de Dios... guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Filipenses 4:7

El versículo de hoy se refiere a la paz de Dios que protege nuestro corazón y nuestros pensamientos. "Guardará" es un término militar que significa "seguir observando". Los creyentes de Filipos vivían en una ciudad fortificada donde estaban los soldados romanos para proteger los intereses del imperio en aquella parte del mundo. De igual manera, la paz de Dios nos protege de la ansiedad, la duda, el temor y la angustia.

El creyente que no vive en la confianza de la soberanía de Dios carecerá de su paz y quedará en el caos de un corazón atribulado. Pero nuestra segura confianza en el Señor nos permitirá darle gracias en medio de las pruebas porque tenemos la paz de Dios que protege nuestro corazón y nuestra mente.

Cuando Pablo se refiere a nuestro corazón y nuestros pensamientos, no hace distinción alguna entre ellos. Es una declaración amplia que describe todo el ser interior de la persona. Gracias a nuestra unión con Cristo, Él protege con su paz todo nuestro ser. Y eso es lo que nos ayuda a ser espiritualmente estables.

jueves, 19 de noviembre de 2009


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Genesis 48


Genesis 48 -

CAPÍTULO 48
Versículos 1-7. José visita a su padre moribundo. 8-22. Jacob bendice a los hijos de José.

Vv. 1-7.El lecho de muerte del creyente con las oraciones y consejos de la persona moribunda es adecuado para impresionar seriamente a los jóvenes, a los dados a los placeres, y los prósperos: haremos bien en ir con los hijos en tales ocasiones, si puede hacerse apropiadamente. Si le place al Señor es muy deseable que nuestro testimonio de moribundo se refiera a su verdad, a su fidelidad y a lo placentero de sus caminos. Uno debiera desear vivir así, como para dar energía y peso a nuestras exhortaciones en el lecho de muerte. Todo creyente verdadero es bendecido en su muerte, pero no todos se van igualmente llenos de consuelos espirituales.
Jacob adoptó a los dos hijos de José. Que ellos no sucedan a su padre en su poder y grandeza en Egipto, sino que triunfen en el marco de la herencia de la promesa hecha a Abraham. Así, pues, el viejo patriarca moribundo enseña a estos jóvenes a que unan su suerte con el pueblo de Dios. Los nombra para que cada uno sea cabeza de una tribu. Son dignos de doble honor quienes, por la gracia de Dios, pasan por alto las tentaciones de la riqueza y el favor mundano para abrazar la religión en desgracia y pobreza. Jacob hará que Efraín y Manases sepan que es mejor ser de baja condición en este mundo y estar en la iglesia, que ser altos y estar fuera de ella.

Vv. 8-22.Los dos buenos hombres dan gloria a Dios en su consolación. José dice: “Ellos son mis hijos, los que Dios me ha dado”. Jacob dice: “Dios me ha mostrado tu simiente”. Las consolaciones son doblemente dulces para nosotros cuando las vemos venir de la mano de Dios. Él no sólo evita nuestros temores sino que excede nuestras esperanzas. Jacob menciona el cuidado que la divina providencia tuvo con él todos sus días. En su tiempo había tenido una buena cantidad de dificultades, pero Dios le evitó el mal de sus problemas. Ahora que está muriendo se mira a sí mismo como redimido de sus pecados y sus pesares para siempre. Cristo, el Ángel del pacto redime de la maldad. Nos libra de la miseria y del peligro, por el poder divino, que viene a través del rescate por la sangre de Cristo, en las Escrituras usualmente se llama redención .
Al bendecir a los hijos de José, Jacob intercambia sus manos. José está dispuesto a mantener a su primogénito, y pudo haber removido las manos de su padre. Pero Jacob actuó no por error ni por afecto parcial a uno más que al otro; pero sí a través de un espíritu profético, y por el Divino consejo. Dios, está bendiciendo a su pueblo, le da más a uno que a otro, más regalos, gracia y comodidades, y más de las cosas buenas de la vida. Usualmente le da más a aquellos que menos posibilidades tienen de recibir. Él escoge las cosas débiles del mundo; levanta al pobre del polvo. La gracia observa no el orden de la naturaleza, ni tampoco Dios prefiere a aquellos que nosotros pensamos que más lo merecen, sino al placer de Él. ¡Que pobres son aquellos que no tienen riquezas sino las de este mundo! ¡Que miserable es el lecho de muerte para aquellos que no tienen un buen fundamento de esperanza, pero sí terribles aprensiones de maldad, y nada más que maldad para siempre!

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Marcos Witt - Sobrenatural

Marcos Witt - Sobrenatural DIOS DE MI VIDA ERES TU SEÑOR JESUS

Genesis 47

Genesis 47 -

CAPÍTULO 47
Versículos 1-6. José presenta sus hermanos al faraón. 7-12. Jacob bendice al faraón. 13-26. Tratos de José con los egipcios durante el hambre. 27-31. La edad de Jacob-Su deseo de ser enterrado en Canaán.

Vv. 1-6.Aunque José era un gran hombre, especialmente en Egipto, él reconoció a sus hermanos. Que los ricos y grandes del mundo no pasen por alto ni desprecien a los parientes pobres. Nuestro Señor Jesús no se avergüenza de llamarnos hermanos. Respondiendo a la pregunta del faraón, ¿cuál es vuestro oficio? Ellos le dijeron que eran pastores, agregando que ellos venían a estar en la tierra por un tiempo, mientras durara el hambre en Canaán. El faraón ofreció emplearlos como pastores siempre y cuando fueran hombres activos. Cualquiera sea nuestro oficio o empleo, debemos tratar de destacarnos en él y mostrarnos inteligentes y trabajadores.

Vv. 7-12.Con la seriedad de la edad avanzada, la piedad del creyente verdadero y la autoridad de un patriarca y profeta, Jacob suplicó al Señor que otorgara una bendición al faraón. Actuó como hombre que no se avergüenza de su religión; y que expresa gratitud al benefactor suyo y de su familia.
Aquí tenemos una respuesta muy poco corriente a una pregunta muy común. Jacob llama peregrinaje a su vida; el paso de un forastero por un país extranjero, o patria pasajera a su propio país. No estaba cómodo en la tierra; su habitación, su herencia, sus tesoros estaban en el cielo. Cuenta su vida por días; hasta por días se cuenta la vida con celeridad y no estamos seguros de que continúe por un día más. Por tanto, contemos nuestros días. Sus días fueron pocos. Aunque había vivido ciento treinta años, parecían pocos días en comparación con los días de la eternidad y el estado eterno. Son malos; esto es verdad tocante al hombre. Vive pocos días y llenos de problemas; puesto que sus días son malos, es bueno que sean pocos. La vida de Jacob había estado llena de días malos. La vejez le llegó más pronto que a algunos de sus antepasados. Así como el joven no debe enorgullecerse de su fuerza o belleza, el viejo no debe enorgullecerse de su edad y de sus canas, aunque los demás las reverencien con justicia; porque los que son considerados muy viejos no llegan a los años de los patriarcas. La cabeza blanca sólo es corona de gloria, cuando se halla en el camino de la justicia. Esa respuesta no podía dejar de impresionar el corazón del faraón recordándole que la prosperidad y felicidad mundana no pueden durar mucho y no bastan para satisfacer. Después de una vida de vanidad y vejaciones, el hombre va a la tumba, al igual desde un trono como desde una choza. Nada puede hacernos felices sino la perspectiva de un hogar eterno en el cielo, después de nuestro breve y agobiante peregrinaje sobre la tierra.

Vv. 13-26.Habiéndose preocupado de Jacob y su familia, cuya misericordia fue especialmente concebida por la providencia en el progreso de José, se relata la salvación del reino de Egipto de la ruina. No había pan y la gente estaba a punto de morir. Véase cómo dependemos de la providencia de Dios. Toda nuestra riqueza no nos libraría de pasar hambre si no lloviera por dos o tres años. Nótese hasta qué punto estamos a merced de Dios y mantengámonos siempre en su amor. También véase cuánto nos perjudicamos por nuestra propia falta de cuidado. Si todos los egipcios hubieran guardado trigo para ellos en los siete años de abundancia, no hubieran pasado estos aprietos; pero no consideraron la advertencia. La plata y el oro no los iban a alimentar: ellos debían tener trigo. Todo lo que el hombre tenga lo dará por su vida.
No podemos juzgar esto según las reglas modernas. Es claro que los egipcios consideraron a José como benefactor público. El todo es coherente con el carácter de José, que actuó con temor de Dios entre el faraón y sus súbditos. Los egipcios confesaron tocante a José: Nos has salvado la vida. ¿Qué le dirán a Jesús las multitudes agradecidas en el día postrero? ¡Has salvado nuestras almas de la más horrible destrucción, y en tiempo la angustia más extrema! Los egipcios se deshicieron de todas sus propiedades y hasta de su libertad por salvar sus vidas: ¿puede ser demasiado, entonces, que nosotros contemos todo como pérdida y lo dejemos en cuanto Él lo ordena y por amor a Él, que salva nuestra alma y nos da cien veces tanto, aquí en este mundo? Ciertamente si somos salvados por Cristo debemos estar dispuestos a ser Sus siervos.

Vv. 27-31.Finalmente, llegó el tiempo en que Israel debía morir. Israel, príncipe de Dios, tuvo poder sobre el Ángel y prevaleció, pero de todos modos debía morir. José le dio pan para que no muriera de hambre pero eso no le garantizaba el no morir de viejo o por enfermedad. Murió gradualmente; su vela se fue quemando paulatinamente hasta el cabo, de modo que viera acercarse el tiempo. Ventajoso es ver que la muerte se acerca antes que la sintamos para ser impulsados a hacer, con todas nuestras fuerzas, lo que nuestras manos encuentren para hacer. Sin embargo, la muerte no está lejos de ninguno de nosotros. Al ver que se acercaba su día, la preocupación de Jacob era su entierro; no la pompa de éste sino ser sepultado en Canaán, porque era la tierra prometida. Era tipo del cielo, la patria mejor, que claramente dijo esperar, Hebreos xi, 14. Nada ayudará mejor a hacer más cómodo el lecho de muerte que la perspectiva cierta del reposo en la Canaán celestial. Hecho esto, Israel se apoyó en la cabecera de la cama, adoró a Dios, como se explica, ver Hebreos xi, 21, y le dio gracias por todos sus favores; en debilidad se apoyó por sí mismo y expresó su disposición a dejar el mundo. Aun quienes vivieron de la provisión de José, y hasta Jacob, que le era tan querido, debían morir. Pero Cristo Jesús nos da el pan verdadero para que podamos comer y vivir por siempre. Cuando nos acerquemos a la muerte vayamos a Él y rindámonos y quien nos sostuvo durante la vida, nos saldrá al encuentro y nos hará entrega de la salvación eterna.

martes, 17 de noviembre de 2009

El control soberano


El control soberano

Elegidos según la presciencia de Dios.

1 Pedro 1:2

A través de los años, las teologías arminianas y calvinistas han estado en polos opuestos. La teología reformada tradicional, que llamamos calvinismo, subraya la soberanía de Dios, pero la teología arminiana en realidad subraya la soberanía del hombre. Enseña que Dios es útil al dar ayuda espiritual, pero que uno tiene que encontrarla en sí mismo para ir a Cristo, perseverar en la fe, alcanzar metas espirituales y obtener victorias espirituales.

¿Qué resulta de esa clase de teología? Una persona puede decir que confía en Cristo, pero en realidad confía en sí misma. Eso muestra la creencia de que el poder para escoger la salvación, o perderla por el fracaso espiritual, pertenece a la persona. Suponga que usted creyera que tenía esa clase de poder. ¿Puede imaginarse lo que sería enfrentarse a la muerte y preguntarse si no pudiera entrar en el cielo porque había cometido muchísimos pecados? Esa incertidumbre causará ansiedad, no seguridad.

Confiar plenamente en Dios requiere conocimiento de su gracia soberana: Que una persona es escogida, redimida, mantenida y glorificada por Dios, que es el iniciador. Reaccione ante los problemas con acción de gracias

Sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Filipenses 4:6

En vez de orar a Dios con duda o descontento, el creyente ha de acercarse a Dios con un espíritu de acción de gracias. Por eso Dios prometió que nada en nuestra vida será demasiado para que lo soportemos (1 Co. 10:13). Él ha prometido hacer que todo obre para nuestro bien (Ro. 8:28), y "perfeccionarnos, afirmarnos, fortalecernos y establecernos" en medio de nuestro sufrimiento (1 P. 5:10).

Todas las dificultades están dentro del propósito de Dios, de modo que podemos darle gracias por su poder y sus promesas. Pedro dijo que echemos "toda [nuestra] ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de [nuestra]" (1 P. 5:7). Al hacerlo, hemos de ser agradecidos por su providencia, su promesa de perfeccionarnos, la gloria que Él recibirá del cumplimiento de su voluntad, y por las pasadas misericordias que son la promesa de bendiciones futuras.

lunes, 16 de noviembre de 2009

QUE SERIA DE MI- JESUS ADRIAN ROMERO

QUE SERIA DE Mi SEÑOR JESÚS. ESTARÍA PERDIDO SIN TI

Genesis 46

Genesis 46 -

CAPÍTULO 46
Versículos 1-4. Las promesas de Dios para Jacob. 5-27. Jacob y su familia van a Egipto. 28-34. José se reúne con su padre y sus hermanos.

Vv. 1-4.Aun en los hechos y emprendimientos que parecen más gratos debemos buscar el consejo, la ayuda y la bendición del Señor. En atender sus mandamientos y haber recibido las prendas de su amor en el pacto, tenemos la esperanza de Su presencia y la paz que confiere. En todos nuestros cambios debemos acordarnos de nuestra salida de este mundo. Cuando pasamos por el valle de sombra de muerte, nada puede animarnos a no temer mal alguno salvo la presencia de Cristo.

Vv. 5-27.Aquí tenemos una lista detallada de la familia de Jacob. Aunque el cumplimiento de las promesas siempre es seguro, sin embargo, suele ser lento. Ahora han pasado 215 años desde que Dios había prometido a Abraham hacer de él una gran nación, capítulo xii, 2; sin embargo, esa rama de su simiente, a la cual fue hecha la promesa, solamente había aumentado a setenta, de los cuales se conserva esta relación específica para mostrar el poder de Dios para hacer que estos setenta se conviertan en una gran multitud.

Vv. 28-34.Consideró justo hacerle saber al faraón que su familia iba a establecerse en sus dominios. Si otros depositan su confianza en nosotros, no debemos ser tan bajos como para abusar de ellos e imponernos.
Pero, ¿qué va a hacer José con sus hermanos? Hubo un tiempo en que ellos se confabularon para deshacerse de él, ahora él piensa dónde establecerlos para provecho de ellos; esto es devolver bien por mal. Quería que ellos vivieran solos en la tierra de Gosén, que estaba más cerca de Canaán.
Los pastores eran una abominación para los egipcios. Pero José no quería que ellos fueran avergonzados al reconocer aquella como la ocupación de ellos ante el faraón. Podría haberles procurado puestos en la corte o en el ejército. Pero tales distinciones los hubieran expuesto a la envidia de los egipcios, o a la tentación de olvidar Canaán y la promesa hecha a sus padres. Una vocación honesta no es desgracia, ni debemos contarla como tal, sino, más bien, reconocer que es vergonzoso estar ocioso o no tener nada que hacer. Generalmente es mejor que la gente permanezca en las vocaciones en que fueron criados y a las que están acostumbrados. Cualquiera sea el empleo y condición que Dios, en su providencia, nos haya asignado, acostumbrémonos a eso, sintámonos contentos con eso y no pensemos en posiciones más altas. Mejor es ser el crédito de un puesto modesto que la vergüenza de uno elevado. Si deseamos destruir nuestras almas o las almas de nuestros hijos, procuremos grandes cosas para nosotros y para ellos pero, si no, nos corresponde estar contentos en lo que estamos, teniendo comida y vestido.

domingo, 15 de noviembre de 2009

El Señor está cerca


El Señor está cerca

El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos.

Filipenses 4:5-6

El Señor Jesucristo rodea a todos los creyentes con su presencia (Sal. 119:151). Cuando usted tiene un pensamiento, el Señor está cerca para leerlo; cuando usted ora, el Señor está cerca para oír la oración; cuando necesita su fortaleza y su poder, Él está cerca para darlos. En realidad, Él vive en usted y es la fuente de su vida espiritual. El estar consciente de su presencia evitará que caiga en la ansiedad o sea inestable.

El saber que el Señor está cerca nos ayuda a no estar "afanosos" por nada, ya que sabemos que Él puede resolver todo lo que se nos presente. La inquietud y la preocupación indican falta de confianza en Dios. O usted ha creado otro dios que no puede ayudarlo, o cree que Dios pudiera ayudarlo pero no quiere, que significa que usted está poniendo en tela de juicio la integridad de Dios y de su Palabra. Así que deléitese en el Señor y medite en su Palabra (Sal. 1:2). Sepa quién es Él y cómo obra. Entonces podrá decir: "El Señor está cerca, así que no me afanaré por nada". Un ancla de confianza

En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás; líbrame en tu justicia.

Salmo 31:1

Como lo indica el versículo de hoy, David tuvo gran confianza en Dios en medio de la aflicción. También dij "Porque tú eres mi roca y mi castillo; por tu nombre me guiarás y me encaminarás. Sácame de la red que han escondido para mí, pues tú eres mi refugio" (Sal. 31:3-4). Su confianza radicaba en el carácter santo de Dios. Un adecuado conocimiento de Dios es esencial para la estabilidad espiritual. Y la única forma de conocer a Dios es mediante lo que Él ha querido revelarnos de sí mismo en las Escrituras.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Genesis 45


Genesis 45 -

CAPÍTULO 45
Versículos 1-15. José consuela a sus hermanos y envía por su padre. 16-24. El faraón confirma la invitación de José-Los regalos de José para sus hermanos. 25-28. Jacob recibe la noticia de que José está vivo.

Vv. 1-15.José dejó hablar a Judá y escuchó todo lo que tenía que decir. Halló a sus hermanos humillados por sus pecados, considerados él, pues Judá lo mencionó dos veces en su discurso, respetuosos de su padre y muy tiernos con su hermano Benjamín. Ahora estaban preparados para el consuelo que les daría, identificándose. José ordenó a todos sus siervos que se fueran. Así Cristo se da a conocer Él mismo, y expresa su amorosa bondad a su pueblo, fuera de la vista y de los oídos del mundo. José derramó lágrimas de ternura y fuerte afecto y con estas borró la austeridad con que se había comportado con sus hermanos hasta ese momento. Esto representa la compasión divina hacia los que vuelven arrepentidos. “Yo soy José, vuestro hermano”. Esto los humillaría más aun por su pecado de venderlo, pero los alentaría a esperar un buen trato. Así, pues, cuando Cristo quiso convencer a Pablo dijo: “Yo soy Jesús”, y cuando consolaba a sus discípulos, decía: “Yo soy, no temáis”. Cuando Cristo se manifiesta a su pueblo, les anima a acercarse a Él con un corazón sincero. José lo hace así y les muestra que, sea lo que ellos pensaran hacer contra él, Dios lo había usado para bien. Los pecadores deben dolerse y enojarse consigo mismos, aunque Dios saque algo bueno de sus pecados, pues eso no es mérito de ellos. Es muy impactante la concordancia de todo esto con el caso del pecador, al manifestarse Cristo a su alma. En este relato él no piensa que el pecado sea un mal menor sino mayor; y, de todos modos, está tan armado contra la desesperación que llega a regocijarse en lo que Dios ha obrado, mientras que tiembla pensando en los peligros y la ruina de la cual ha escapado. José promete cuidar de su padre y de toda la familia. Deber de los hijos es, si la necesidad de sus padres lo requiere en cualquier momento, mantenerlos y darles lo mejor que puedan; esto es mostrar la piedad en casa, 1 Timoteo v, 4. Después que José hubo abrazado a Benjamín, los acarició a todos ellos y, luego, sus hermanos conversaron libremente con él de todos los asuntos de la casa de su padres. Después de las señales de la verdadera reconciliación con el Señor Jesús, sigue la dulce comunión con Él.

Vv. 16-24.El faraón fue amable con José y sus familiares por amor a él. Egipto compensaría las pérdidas de la mudanza de ellos. Así, los que van a recibir de Cristo su gloria celestial, no debieran tener consideración de las cosas de este mundo. Lo mejor de sus deleites solo es ceniza; no podemos estar seguros de ellos mientras estemos aquí, y mucho menos, llevarlos con nosotros. No pongamos nuestra vista o el corazón en el mundo; hay cosas mejores para nosotros en la tierra bendita donde se fue Cristo, nuestro José, a prepararnos un lugar. José despidió a sus hermanos con una adevertencia apropiada: “No riñáis por el camino”. Sabía que eran demasiado dados a pelearse y, habiendo perdonado a todos, les hace este encargo, de no pelearse entre sí. Esta orden nos ha dado nuestro Señor Jesús, que nos amemos unos a otros y que pase lo que pase o que haya pasado, no peleemos. Puesto que somos hermanos, todos tenemos el mismo Padre. Todos somos culpables y, en lugar de pelear unos con otros, tenemos razón para reñirnos a nosotros mismos. Somos o esperamos ser, perdonados por Dios, a quien todos hemos ofendido y, por tanto, debiéramos estar listos para perdonarnos unos a otros. Estamos “en el camino”, un camino a través de la tierra de Egipto, donde tenemos muchos ojos sobre nosotros que procuran aprovecharse de nosotros, un camino que lleva a la Canaán celestial donde esperamos estar por siempre en perfecta paz.

Vv. 25-28.Oír que José está vivo es una noticia demasiado buena para ser verdadera; Jacob se afligió pues no lo cree. Nosotros nos afligimos porque no creemos. A la larga se convence Jacob de la verdad. Jacob estaba viejo, y no esperaba vivir mucho más. Dice: “Que mis ojos se refresquen con esta visión antes que se cierren y, después de eso, no necesito otra cosa para hacerme feliz en este mundo”.
He aquí, Jesús se manifiesta a Sí mismo como Hermano y Amigo ante quienes una vez lo despreciaron y fueron sus enemigos. Él les asegura su amor y las riquezas de su gracia. Les manda dejar de lado la envidia, el enojo, la maldad y la discordia, y que vivan en paz unos con otros. Les enseña a renunciar al mundo por Él y su plenitud. Les proporciona todo lo necesario para conducirlos a casa, hacia Él mismo, para que donde Él esté ellos también estén. Al fin, cuando envía por su pueblo, aunque ellos puedan por un tiempo sentir algunas dudas y temores, el pensamiento de ver su gloria y de estar con Él, les permitirá decir: “Basta, estoy dispuesto a morir; y a ir a ver y a estar con el Amado de mi alma”.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Humildad y gentileza


Humildad y gentileza

Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres.

Filipenses 4:5

Es difícil hallar una palabra que capte el multiforme sentido de la palabra traducida como "gentileza" en el versículo de hoy. Algunos dicen que se refiere al contentamiento, a la delicadeza, a la generosidad o a la buena voluntad hacia los demás. Otros creen que se refiere a la misericordia o a la indulgencia con las faltas o los fracasos de otros. Incluso otros aseguran que describe la paciencia, refiriéndose a alguien que se somete a la injusticia o al maltrato pero no se venga con odio o amargura. Creo que la mejor traducción es "gentileza", ya que en el sentido cristiano esa palabra comprende todos los demás sentidos.

La gentileza también incluye otro elemento importante: la humildad. El cristiano humilde no guarda rencor, sino que confía en Dios siempre que se maltrata, se juzga injustamente o se calumnia. Una persona así no exige sus derechos. Dios nos manifestó su gracia de la misma manera; la humanidad maltrató y calumnió a Jesucristo aunque no merecía nada de eso, pero Él sigue extendiendo sus brazos hacia nosotros con amor (cp. Ro. 5:10). La humildad y la gentileza lo ayudarán a ser estable a pesar de las circunstancias. La fuente del contentamiento

He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.

Filipenses 4:11

El existencialismo, la actitud mental dominante de la psicología contemporánea, se ha infiltrado no solo en nuestro país, sino también en muchas iglesias. Da a entender que todo hombre tiene el derecho a hacer cualquier cosa que lo haga sentir bien. Pero una manera equivocada de pensar como esa se origina en el orgullo ególatra. Es la persona egoísta la que dice: "Si lo hace sentir bien pero me hace daño a mí, no puede hacerlo. Pero si me hace sentir bien pero lo daña a usted, puedo hacerlo de todas maneras". Algunos se engañan a sí mismos al pensar que su pecado no perjudica a nadie, pero el pecado siempre termina haciendo daño.

En contraste con la egolatría, la Biblia dice que debemos ser humildes y altruistas (Fil. 2:3-4), amar a quienes nos maltratan (Mt. 5:44), y mostrar misericordia a quienes tropiezan repetidamente (1 P. 4:8). Esas virtudes ayudaron a Pablo a estar contento en cualquier circunstancia. En cambio, algunos creyentes toman todo lo que oyen y ven y lo filtran en su mente para ver si los hiere de alguna manera, lo que resultará en inmediata inestabilidad y ansiedad.

Cuando otros lo maltraten, la humildad lo ayudará a mantener el equilibrio.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Genesis 44


Genesis 44 -

CAPÍTULO 44
Versículos 1-17. Procedimiento de José para demorar a sus hermanos y probar su afecto por Benjamín. 18-34. La súplica de Judá a José.

Vv. 1-17.José probó lo que sentían sus hermanos hacia Benjamín. Si hubieran envidiado y odiado al otro hijo de Raquel como lo habían odiado a él, y si hubieran tenido la misma falta de sentimientos hacia su padre Jacob, como antes, ahora lo hubieran demostrado. Cuando se halló la copa en poder de Benjamín, ellos hubieran usado eso como pretexto para dejarlo como esclavo. Pero no podemos juzgar lo que son ahora los hombres por lo que fueron antes; ni tampoco se puede prever lo que harán , por lo que antes hicieron .
El mayordomo los acusó de ingratos, pagar mal por bien; de necedad por llevarse su copa de uso diario, que pronto debía ser echada en falta y se buscaría con diligencia; pues así puede leerse: ¿No es esta en la que bebe mi señor, porque tiene un afecto particular por ella, y que la buscaría a cabalidad? O, ¿por dejarla negligentemente en la mesa de ustedes, él iba a probar si ustedes eran o no hombres honestos? -Ellos se arrojan en la misericordia de José y reconocen la justicia de Dios, pensando quizás en el daño que antes le hicieron a José, por lo cual pensaron que Dios estaba ahora castigándolos. Hasta en las aflicciones en que creemos que los hombres nos hacen daño, debemos aceptar que Dios es justo y descubre nuestro pecado.

Vv. 18-34.Si José hubiera sido por completo ajeno a la familia, como lo suponía Judá, no hubieran obrado sobre él sus poderosos razonamientos. Pero Jacob ni Benjamín necesitaban un intercesor ante José porque él los amaba. La fiel adhesión de Judá a Benjamín, ahora, en su angustia, fue recompensada tiempo después cuando la tribu de Benjamín, se quedó con Judá y las otras tribus le abandonaron. El apóstol observa, cuando discurre sobre la mediación de Cristo, que nuestro Señor vino de Judá, Hebreos vii, 14, y que no sólo intercedió por los transgresores sino que se hizo fiador de ellos, testificando eso su tierno interés por su Padre y por sus hermanos.
Jesús, el gran antitipo de José, se humilla y prueba ser su pueblo, aun después que ellos saborearon algo de su amorosa bondad. Él les hacer recordar sus pecados para que puedan ejercitarse, y mostrar arrepentimiento, y sentir cuánto deben a su misericordia.

martes, 10 de noviembre de 2009

Regocíjese en el Señor


Regocíjese en el Señor

Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez dig ¡Regocijaos!

Filipenses 4:4

Muchos creyentes se convierten en víctimas de sus circunstancias y como consecuencia viven en altibajos espirituales. Para ellos, una orden de que se regocijen parece irracional. Pero la orden del versículo de hoy es regocijarse "en el Señor".

No siempre podemos regocijarnos en nuestras circunstancias o en las de otras personas porque ambas pueden ser malas. Sin embargo, podemos regocijarnos en el Señor porque Él es siempre bueno y sabemos que nunca cambia. De modo que nuestra estabilidad espiritual se relaciona directamente con nuestro conocimiento de Dios. El conocerlo nos ayuda a vivir por encima de nuestras circunstancias y nos da estabilidad. Por eso se escribieron los Salmos en forma poética y se les puso música, para que el pueblo de Israel pudiera memorizar las Escrituras y cantar himnos a fin de profundizar su conocimiento de Dios. El conocerlo hace que todo lo demás parezca menos importante. Razones para regocijarse

Aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso.

1 Pedro 1:8

Los cristianos tenemos muchas razones para regocijarnos. La principal se basa en quién es Dios: Él es soberano. Esa es la verdad más grandiosa acerca de Dios. Nada está fuera de su control, y Él lo controla todo a fin de obrar para nuestro bien (Ro. 8:28). Él tiene un conocimiento infinito de todos los aspectos de la vida; dónde estamos y qué decimos (Sal. 139:2-4). Y Él ejerce su conocimiento en perfecta sabiduría. El conocer así a Dios nos debe dar gozo inefable y glorioso.

También debemos regocijarnos porque Dios nos salvó, nos adoptó y prometió darnos una herencia en Jesucristo (Ef. 1:1-11). Cuando Cristo regrese, disfrutaremos de su presencia y del lugar celestial preparado para nosotros (Jn. 14:2-3). Hasta entonces, tenemos el gozo de saber que Dios ha prometido satisfacer todas nuestras necesidades (Fil. 4:19). Además, tenemos el privilegio de servir al que más amamos. Eso incluye el dar las buenas nuevas a los perdidos y alentar a los hermanos en la fe para que crezcan en su amor y en su servicio a Él. También podemos tener gozo al saber que podemos orar a Dios en cualquier momento (He. 4:15-16).

lunes, 9 de noviembre de 2009

Genesis 43


Genesis 43 -

CAPÍTULO 43
Versículos 1-14. Jacob es convencido de que envíe a Benjamín a Egipto. 15-25. Recibimiento de José para sus hermanos-sus temores. 26-34. José hace una fiesta para sus hermanos.

Vv. 1-14.Jacob insta a sus hijos a que vayan y compren un poco de comida; ahora, en tiempo de escasez, un poco debe bastar. Judá insta a que Benjamín vaya con ellos. No es contra el honor ni el deber de los hijos hacia sus padres, aconsejarlos humildemente y, cuando estén en necesidad, razonar con ellos. Jacob vio la necesidad del caso y se rindió. Su prudencia y justicia se observan en tres cosas.
1. Devolvió el dinero que habían encontrado en la bolsa. La honestidad nos obliga a devolver no sólo lo que nos llega por nuestra propia falta, sino aquello que nos llega por error del prójimo. Aunque lo obtengamos por descuido, si lo retenemos cuando descubrimos el descuido, lo retenemos por engaño.
2. Envió otro tanto como lo que habían llevado en el viaje anterior; el precio del trigo podía haber subido o quizás tuvieran que pagar un rescate por Simeón.
3. Él mandó un regalo de cosas que permitía la tierra, que eran escasas en Egipto, como bálsamo, miel, etc. La Providencia nos dispensa sus dádivas a todos por igual. Pero la miel y las especias nunca satisfarán la carencia de pan de trigo. El hambre era aguda en Canaán, pero tenían bálsamo y mirra, etc. Podemos vivir bien con comida sencilla, sin exquisiteces, pero no podemos vivir de exquisiteces sin comida sencilla. Demos gracias a Dios que lo más necesario y útil, por lo general, es lo más barato y abundante. Aunque los hombres valoran más el oro y la plata y consideran los productos de lujo como los mejores frutos de toda tierra, en tiempo de hambre, de buena gana los truecan por pan. ¡Cuán poco nos sostendrán las buenas cosas terrenales en el día de la ira! ¡Cuán preparados debiéramos estar para renunciar a todas ellas, como pérdida, por la excelencia del conocimiento de Jesucristo! Nuestra manera de prevalecer con el hombre es prevalecer primero con el Señor en ferviente oración. Pero cada oración por las misericordias de esta vida o para ser librados de las aflicciones de esta vida, debe concluir con el “hágase tu voluntad”.

Vv. 15-25.Los hijos de Jacob descendieron por segunda vez a Egipto para comprar trigo. Si alguna vez entendemos qué significa el hambre de la palabra, no pensemos que es mucho viajar tan lejos espiritualmente, como ellos hicieron por el alimento corporal.
El mayordomo de José tenía órdenes de su amo para llevarlos a su casa. Hasta esto los asustó. Aquellos que son culpables, piensan de todo lo peor. Pero el mayordomo les dio ánimo. Por lo que dijo parecía que su buen amo lo había llevado al conocimiento del Dios verdadero, el Dios de los hebreos. Los siervos religiosos deben aprovechar toda ocasión para hablar con reverencia y seriedad de Dios y su providencia.

Vv. 26-34.Observe el gran respeto que los hermanos de José le brindaron. Así se cumplieron cabalmente los sueños de José. Este les mostró gran bondad. Los trató con nobleza, pero note aquí tempranamente la distancia entre judíos y gentiles. En el día del hambre basta con recibir algo de comida, pero ellos fueron festejados. Ahora estaban terminados sus afanes y temores, y comieron su pan con gozo, reconociendo que estaban en buena posición ante el señor de la tierra. Si Dios acepta nuestras obras, nuestro presente, tenemos razón para regocijarnos.
José mostró especial afecto por Benjamín, para probar si sus hermanos le envidiarían. Debe ser nuestra regla estar contentos con lo que tenemos, y no agraviarnos por lo que tiene el prójimo.
Así, Jesús muestra cada vez más a quienes ama que necesitan de Él. Les hace ver que Él es el único refugio que tienen contra la destrucción. Él vence la falta de disposición y los atrae a sí mismo. Entonces, cuando le parece bien, les da a probar su amor, y les da la bienvenida a las provisiones de su casa, como prenda de lo que Él tiene preparado para ellos.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Súplica por la concordia


Súplica por la concordia

Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.

Filipenses 2:2

El apóstol Pablo era un gran teólogo, y a menudo trató importantes temas doctrinales. Se opuso al legalismo de los judaizantes (Fil. 3:2) y a los criterios disolutos de otros falsos maestros (vv. 18-19). Sabía que tales enseñanzas pervertían la doctrina de la salvación y amenazaban la vida de la iglesia. Pero también comprendía que la discordia en la iglesia era igualmente una amenaza para su vida. Es que el conflicto le quita a la iglesia su poder y destruye su testimonio. Los enemigos de Cristo se afanan por buscar formas de desacreditar a la iglesia.

Por lo visto, la discordia en la iglesia de Filipos estaba a punto de destruir la integridad de su testimonio. Así que Pablo les dij "Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio" (1:27). Tenemos un Espíritu entre nosotros, de modo que no hay razón alguna para la discordia. Evite el conflicto personal

Ruego a Evodia y a Síntique, que sean de un mismo sentir en el Señor.

Filipenses 4:2

Pablo afrontó muchos conflictos en la iglesia, pero algunos eran para él tan importantes como para tratar sobre ellos en sus epístolas, y también importantes para nuestra enseñanza. Es evidente que las dos mujeres en el versículo de hoy estaban dirigiendo dos facciones opuestas en la iglesia. No sabemos cuáles eran sus quejas específicas, pero podemos suponer que fuera un conflicto personal.

Sí, sabemos que las dos mujeres eran miembros notables de la iglesia porque habían trabajado con Pablo en la causa del evangelio (Fil. 4:3). Y sabemos que estaban causando estrago en la iglesia porque al parecer no estaba unida (Fil. 2:2). Reconociendo que se trataba de falta de amor, que indica la presencia de orgullo y la ausencia de humildad, Pablo rogó que las mujeres fueran "de un mismo sentir en el Señor" (4:2). Cada una estaba exigiendo su propio derecho en vez de interesarse en el derecho de la otra. Pero como Pablo las exhortó y nos exhortó a nosotros, una buena relación con el Señor resolverá cualquier discordia.